PROHIBIDO

3. Corazones rotos y festivales.

Estuve toda la tarde fingiendo lo bien que estaba ante Lucy, pero simplemente habia algo adentro mio que me disgustaba. Estaba triste, porque sabia que las minimas posibilidades que tenia con Iván se fueron en dos segundos y, más que nada, tenia miedo porque sabia que iba a ser complicado sacar de mi cabeza al chico que le gustaba mi amiga. Todo se complico. 

Meses después.

Era Octubre ya, había pasado un tiempo desde esa tarde, y acá me encontraba, preparándome para ir a uno de los festivales de música mas esperados. Sabia que la iba a pasar bien, porque venían artistas que me encantaban, porque el festival duraba 12 horas y más que nada, porque iba a compartir este día con mis amigos incluyendo, Iván. La noticia de que a mi mejor amiga le gustaba el mismo chico que a mi no me cayo bien, obviamente, pero verlo todos los días a Iván tampoco ayudaba mucho y de un momento al otro, termine haciéndome amiga de él; ocultando mis sentimientos de todos, conformándome con ser solo su amiga.

Las cosas entre Iván  y Lucy estaban raras, se hablaban y coqueteaban pero no habían avanzado nada en cuanto a su relación, lo cual yo no entendía pero tampoco me molestaba. ¿se imaginan lo terrible que seria para mi que fueran novios? 

Para ir al festival nos dividimos en dos autos, en uno estaban todas las chicas y en el otro los chicos. El camino hacia el festival era largo y no terminaba nunca así que me decidí a dormir pero justo siento como mi celular vibra y lo enciendo para ver quien me escribía. Era Lucy, que estaba sentada literalmente al lado mío así que la miro confundida y ella me hace una seña de que mire el mensaje. En él decía: "tengo que contarte algo pero solo a vos, no quiero que las demas se enteren". Yo le conteste poniéndole que me diga y lo siguiente en serio no me lo esperaba. Su respuesta fue: "Iván y yo somos novios"  No, no, no, NO! No podía decirme esto ahora, mi alma se cayo a mis pies y no sabia si arrancarle los pelos de ese hermoso pelo castaño que tenia o tirarme por la ventada del auto. Así que solo me digne a sonreír y escribirle lo feliz que me sentía por ella, y no piensen que soy falsa. Yo en serio me sentía feliz por ella, no enteramente feliz pero si un poco ya que sabia lo mucho que Lucy había estado esperando este momento. Después de todo, ella se lo merecía. 

Faltaban 12 horas para que termine el festival y yo ya me quería ir. Es triste, lo se, porque al principio estaba hiper emocionada y no me mal interpreten, es un sueño estar acá pero estar en la fila para entrar y escuchar los ruidos asquerosos de los labios de Iván y Lucy succionándose hacía de mi sueño una pesadilla.

Y así fue durante 12 malditas horas. No entiendo como no se cansaron de besarse tanto, no podías girarte a decirles algo porque los encontrabas babeándose entre ellos. Nunca pensé que ir a un festival de música iba a ser una tortura para mi, yo soy una aficionada de la música y estos dos chicos arruinaron mi felicidad y era oficial, ellos eran novios, se querían, no se despegaban y yo no podía ni quería hacer nada para impedir su felicidad. ¿Qué iba a hacer? 

---------------

El verano llego con mucha lentitud, los últimos meses del colegio no terminaban más y mis días en el eran torturadores, viendo todo el amor que le daba el chico que tanto que me gustaba a mi mejor amiga. La odiaba, a veces, en secreto, la odiaba. Odiaba que ella tenía al chico de mis sueños (y hablo literal cuando digo que muchas veces, dormida, soñaba con él), odiaba todo el amor que recibía por parte de él, odiaba que ella pudiera apreciar tan de cerca su sonrisa de enamorado, y yo apenas recibía una sonrisa amistosa de lejos. Ella lo había conquistado, y se que no tiene la culpa, y se que en realidad no la odio, porque es mi amiga y es buena pero de alguna forma no puedo evitar querer que corten, no puedo evitar pensar que yo también merecía una oportunidad con él, y ella me lo arrebato. Pero ahora tenía otra oportunidad, el verano llego por fin, y eso significaba no tener que verlos todos los días durante 3 meses, eso significaba que en estos 3 meses tenia que hacer lo que tuviera a mi alcance para olvidarme de Iván y así, que esta triste historia termine finalmente. 

Me fuí, me fuí de vacaciones con mi familia a un lugar bastante lejos de la ciudad. Y ahí fue donde lo conocí a Joaquín. Él era dos años más grande que yo, era muy lindo, era bueno, gracioso y lo más importante: no tenía novia. Fue el mes mas lindo de mi corta vida, la pase increíble, nos contamos muchas cosas y llegamos a tener una confianza que nunca tuve con un chico. Me pidió de ser la novia muy apresuradamente y yo, tan apresurada y intensa como soy, le dije que sí. Pero llego el día donde yo tenía que volver a casa,  y como el universo nunca estuvo de mi lado en el amor, el vivía bastante lejos de mi ciudad. Eso significaba amor a distancia, y por lo que veía en las peliculas ese amor siempre terminaba bien, los dos se adaptaban a como funcionaba y eran felices. Pero lamentablemente, la vida real suele ser bastante diferente, y uno puede fingir que se adapta al amor a distancia pero la cruda verdad es que muchas veces para amar de verdad el otro tiene que estar físicamente a tu lado así que luego de muchas idas y vueltas, nuestra corta relación llego a su fin y con ella también llego el fin del verano.  

Las clases comenzarían en un par de días y se podía decir que yo estaba más que preparada para volver. En todo el verano apenas había pensado en Iván, tampoco hablamos, excepto cuando fue su cumpleaños que le mande un mensaje felicitándolo  y fue lindo hablar con él, más que nada porque me di cuenta que no me generaba lo mismo que antes, ya no sentía esas estúpidas mariposas, ni siquiera lo extrañaba, así que era oficial: lo había superado.

Volver a ver a todos fue muy lindo, por primera vez me sentía realmente cómoda en el aula, sentía que volvía a ser yo de nuevo y de alguna forma u otra, me empezó a gustar bastante la pareja de Iván y Lucy. Ellos se sentaron juntos, mientras yo me senté con Sophie y hablábamos todos juntos. La pase bien ese primer día, me gustó poder hablar con Iván sin sentir que un terremoto de emociones invadían mi organismo. 

Al paso de una semana de clases todo ya estaba en su lugar, yo cada vez me hacía más amiga de Sophie, con Lucy me llevaba muy bien pero ella siempre estaba bastante ocupada con su novio que termino siendo un muy buen amigo mío. Pero la vida estaba siendo demasiado buena conmigo, o simplemente el destino se estaba riendo de mí, estaba jugando conmigo haciéndome pensar que tenia todo resuelto para luego, un día, como todos los demás en el colegio, gritarme en la cara lo ingenua que podía llegar a ser. Y yo me quedaría con los ojos bien abiertos, pensando que la directora nunca me pondría como compañero de banco para todo el año a Iván, pero de golpe al mirar la hoja de los asientos asignados mi nombre y el de él estaban uno al lado del otro. Así era, me tenía que sentar con el chico que alguna vez me había gustado tanto por todo el año y presentía en el fondo de mi corazón que eso no podía terminar de buena manera. Gracias, de nuevo, por tu simpatía querido destino.