Fall (Tristan Evans). [REEDITANDO]

Capítulo 9.

¿Por qué tenemos que hablar de Tristan ahora? Todo estaba yendo bien... Intento aparentar normalidad e indiferencia antes de contestar.

—Si con «algo» te refieres a que nuestros padres van a casarse este fin de semana... Sí, pasa algo.

—No... no me refiero a eso—sonríe—, y lo sabes...

—¿Entonces?

—Ya sabes... siempre hemos pensado que te gustaba Tris, de hecho también pensamos que tú le gustas a él pero te trata mal por alguna extraña razón que no llegamos a comprender...

—Eso es ridículo—Río—. Entre Tris y yo nunca ha habido ni habrá nada... no nos soportamos—Le doy un sorbo al batido deseando cambiar de tema, pero algo me dice que esto no ha terminado ahí—. Además...

—¿Además?

—Yo no tengo tan mal gusto...— Intento que se ría pero no lo hace.

—Por regla general somos parecidos... Rubios, ojos claros...

—Es cierto, pero tú tienes algo que Tris no—No es mentira. Con él me siento como hacía mucho que no me sentía, es de lo más agradable. Su sonría se amplía de una gran forma y no puedo evitar sonreír con él. Es adorable.

—Entonces no tengo que competir con Tris, ¿no? - Ladeo la cabeza. ¿Competir?—. Claro... por ti... Si entre tú y Tris no hay nada... ¿Eso es que estás libre?

—¿Estás intentando ligar conmigo?—Bromeo.

—Desde el primer momento.

A partir de entonces James y yo hemos iniciado una relación... aunque no en el sentido estricto de la palabra. Digamos que estamos viendo a ver qué pasa.

De momento no está yendo mal, aunque llevamos cuatro días... Literalmente.

Es jueves, y, desde que estoy con James, raramente me insultan. Ni siquiera Tris, él ha pasado a ignorarme por completo. Incluso en casa.  Por un lado lo prefiero, pero por otro lado me quema por dentro. Sé que muchas veces he pedido ser invisible, pero no puedo soportar que me ignore.

—¿Qué te preocupa, amor?—Pregunta James durante la comida. Por alguna extraña razón siempre sabe cuándo me pasa algo. E incluso creo que siempre sabe el porqué...

—Nada, solo estoy algo cansada...— Miento.

—¿Qué día es?

—Jueves...—Contesto desconcertada por su cambio de tema tan radical.

—¿Por qué no vamos entrando ya?— Miro el reloj. Aun es pronto... ¿qué le pasa?

—Aun faltan 15 minutos para que suene el timbre.

—Hazme caso, vamos.

Intento decir algo, pero a lo que me doy cuenta me está llevando a rastras hacia mi taquilla. «Ábrela», susurra cuando me la quedo mirando alzando una ceja. Ni siquiera tengo que cambiar los libros ni nada por el estilo. Le miro y sonríe. «Solo ábrela de una maldita vez, Avril», pienso.

Cuando se abre de esta cae un sobre blanco. ¿Qué coño...? Son unas entradas. ¡Para el concierto de esta noche de One Direction!

—Pero ¿qué? ¿cómo? ¿cuándo?—No me salen las palabras— ¡Estaban agotadas!

—¿Qué? Un par de entradas. ¿Cómo? Con contactos. ¿Cuándo? Esta noche. Y sí, estaban agotadas, pero no son unas entradas normales... Míralas bien.

—¿¡B-b-backstage!?—Grito cuando me doy cuenta. Él solo sonríe satisfecho por mi reacción—. Oh Dios mío...—Le abrazo con todas mis fuerzas—. Te adoro, te adoro, te adoro.

—Lo sé, y yo a ti—Le beso.

—Eres increíble—Digo y vuelvo a besarle. Jamás creí que nadie fuera capaz de hacer algo así por mí. Si alguien lo hacía solo podía ser James—. ¿Pero cómo lo has hecho?

—Ya te lo he dicho, tengo contactos... No sé si lo sabías pero hemos hecho unas cuantas covers suyas.

—Sí lo sé, y me encantan.

—A mí me encantas tú y esas sonrisa que tienes en la cara desde que las has visto.