Sin dudarlo me cambié, evité comer y agarré una manzana de la mesa. Mis papá estaban tan ocupado con la empresa y de la decoración como yo de divertirme con mi próximo juguete.
— Mañana es navidad lo, recuerda que tenemos que probarnos ropa y que todo esté perfecto.—gritó desde la sala. Lo escuché, pero que me importe es otra cosa.
Me puse bloqueador solar y me acosté en el suelo, jamás había vivido una navidad en dónde hiciera frío y nevara, eso lo veo en las películas. Me senté y metí primero mis pies, el agua estaba templada, así que no fue tanto problema meterme.
Mi padre se asomó por la ventana avisándome que iría con Bill a comprar los últimos arreglos y que Frederick llegaría en cualquier momento en busca de unos papeles.
Cuando ya me aburrí de la piscina me salí, me bañe y me cambié de ropa. Me senté en el medio de la sala buscando algo bueno en la televisión, pero las películas estaban aburridas y la transmisión que daba de terror solo estaba a las doce. Se escuchó un auto estacionarse en la casa, me levante y me asomé.
Me quería matar, venía Selena y Frederick.
Grité por un segundo y corrí a la sala para apagar el televisor y salir corriendo a mi cuarto, busqué una liga y me amarré el pelo express mente. El timbre sonó, dándole llegada al infierno. Selena.
Baje sin prisa a la sala y caminé hacia la puerta, abriéndola y notando que aquella "Selena" de cerca se ve vieja, el botox la consume. Sonreí falsamente y ofreciendo mi ayuda con la comida que traían. Salude fugazmente a Frederick y cerré la puerta.
— Mi padre salió con Bill, no tardarán en llegar.—dije. Observé a Frederick mirarme de reojo y yo lo ignoraba. Me sentía atacada.
Pasaron como cinco minutos y el auto de mi padre llegó, Bill y él entraron con bolsas enormes.
Se saludaron y comenzamos a charlar, me preguntaron de mi vida y divague por mis respuestas, tampoco tenía mucho que decir.
Frederick subió al segundo piso y todos estaban tan concentrados en tomar cerveza y hablar de sus patéticas vidas que me escabullí para el segundo piso. Había entrado en el baño, grité suavemente para que solo él me escuchara.
Iba diciendo unas cosas y abrí la puerta de la nada, burlándome de mi padre y mirando el pasillo. Pero la verdad, solo era una excusa. Muy bien elaborada.
— ¡Lo! —gritó asustado, tapándose.
— ¡Lo siento! —digo sin intenciones. Pero entro en el baño y cierro con seguro.— Me aburrí de que siempre estés con Selena, es fea.
— Lo... es mi novia.
No me importó, cerré la tapa del baño y lo empujé para que se sentara.— Después de esto veremos si sigues pensando igual.
Metí mi mano en su bóxer y se saqué el miembro, trató de pararme pero tampoco hizo mucho esfuerzo. Lo mire a los ojos y me metí la mitad a la boca, sus ojos se cerraron instintivamente y dejó salir breves suspiros. Aumenté mi ritmo y las lamidas, lo succioné tan duro que se le salió un gemido ronco, me encantó.
— Me vengo...—dijo con fuertes problemas para hablar.
Me levante y lo miré, me quedó viendo sin entender y yo lamí mis manos. Sin decir nada salí del baño.
Baje cautelosamente a la sala y me senté al lado de Bill, quien hablaba con mi padre. Minutos después bajó Frederick, con cara de enojado,me miró mal y se fue a tomar aire fresco al patio.
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PASIÓN
RomanceUn mundo en donde las pasiones están ahogadas, en donde nadie se da cuenta de sus deseos hasta que te das cuenta que hay una niña precoz que desea muchas cosas.