Hopeless {Ashton Irwin fanfic}

She knows every word to the saddest songs

Me dormí rápidamente. Y tuve un sueño extraño, no se sí se podía llamar pesadilla a aquello.

Había soñado con Ashton.

"Había soñado con Ashton"

Me moría de vergüenza solo de pensar en ello, seguro que si le veía me pondría tan roja que correría peligro de explotar.

Había sido demasiado raro. En realidad, ningún sueño mío era normal.

El sueño empezaba en clase, yo estaba sentada y el de repente de acerco a mi y me beso. Yo le correspondí el beso y cuando deje de besarle de repente, estaba en la calle y apretaba mis puños mientras veía a Ashton besar a otra chica, después, los dos se giraban mientras se reían de mi y me señalaban. "¿De verdad pensaste que yo te quería?" gritaba entre risas Ashton.

Aún seguía confusa. ¿Porqué coño había soñado eso? ¿No podía tener un sueño normal y bonito por una vez?

Me levanté mientras unas lágrimas de asomaban por mis ojos cansados.

Nada más caer me las limpie con el dorso de mi mano.

No iba a empezar el día así. No.

Además hoy no tendría que ver a nadie de clase ni tener que poner otra sonrisa ensayada frente a un espejo en mis labios.

Hoy podía hacer el gilipollas sola en casa hasta el punto que me diese la gana.

Mire el reloj todavía sentada en la cama.

Todavía eran las nueve de la mañana, y me había dormido bastante tarde.

La última en dormirse y la primera en despertarse. Siempre así.

Me puse una camisa larga de los Ramones y unos leggings negros viejos.

Ninguno de mis padres estaba en casa. Así que cogí los altavoces y conecte mi iPod.

Give 'Em Hell Kid empezó a sonar a todo volumen dejándome casi sorda.

Llego el estribillo y la letra salió sola de mi boca, casi gritando de la rabia.

"If you were here I'd never have a fear.

So go on live your life.

But I miss you more than I did yesterday.

You're beautiful!"

Vale, si alguien me estuviese mirando ahora mismo pensaría que soy idiota.

Estaba cantando y bailando mientras me intentaba hacer una puñetera coleta para no parecer una muerta.

Me gire hacia la ventana para cambiar de canción, pero no pude ya que me tuve que agachar a toda prisa.

Había un chico mirándome por la ventana. Mi supuesto vecino. ¿Pero qué coño estaba haciendo? Que vergüenza. ¿Me había visto desnuda?

Espero que no. Ya tenía suficiente fama de puta.

No me podía quedar toda la vida agachada debajo de la ventana. Así que me levanté y subí lentamente mientras me giraba para mirar a la ventana. Llevaba aquí apenas dos semanas y aún no había hablado con nadie de la urbanización.

Tampoco me apetecía. Pero tendría que hacerlo. Decidí que no era buena idea hablar mediante una ventana y gritando a cuatro vientos, así que me puse los primeros zapatos que encontré y baje hacia la planta baja. Ni siquiera me mire en el espejo antes de salir porque debía de estar aún peor que ayer. Salí con las llaves en la mano y me dirigí hacia la casa que se encontraba junto a la nuestra.