Capitulo 5
Camine despacio por en medio de la calle con la vista perdida. Cualquiera que me viera así se asustaría pensando que era un Zombi, tenia ojeras gigantes que delataban mi desvelo las ultimas noches, tanto por los ruidosos pensamientos que concurrían mi cabeza como por los espantosos rasguños que se oían en mi ventana durante toda la madrugada.
No quería abrirla, sabia que era EL tratando de que me asomara para agobiarme, quería hundirme tal como mi padre lo hizo con el suyo, tal como yo (desde que me entere de la historia) NO quería hacerlo con el. Yo no soy una asesina.
Apreté los puños aun con las manos dentro de los bolsillos de mi campera, las mantenía ahí por el insoportable frió. Inmediatamente volví a abrir mi palma en cuanto mi hombro choco con el de alguien más que venia en la dirección contrario a la que yo iba. Gire la mitad de mi cuerpo para pedir disculpas, apenas audibles, pero disculpas al fin, y lamentablemente volví a caer dentro de esos ojos…
-Lo siento.
Me disculpe mientras mis ojos se llenaban de lágrimas.
Alan me miro despreciablemente como siempre, pero esta vez note algo de confusión en su rostro.
Probablemente no entendió que yo en realidad pedía disculpas por los errores de nuestros padres y no por haberlo chocado.
Me di la vuelta y para seguir caminando hacia mi casa, ahora con el rostro cubierto de lágrimas, pero me impresione notablemente cuando Alan tomo mi codo haciéndome girar otra vez.
-¿Te paso algo?
Pregunto suavemente, su mirada ahora no me decía nada como casi siempre lo hacia, y la mayoría de las veces me decía: Te odio.
Me quede algo anonadada unos momentos, no estaba acostumbrada a recibir actos de amabilidad por parte de el.
-No.
Respondí saliendo de mi trance y limpiándome las lagrimas.
El sonrió de costado asquerosa e hipócritamente, como solía hacerlo.
-¿Entonces lloras por nada?- Soltó mi codo y echo su cabeza hacia atrás riendo falsa y estruendosamente, luego volvió a mirarme. –Eres más tonta de lo que creí.
Segundos atrás sentía una especie de aprecio hacia el, pero se borro en cuanto toco mi orgullo.
-¿Yo una tonta? Bien… tal vez no sea nueva en esto y no sepa mucho sobre “vampiros” por mas que deba enfrentarme a ellos.- Pare un segundo para ver la reacción de el, realmente se mostraba sorprendido, entreabrió sus labios y sus ojos se agrandaron. Seguramente no se esperaba que me enterara de todo tan rápido. –Tampoco soy muy astuta, y en muchos aspectos eres mas fuerte que yo, pero créeme si te digo que TU eres el único tonto aquí, lo único que hiciste estos años es guardar rencor por un error que yo ni siquiera cometí y ¿sabes que mas? Siento LASTIMA por ti.
El cerró sus labios y tenso su mandíbula.
-¿Tu lastima por MI?
-Si, lo que oíste vampiro.- Hice una expresión de asco. –Vete de mi vista.
Volví a darme la vuelta y comencé a caminar, pero con una velocidad increíble el se incorporo delante de mi.
-No pensé que lo averiguarías.- Sonrió malévolamente. –Quizás no seas tan tonta.
-¡Piérdete!
Le ordene furiosa y volví a caminar lo mas rápido posible.
El fue detrás de mí.
-¿Por qué crees que guardo rencor?
-¡Dije que te fueras!
Volví a objetar mientras apresuraba el paso.
-Yo no siento rencor _____, de hecho ya deberías saber que el único sentimiento que podemos albergar los vampiros es odio.
Acoto despreocupadamente y caminando a mi lado, como si fuéramos amigos de toda la vida.
-¿Acaso debo mandarte lejos de una patada?
Soltó una risita y luego yo también entendí que fue algo *******, podía ser una caza-vampiros pero no tenia idea de cómo cazarlos, y Alan me podría arrancar la cabeza antes de que intente patearle el trasero.
Luego pensé; Si Alan no podía sentir rencor, entonces ¿me odiaba porque si?
-Ya que estas empeñado en hablar.- Dije. –Explícame entonces ¿Por qué me odias? ¿es natural odiarse entre caza-vampiros y vampiros?
El borro su sonrisita y pensó la respuesta unos momentos.
-N… no, no en realidad. No si no intentan matarse mutuamente…
Contesto ¿nervioso?
-¿Entonces porque me odias?
El trago saliva.
Si bien el sol estaba siendo obstruido por las nubes, se veía cierto brillo en su rostro.
-¿Por qué piensas que te odio?
-Lo haces muy obvio.
Me encogí de hombros.
-Bueno, si, te odio.
-Eso lo se, quiero saber porque. Alan yo no soy mi padre, no soy una asesina, ni siquiera quiero esto ¡no voy a hacerlo!
El me miro a los ojos unos segundos, tratando de averiguar si decía la verdad, cuando descubrió que si otra vez mostró sorpresa en su expresión.
-No puedes no quererlo, es tu deber exterminarnos a todos nosotros. Seguramente tus superiores ya son concientes de que lo sabes y vendrán por ti.
-¡¿Qué?!
Exprese.
El volvió a sonreír.
-Sabes muy poco de esto.
-Ayúdame a saber más.
Suplique pero en un tono demandante.
-¡Oh! ¿Quieres que te ayude a asesinarme?
-No, no a eso, explícame sobre mi historia… nuestra historia.
El me miro sin gesticular nada durante unos segundos y luego asintió.
-Esta bien, solo si prometes algo…
-¿Qué?
-Si tus superiores te ordenan atacarme a mí, por favor deja a mi madre salvarse…
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Mi vecino es un vampiro |Alan Navarro|
Fanfic“-Escúchame una cosa y espero que te entre en la cabeza porque la diré solo una vez... al menos por las buenas. ¡No te hagas la curiosa conmigo porque te irà muy mal! - No había cosa que detestara más que me gritaran, y él lo estaba haciendo. -¡Hey...