Capítulo XII

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Pov's Spencer.

Sentí sus labios sobre los míos, sorprendiéndome, era un simple beso casto, pero no entendía su acción y menos en aquel momento. Sabía que me encontraba algo tenso, sin embargo no podía engañarme y decir que me disgustaba. Nuestros labios se entreabrieron para dar comienzo a un beso distinto, algo más profundo e intenso. Ella me atraía, y de eso no tenía dudas, pero me doy cuenta que le estoy correspondiendo, siendo, pues... yo. Y por unimos instantes, toda mí concentración se fue a ella, olvidando que estábamos trabajando, que nos podrían matar y que ésto, era incorrecto.

Al principio mis labios son algo torpes, debido a que había pasado mucho desde la última vez que besé a alguien. A pesar de ello, ambos nos acoplamos a un ritmo bastante rápido luego, y ahí comprendí por qué hacia esto. Mi mente se aclaró un poco cuando entendí que todo seguía siendo parte de nuestros papeles de encubierto. Sus labios eran suaves y cálidos, y se percibía de ninguna de las dos partes la intención de alejarnos de los labios del otro.

Mis manos la sujetaban posesivamente de la cintura, mientras que las suyas estaban en mi pecho, a la vez que agarraba el cuello de mi camisa y tironeaba de él distraídamente. Se sentía maravilloso, y al fin y al cabo, tendría que reconocer que una parte de mi lo deseaba. No sabía cómo se sentía ella al respecto, pero no me molestaría permanecer así por un rato. Había olvidado en dónde nos encontrábamos y el propósito del beso, hasta que escuché un carraspeo proveniente de nuestro frente.

Al separarnos, ambos con respiración agitada, comenzamos nuestro papel de idiotas que acaban de ser descubiertos apunto de tener sexo. Sonreímos nerviosamente a los tres hombres en el marco de la puerta, quienes nos miraban entre graciosos, sorprendidos y algo confusos. Entre ellos se encontraba Alari, quien comenzó a reír a carcajadas, Sam y yo reíamos levemente. - Ay muchacho, sentimos haber interrumpido - dijo pícaro, mientras yo sonreía y Sam bajaba la mirada avergonzada, siguiendo su papel inicial.

- No se preocupe señor... - digo sin importancia, tomo de las caderas a mi compañera - recién comenzábamos - trato de no reírme al oírme decir esto, Sam parece no poder contener la risa ante lo ridículo de mis palabras y oculta su rostro en el hueco de mi cuello.

- Pero, hubieran pedido un lugar adecuado -comentó gracioso, sus compañeros se mostraban confundidos por la situación; - y más con esta... - pellizcó su labio inferior entre sus dedos - acompañante y su extraordinaria vestimenta - dijo, mientras recorría el cuerpo de Sam con una mirada pervertida y descarada.

Ella se aferró a mí y yo sujeté fuerte su cintura, tratando de brindarle seguridad. - Siempre tan sabio - felicité gracioso, evitando mi desagrado hacia este sujeto.

Alaric hizo un ademán con su mano, indicando amablemente que saliéramos del pequeño cuarto de servicio. - Por casualidad, ¿no han visto a uno de mis socios? Es de cabello negro, ojos avellana, alto y delgado, vestido simple con una campera de cuero - nos preguntó y sentí cómo ella se tensó mientras describía al sujeto, lo cual me resultó eztraño.

- No, no lo hemos visto - contesté en nombre de ambos.

El hombre se retiró con sus dos socios siguiendo sus pasos. Cuando estaban lo suficientemente lejos, Sam tomó mi mano guiándome a una habitación, ya que no corríamos peligro. Encendió la luz al llegar, y revisó si teníamos compañía. Al parecer no había nadie más, por lo que comenzó a hablar.

- Conozco a ese hombre - exclamó sorprendiéndome - Cuando estaba cambiándome, empecé a escuchar gemidos y sollozos mezclados; me acerqué a un vestuario, y vi que estaban violando a una muchacha, golpeé al hombre con un bate... - la interrumpí.

- ¡¿Me estás diciendo que uno de los socios más cercanos de Alari está desmayado en el vestuario?! - dije exaltado pero sin elevar mi voz.

- Si y Reid tienes labi... - trató de continuar, pero la frené.

Stitches (Spencer Reid)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora