Guilty Secret (Creek)

Capítulo 2

Me levante con un gran dolor de espalda, realmente no es cómoda esta cama, como me gustaría dormir en mi cuarto cuando era niño. Después de bañarme y alistarme fui rumbo a la iglesia, cuando salí de la cabaña note algo extraño, es como si alguien hubiera estado por esta zona, decidí no tomar atención y seguí con mi camino.

Cuando llegue a la iglesia el padre Maxi ya no estaba, seguro ese anciano ya había partido a su nueva vida de descanso; limpie un poco, realmente el lugar estaba sucio, prepare el sermón que daría el día de hoy y abrí las puertas, creí que nadie iba a venir, ya que eso me dijo el padre, pero no, estaban mis padres junto a mi hermana, extrañaba verlos, mi padre solamente me saludo, mi madre y mi hermana me dieron un gran abrazo, luego pasaron adentro, luego vi a los Marsh, excepto a Stan, me imagino que aún sigue en la universidad, luego vi a Token y Nicole, wuao realmente mi amigo era otro hombre, vestido elegantemente junto a su prometida, con señas acordamos vernos después, y a si mas llegaron y la misa empezó.

Yo era alguien que no le gustaba los típicos sermones aburridos en el cual casi todos se duermen, así que, para sorpresa de algunos, saque mi micrófono y de forma viva y eufórica comencé a dar el sermón, cada palabra que decía tenía mucho sentimiento, alzaba el tono de mi voz y gritaba en nombre del señor, hacía que todos se paren y alcen sus manos, parecía las típicas iglesias donde iban la gente de color, no es que sea racista, luego todo culmino con el abrazo de la paz y la gente comenzó a retirarse, excepto Token y Nicole, ellos se quedaron para saludarme y decir lo mucho que me extrañaron.

-Realmente eres otro- dijo mi amigo -hermano donde quedo el Craig de antes -comenzó a reír y me dio una palmada en la espalda-

-Deja de molestarlo Token, él decidió ser quien es ahora y debemos sentirnos orgullosos- respondió su prometida y sonrió amablemente.

-Bueno, el tacofílico de Clyde no quiso venir porque le aburren las misas, dijo que prefería ver porno- cuando dijo la última palabra se dio cuenta que estaba en la casa de Dios y era una ofensa hablar de esa forma, Nicole al escucharlo le dio un pellizco en el brazo mientras lo regañaba.

Mientras tanto yo no podía ponerme nostálgico al escuchar su forma de hablar y actuar, me hacia recordar esas épocas donde nadie tenia preocupaciones y solo vivíamos nuestro día a día, jugabamos y bromeabamos, eso era vida.

-Bueno chicos, gracias por quedarse un rato más, realmente extrañaba oírlos y verlos, ojala nos podamos reunir después, seré parroco pero eso no quiere decir que no pueda divertirme- 

-Haremos que te arrepientas de haber vuelto padrecito amigo, necesitamos a nuestro Tucker jodido de antes... carajo.. creo que ya me gane un paso vip al infierno- comenzamos a reír todos y luego se despidieron y salieron de la iglesia.

El día se paso volando, luego de la misa decidí revisar un poco de papeleo para organizar las actividades futuras que realizaría en la iglesia y también ordene los documentos, la verdad no me gustaba dejar las cosas sin clasificar y ordenar, era un poco obsesivo con eso, luego almorcé en la oficina y fui a las bancas a rezar un poco, sin darme cuenta ya el cielo estaba oscuro y con lo cansado que fue el día me quede dormido.

-Creo que el lugar ya esta vacío, así que es momento de iniciar con una pequeña travesura- sonrió malvadamente el demonio y con tridente en mano rompió las puertas de la iglesia e ingreso volando, Tweek se veía vilmente hermoso, con sus grandes alas y sus cuernos mostraba ser un ser realmente cruel y malvado, la oscuridad del cielo y con el reflejo de la luna sus ojos rojos resaltaban mas y con una sonrisa mostrando los colmillos y luego relamiéndose el labio superior comenzó a botar fuego de su tridente y así empezó su pequeña travesura.

La iglesia se empezó a arder, el fuego consumía cada parte del lugar, nadie se dio cuenta de la catástrofe que estaba sucediendo, Tweek reía y era complacido de ver este terrible espectáculo, él quería demostrarles que alguien había llegado a South Park para destruirlo y hacerlos sufrir, su preciado lugar de espiritualidad y fe había sido destruido y ya no tendrían esperanza, ese era su objetivo, las maderas empezaron a caer, los vidrios a reventar, realmente todo estaba siendo consumido, ya no había vuelta atrás.

Cuando el demonio estaba listo para retirarse escucho a alguien toser, él creyó que no había nadie en él lugar, pero el saber que alguien moriría lo alegro más porque el acontecimiento serías mas dramático y chocante, ignoro las tosidas y siguió saliendo del lugar, hasta que escucho la voz, esa voz que lo paralizo.

-Aux-auxlio- dijo el joven parroco con mucho dificultad, ya que el humo había invadido sus pulmones -por favor ayúdenme- fue lo último que pudo pronunciar luego de caer desmayado al piso.

-Lástima, justo tenías que ser tú, bueno adoro los finales felices - la sonrisa en su rostro era despreciable, el ser al que alguna vez había amado estaba muriendo y él no mostró ni una sola gota de piedad, había decidido dejarlo morir.

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O eso creyó, un silencio se apodero del lugar, frunció el ceño y apretó su puño fuertemente -Te odio Craig Tucker-