LOS OLVIDADOS

1ª Parte. Los Olvidados. Capitulo 1

13 de Abril del 2013

Barcelona

22:30 Las Ramblas

Local La Antesala del Averno

Blast era un tipo peligroso, conocido por todos por su mal humor, se movía por los bajos fondos de la ciudad condal desde no se sabía cuánto tiempo. Hacia unos años había sido uno de los principales capos de la capital, pero las cosas no le iban demasiado bien ahora. Su local, La Antesala del Averno le daba bastantes beneficios, pero sus otros recursos estaban de capa caída. Ni el tráfico de drogas ni las prostitutas funcionaba como hacía unos años, parecía como si alguien se hubiese dedicado a hacerle la vida imposible.

Desde hacía muchos meses que rumiaba la idea de volver a casa con su familia, allí sí que tenía un buen negocio. Había sido un necio aceptando aquel trato. 10 vidas en la tierra a cambio de los recursos necesarios para comenzar sus negocios. Ansiaba tanto ver a su esposa e hijos que casi no se podía concentrar en sus negocios. Ojala no hubiera aceptado y ahora estaría en casa recolectando almas para el señor del infierno.

Efectivamente, Blast era un demonio, de la clase incubo, había dejado su oficio de recolección de almas para el infierno por permanecer en la tierra y tratar de enriquecerse sembrando el mal, la enfermedad y la corrupción en la tierra. Pero el que nace incubo nunca cambia. Aquella era su profesión y nada la haría variar, ni tan siquiera su propia ambición y ahora estaba atrapado pues le restaban al menos 200 años más en la tierra antes de poder volver al infierno. Atrapado y sin saber cómo escapar.

Inmerso en estos pensamientos estaba cuando alguien llamaba a la puerta.

- No quiero ver a nadie, sea quien sea vuelva mañana.

Pero la puerta se abrió.

- ¿Es que esta sordo? He dicho que largo...

Pero las últimas palabras murieron ahogadas en los labios del demonio cuando reconoció al individuo que entraba en la habitación.

- Milord

- Siéntese Blast. Dijo el extraño indicándole el asiento a Blast.

- Por supuesto, ¿Puedo preguntar que trae aquí a...?

- No. Y nada de nombres. Llámame Ben

- Por supuesto mi...ben

- Eso es. El motivo de mi visita eres tu

- Usted dirá.

- He tenido noticias de que tus negocios no van muy bien y que deseas regresar al infierno ¿Me equivoco?

- No

- Que deseas volver junto a tu familia

- Si

- Pues bien, ¿Qué estarías dispuesto a hacer para lograrlo?

- Lo que sea

- Bien, tengo un pequeño asuntito del que debo ocuparme pero me es imposible pues mis deberes me requieren en otro sitio. Así que podrías hacerte cargo tú.

- Pero señor...

- Ben, Blast, no lo repetiré.

- Pero Ben, mis recursos son pobres, no sé si podría hacerlo.

- El trato es el siguiente. Dentro de unos días llegara a Málaga un hombre, esta es su fotografía. Solo tienes que hacer una cosa. Tienes que conseguir encerrarlo en este cofre. Dijo pasándole la foto y un cofre de madera y remaches de metal con una placa dorada sin grabar en la tapa.