¡Woods!

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Llegue a mi habitación y me arroje a la cama boca arriba viendo hacia el techo intrigada en las facciones de la madera.

El ruido de la puerta abriéndose hace que voltee mi vista y mis ojos encuentran a los de Ethan.

Me incorporó sin apartar la vista de él, ninguno de los dos dice una palabra, pero es como si las miradas dijeran todo.

—Lo lamento.

El da un suspiro y a pasos lentos camina hacia a mi hasta sentarse enfrente

—¿Sabes el susto que me diste? — me quedo callada.

—Cuando volví y no te encontré me preocupe, pero cuando me avisaron que saliste corriendo me desespere... te imaginas lo que pudo haberte pasado si Hunter hubiera aparecido.

—No lo hizo.

—Pero si lo hubiera hecho... ni siquiera quiero imaginar lo que te pudo haber hecho.

Acaricie si mejilla con mi mano y la acomode detrás de su cuello enredando mis dedos en su sedoso cabello haciendo que se quedara callado.

—Ethan mírame estoy bien.

—Sabes que no me refiero a eso.

—Necesitaba respirar lejos de los demás.

—Sí lo sé... Tracy me lo explico— agradecí a Tracy mentalmente.

—Pero no vuelva a huir sin decirle a alguien dónde estás— me advierte, provocando que una risita se me escapara.

—Lo prometo.

Sin dudarlo él se me acerca y conecta sus labios con los míos, coloca su mano en mi cintura y jala de mi pegando mi cuerpo al suyo formando un hambriento, pero tierno beso.

(...)

Bajo las escaleras con Ethan detrás pisandome los talones, camino a la cocina el entrelaza su mano con la mía. Al llegar todo podan sus ojos en nosotros.

—Qué bueno que llegan — dice mi madre.

Nos juntamos en el círculo alrededor de la mesa en medio de la cocina.

—El plan es que ustedes vayan de vuelta a Washington con varios de mis guardias mientras idealizamos un mejor plan para aniquilar a Hunter— explica papa.

—Su Hunter termina muerto por mi está bien— dice Ethan.

Todos a sentimos de acuerdo al plan.

—Bueno vayan empacando que salen a las cuatro de la madrugada— ordena papa.

—Pero ¿Qué pasa si Hunter nos persigue? — pregunto.

—Otra auto ira detrás de ustedes para asegurarse que Hunter no los siga— explica, ya más relajada asiento y todos comenzamos con el plan.

(...)

Eran las tres de la madrugada, una hora antes de salir y todos nos encontramos ya listos para Salir.

—¡Woods! — los llama mi padre, ellos se ponen enfrente de el en línea y no puedo evitar verlos como soldados recién reclutados y mi padre como el general sin ninguna expresión más que un seria y aterradora.

Mi padre abre una gaveta revelando tres pistolas, el al darse cuenta que estaba observándolo me lanzo una mirada, devuelta a lo que estaba haciendo dividiendo mi concentración en guardar las últimas cosas en la maleta y escuchando su conversación.

—Todavía no tengo total confianza en ustedes ... pero estoy seguro que quieren a mis hijas incluyendo a Megan — ellos no dicen ninguna palabra.

—Y como las amo mucho necesito que ustedes me ayuden a protegerlas.

—Lo que usted diga, no dude en que las protegeremos — dice Jacob.

Escucho como mi padre toma una de las pistolas y se la entrega a uno de ellos, sin poder aguantar la curiosidad miro de reojo que se la entrega a Noah y lo mira a los ojos, antes de que se diera cuenta aparto la vista y trato de disimular lo más que puedo mientras sigo acomodando las cosas en la maleta.

Al parecer él les entrega una a cada uno y luego dice

—Estas pistolas no son cualquier pistola, las cinco balas dentro están hechas de plata y bañadas en Wolfsbane, no las desperdicien.

—No se preocupe Richard creo que sabemos lo suficiente— le afirma Ethan

Cierro la maleta por completo y simuló salir de la habitación, pero me oculto detrás de la puerta.

—Sí de eso estoy seguro, su padre ha de hacerles enseñado.

¿Su padre?

—¿Conoce a nuestro padre? — pregunta Noah.

—Sí por supuesto es un hombre honorable, aunque no he hablado con él hace mucho.

—Debe ser por el trabajo— dice Ethan, pero su voz tembló.

—Sí me imagino.

—Bueno Richard fue un honor haberlo conocido espero volverlo a ver— dice Ethan oigo como se estrechan la mano.

—El honor es mío, no muchos conocen el mate de su hija— sonrió y oigo como el corazón de Ethan se acelera de felicidad.

—Gracias señor.

—Y no se preocupen estoy seguro que ellas son sus mates.

WolfbaneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora