Se va al patio y le da una calada al cigarro. Con sus quince años tiene un físico increíble, pero ella no termina de creérselo.
-Tira el cigarro y vuelve a la habitación- le dice Cass
-Pero, ¿tú que eres, un fantasma? Cada vez que desapareces, al rato estás en otro sitio.
-Que vuelvas a la habitación.
-Ya va, ya va- responde ella, desesperada.
Va fijándose en todo, entonces observa que la habitación 313 está ocupada. Todos los que ingresan en ese hospital dicen que esa habitación nunca ha sido ocupada.
-¿Qué miras?- le dice una voz masculina procedente de allí.
-Perdona, ¿te has confundido de habitación?- le pregunta entrando. Cuando está allí ve a un chico moreno, con los ojos verdes, que no parece estar muy enfermo.
-No, joder, todos me preguntan lo mismo. ¿Te importa irte de una puta vez?
-Mira, chaval, sé lo que crees. Te pones chulo porque crees que vas a estar aquí una semana y todo a tomar por culo. MAL. Te confundes, amiguito, todos los que entran están aquí mínimo un mes.
-Y, tú, ¿llevas aquí mucho tiempo?- le pregunta asustado
-Dos años y tres meses- le contesta, mientras se aleja.
La relación con este chico misterioso no hace más que comenzar.