Capítulo 3

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-¡Este es el pequeño niño marica que les dije que no me despegaba la mirada hace unas horas!

El chico exclama apuntándome directamente al medio de mis ojos, entre mis cejas. Luego bajo la mirada sintiendo la ansiedad social crecer pues todos empezaban a reírse, y solo unos pocos miraban con preocupación la escena. <<Cálmate Bailey, no vayas a llorar frente a este idiota>> me repito mentalmente muchas veces hasta que dos dedos que chasquean frente a mis ojos me sacan del pequeño trance en el que estaba

-Hey, mariquita, ¿quieres que te lleve a tu asiento o qué, imbécil?- pregunta el chico que era más alto que yo, con el cabello rubio, casi blanco, y la oreja derecha perforada

-No gracias, pseudomachito- gruño por debajo de mi aliento y el chico que logra escucharlo ríe levemente, más luego se calla y camina hasta la parte trasera del salón donde yo estaba encaminándome al único asiento vacío

-Soy Connor, mucho gusto- saluda el chico que escucho mi intento de insulto con una sonrisa en los labios. El chico era de mi misma altura, con una playera marrón sin estampado que dejaba ver parte de sus clavículas blanquecinas. Tenía un beanie negro, al igual que su pantalón rasgado, y sus ojos era celestes. Era el celeste más claro y brillante que había visto. Es hasta que tose ligeramente que noto que tenía su mano extendida hacia mi. Dios, que incomodo lo debí haber hecho sentir. Sacudo su mano levemente co una tímida sonrisa, y con un murmuro le digo

-Un gusto, soy Bailey.

El chico sonríe cálidamente y toma asiento al lado mío al mismo tiempo que el profesor entra a clase. Todos le miran atento, menos yo, que trato de mantenerme oculto detrás de la chica que está frente a mi, hasta que llama mi nombre

-Tenemos un nuevo alumno, ¿Bai? ¿Bailey? ¿Lo dije bien?

-Sí, lo dijo bien

-¿nos harías el favor de pasar al frente y decirnos un poco de ti?
<<Preferiría no hacerlo>> quería decirle al señor en ese momento, pero asiento bufando un poco y caminando hasta el frente del salón.

-Uh.. mi nombre es Bailey. Tengo 18 años y hasta ahora vivía en Escocia. Me gustan los videojuegos y no soy de salir muy seguido.
-Olvidaste decir que te gustan las vergas- exclama el idiota de hace un rato, por lo que el profesor solo le reprende
-¡Ese es un comportamiento inaceptable! Tienes detención el resto de la semana, 2 horas. Además que ahora estarás forzado a trabajar con Bailey en el proyecto que les voy a explicar en un momento, señor Ulrich

Esto tenía que ser una puta broma. ¡El primer día y además de ya ser el objeto de burlas de un chico que tiene una cabeza más que yo de altura, y aparte tengo que trabajar con el en un trabajo! ¿Que clase de suerte de mierda tengo?

-Esto.. preferiría trabajar con alguien más- le digo al profesor mirándolo con ojos de "por favor no me ponga con este mastodonte" pero niega con la cabeza-

-Señor Adams, debes trabajar con el señor Ulrich, y espero un trabajo aceptable.

Puta. Madre.
**************
La clase sigue con tranquilidad, y el proyecto en el que debíamos trabajar era cualquier tema relacionado con la ciencia. Que suerte que soy algo hábil con estas, y soy ligeramente creativo. De Ulrich.. no se puede decir mucho. Toda la clase tenía una ceja arqueada como cuestionando cada palabra que salía de la boca del profesor, lo cual lo hacía ver completamente ridículo.
Tras la clase, Ulrich, que ahora sabía que se llamaba Matthew, me fulmina con la mirada cómo si con esta quisiera matarme. Si las miradas fueran mortales, todos sabrían que ahora estaba muerto.

Cambian las clases y es un alivio de que diez clases del primer día, 8 la comparto con Connor y solamente dos con Matthew. Connor es un chico agradable, y muy lindo. Estábamos en el almuerzo cuando Matthew se sienta al lado de nosotros. Ruedo los ojos y Connor me dedica una sonrisa cómplice.

-Y bueno, mariquita ¿ya sabes que vas a hacer para nuestro proyecto?- pregunta Matthew con una sonrisa burlona y sus cejas subiendo de arriba a abajo. Si el muy imbécil no fuera tan grosero y prepotente, estoy seguro que intentaría ligármelo. Pero no es el caso

-¿Qué? Lo vamos a hacer juntos, o no hacemos nada- gruño algo molesto y luego aprieto mis puños debajo de la mesa de la cafetería. Matthew gruñe y se levanta, no sin antes pedirme mi teléfono para ponernos de acuerdo con el proyecto.

De mala gana le doy mi numero, y luego sigo hablando con el adorable Connor. Sus pequeños rizos que tenía en el cabello eran completamente tiernos, y cada que sonríe sus ojos quedan ocultos detrás de sus mejillas rosadas

-Y.. Bailey, ¿hay algo de verdad en las palabras de Matt? O sea.. no que eres un mariquita ni nada de eso, pero ¿te gustan los chicos o..?
No debes responder si no quieres, yo entiendo- murmura velozmente Connor antes de sonrojarse. Dios, este chico era lindísimo.

-Sí, Conito- el chico ríe ante el apodo, con sus mejillas ligeramente rosadas- soy gay. Aunque aquí nadie lo sabe oficialmente, excepto tú

La mirada de Connor se ilumina ligeramente, y luego aclara su garganta con sus mejillas ahora completamente rojas

-¿En serio? Eso es ¡genial! Bueno.. no hay muchos chicos gay tan lindos como tú por aquí y.. -después de darse cuenta de lo que dice se sonroja y cubre su boca- olvida lo último que dije. Bueno.. también soy gay, sí. Pero no le digas a Matt. No quiero que me golpeé o algo así- murmura esto último bajando la mirada. Acaricio sus nudillos y luego dejo mis dedos sobre los suyos

-Tú secreto está a salvo conmigo-

Pero no lo estaba. Ninguno de los dos habíamos notado que Matthew estaba pasando detrás nuestro hasta que el primer golpe cayó en la mejilla de Connor.

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N/A: Feliz año nuevoooo. Espero les esté gustando la historia, y cualquier sugerencia la acepto UuU

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⏰ Última actualización: Jan 04, 2018 ⏰

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