Niño del cielo

Capítulo I.

(*escuche el multimedia.)

Un año después, el niño este con cuerpo de hombre ya había viajado a León, España.
Veía el lugar, un vistazo rápido que ya tenía que ir al pequeño cuarto, darse un baño e ir al aeropuerto.

"2:29pm, Jeon veo que lo de la puntualidad se le da bien."

"Señor Wendell, es el vuelo que me hace mover."

"No niño, no es vuelo, son vuelos". -Se sonríen, el hombre porque el niño se parece a él cuando era joven, y Jeon, porque sí, iba a volar, en unas cuarenta y ocho horas como mucho estaría en el cielo.

"Permisos, licensias, examen psicológico, todo bien,
-ajá-
pero ahora viene mi favorito, el simulador de vuelo, con el resultado adecuado será el copiloto de Ranel, y en un año si todo va bien usted prodría ser piloto jefe."

"Entonces al simulador señor."

"Lo veo ansioso, usted y yo nos vamos a llevar bien."

<<toc-toc, toc-toc -nada- Maurice. Maurice la puerta, me tomaras la materia ¿recuerdas?
...Necesito que me tomes la materia, ¡voy por las llaves!

Maldición Maurice más vale que no te estés masturbando.

-Maurice no se estaba masturbando. Nada, no había nada, el pc apagado, la cama pulcramente tendida, así que el baño o el armario.

Maurice te dije que más vale que no te estuvieras masturbando, voy a entrar.

-El peor lugar, el peor lugar al que jamás quisiera entrar- ¿Estás muerto? ¡Estás muerto! ¡Maurice estás muerto!
-Tartamudeando, asustado por el sangriento escenario frente a sus ojos. Una perfecta cortadura se lucía de lado a lado en su cuello.

Apenas audible se le escuchó decir:- Maurice te suicidaste, lo hiciste.
Un timbre, dos. -Mi hermano está en la bañera, él, él, él, él...
Cálmese - se oyó al otro lado de la línea telefónica-

No me calmo, él está muerto, desangrado en la bañera... él se suicidó.
Dirección, dígame la dirección -dijo la mujer casi fuera de control-.
Belo Horizonte, a quinientos metros sur del edificio Jk, apartemento 27.

Eso fue todo, colgó. Diez minutos pasaron en los que tomó fuertemente de la mano al cadaver, con la sangre ya secándose.>>

"...en punto y a las 2:30pm en mi oficina."

"Yo... ¿lo hice bien?"

"Sí."

"Señor, ¿me repite lo que dijo antes?"

"Dije que sí lo hizo bien."

"No, lo de las horas."

"2:30pm en mi oficina, 3:00pm en la cabina."

"¿Ya?, ¿eso es todo?"

"¿Querías más?"

"No, sólo que... fue rápido."

"Niño el tiempo es relativo, pero si piensas que dos pesadas y ruidosas horas en el simulador es poco, volar de noche hasta el amanecer, muchas horas al día, estar paranoico por el que va a pasar y demás, entonces, definitivamente entonces ser piloto es para ti."

                    Otro año.
Embobado en el escenario ya pasado, no notando que el jefe de torre le avisaba sobre unos fuertes vientos, vinientes del suroeste, -irónico, allá abajo donde se oculta el sol, como la oscuridad cae todos los días, y esta parece volverse más negra, más oscura y pesada con la muerte de algun ser querido; Jeon estaba siendo un maldito, él lo sabía. Maldito por pensar en que Maurice no sé lo pensó dos veces antes de matarse y dejarlo. Seguro que se lo pensó por un mal tiempo. Esa brújula inservible que da vuelta desde el este hasta el oeste le volvería loco tanto como el darle tantas vueltas al tema que de por sí ya está decicidido-.
En fin el jefe de control hablaba sobre que esta noche iban a haber unos fuertes vientos con indicios de tormenta en el radar.
¿El viaje va a ser largo?, partiendo de Buenos Aires con una escala en La República Portuguesa para aterrizar en Alejandría.
Claro que iba a ser largo, el más largo que va a hacer.
Tan cerca de casa y ni siquiera arribaran allí.

"Jeon."

"¿Ah?"

"Jeon, ¿qué demonios? Tengo como cinco minutos hablándote hombre.
Te decía que hay unos vientos fuertes, amenazantes, pero no lo suficiente para cancelar el abordaje."

"Yo... pensaba en el viaje.
Bien."
De vuelta en lo que aturde y cansa.

"Oye niño, durante el vuelo no sé, pero sería bueno que..."

Me detiene y se va ¿qué?

"¿Cómo un hombre mayor puede correr de esa manera... y por qué viene de vuelta?" dijo Jeon en voz alta al ver que Roy -el jefe de torre- se fue corriendo con la palabra en la boca.

"Jeon ¿vas a la A5 mientras?"

"Sí."

"Haberlo dicho antes, vamos juntos que te tengo algo."

...
"Mira, dulces, la vida dulce se disfruta."

"¡Oh! que sorpresa, el viejo consintiéndome. No me malacostumbres."

"Ya te malacostumbré y esa carita no ayuda mucho, además eres un niño."

"¡No soy un niño! Y allá me has dicho 'hombre'. Creo que tienes alzhéimer."

"Ya, ya. Venga que tienen un sabor a arroz dulce, crema de arroz o maní, no estoy seguro, pero saben deliciosos.

-pero que considerado el viejo al preocuparse por mí.-

Descansa tu trasero que el abordaje aún tarda unos veinte minutos."

"Sabes, primero me baño rápido así que me llevo la bolsa con confites, cuando venga me acompañas con el sawdwich cubano que me dio Lily de la escala anterior."

"Te acompaño, mientras está Sarlens en la torre, pero más vale que este bueno, porque sino me deberás una hora de almuerzo."

"Estuvo en refrigeración, además harás feliz a este niño."

"Bien a bañarse entonces."

El baño termino.  Los sándwiches también y el vuelo también.
Un pequeño incomprendido de vuelta a casa... que se arrugo para alcanzar el cielo.
Fin de semana en casa, un par de días para dormir, largarse a pensar y...  volar.

Vemos y quedamos enganchados a la primera, como con los libros. Estamos en casa pensándo en el objeto.
Luego está cuando se obsesiona.
Cuando se necesita, como un vicio, el escape de todo lo que pesa y nos encierra tanto que lo cotidiano nos asfixia. ¡Caustrofobicos a la vida! Caemos al suelo.

Jeon JungKook vio en el cielo la cálidez, nadie sabe cuan placentero se siente estar allá arriba, sin pesos u opresiones almenos por un rato.
Nadie sabe cuanto adora pilotear uno de esos.
Y no es por pilotear, es más por estar en el cielo.
Despejaba su mente del escenario que se repetía inoportunamente.
Con nubes y neblima más lúcido se le veía, menos triste parecía.
No ha tocado una nube porque, bueno, porque mataría a toda la tripulación que viaja en el avión.
Un aeroplano, sí, uno de esos, así las nubes le harían frente, cara a nube mientras viaja a gran velocidad.

Se encontraría así mismo dejando de sostener el volante y todo lo demás, dejando de ejercer fuerza, perdiéndose en las nubes, en el cielo y en lo que significa.

             Dos días después.
"...algo me lleva a pensar que en eso fue en lo que pensó al subirse a esa máquina del demonio que al menos le dio lo que quería, tocar el cielo.
No me siento enojado con este, el cielo, por haberse llevado toda la atención de mi niño, porque al menos está llorando su perdida."

Jeon JungKook, piloto.
El niño del cielo -se leía en la lapida.

No todos, pero sí los directores, azafatas y uno que otro piloto, más, claro está, el jefe de torre de control; el hombre que le dio cariño a su pequeño niño, el cariño que dos no viejos "padres" no le dieron al pequeño Jeon y ahora él se quedó sin su niño, él también se quedó solo.

                        Fin.

*A5 nombre que le di a la sala en la que azafatas y pilotos relajan el trasero, comen y se dan un baño rápido mientras el abordaje termina.

*La historia trata el suicidio, en cualquier edad. Lo miserable quedebe ser una persona para no tener más salida.