31 de Enero. #19

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Esta mañana, después de acompañar a Isabella a la estación de tren, me encontré con Alessian en la parada de autobuses.

No pude contener ese pequeño infarto que siento cada vez que lo veo, pero esta vez la sorpresa fue el mayor detonante. En serio no esperaba verlo.

Nos saludamos como de costumbre y charlamos de trivialidades. Luego de un rato, me propuso que fuéramos un rato al parque a pasar el rato, a lo que yo acepté.

Me sentía mucho más relajada a su lado después del agradable rato que pasamos ayer. Hace tiempo que no me sentía tan en confianza, como si él no fuera más que mi mejor amigo.  Extrañaba esos paseos donde las risas y las bromas no faltaban, donde éramos confidentes el uno del otro y lo único que nos importaba era divertirnos y estar ahí el uno para el otro. No me mal entiendas, aun somos mejores amigos y aún nos apoyamos mutuamente cuando lo necesitamos,  pero desde que mi estúpido corazón decidió encapricharse con él, ya nada es lo mismo.

Es como si una pared de cristal nos separara el uno del otro.

El caso es que llevábamos una media hora paseando por el parque cuando el inicio una conversación que me dejo totalmente descolocada.

–Así que... ¿El tipo de ayer era con quien tenías una cita el otro dia?–Pregunto sin vacilar.

–¿El tipo de ayer? Tiene nombre ¿Sabes?

–Me da igual como se llame.

–Uy, ¿El señorito "Soy demasiado bueno para los comunes mortales" No quiere hacer nuevos amigos?

–Yo nunca he dicho eso de mi.

–Lo se, pero suenas como si lo pensaras.

Entonces Alessian se puso muy serio y se quedó mirando al vacío por un momento.

–No respondiste mi pregunta–soltó sin más.

–Pues... Si, era él–confesé, sintiéndome algo extraña–hemos salido solo un par de veces con la de ayer.

–Mmm, ya veo–se quedó pensativo un momento–No parecía que te interesaras mucho por él. 

–Es que tu estabas molestandome y así nadie se puede concentrar.

–Eso no quita que te interesaran más mis bromas que él.

–Eso no es cierto, él si que me interesa.

–¿En serio? ¿Y crees que tú le intereses? Porque en el cine parecía que la película fuera mucho más entretenida para él.

–¡Es que él es fan de esas películas, igual que yo!

–Y aún así yo pude distraerte, y el nisiquiera lo notó.

–¿¡Y tu que sabes de lo que él note o no!?

–Cassie, yo solo te digo esto porque no me parece que ese tipo sea para ti.

–¿Y eso porqué?

–Simplemente no lo veo contigo.

–¡Wow! Que motivo tan increíble, me has hecho replantearme mi propia existencia.

–No hace falta que te pongas sarcástica, te lo digo en serio. Además, yo te conosco Cass,  y a veces puedes llegar a ser demasiado inocente.

–¿A que rayos te refieres con eso?

–Me refiero a que las personas pueden llegar a tener segundas intenciones y tu tiendes a no darte cuenta.

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