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Jungkook aún sentía ganas de aplastar a los estúpidos niños que molestaron a Taehyung, porque a pesar de que este intentará lucir lo más contento posible y tuviera una sonrisa en sus labios sabía que estaba triste y eso le ponía furioso. No quería ver a su pequeño así, sólo quería observar como este reía y tenía ese brillo en la mirada que tanto a Jungkook le encantaba. Definitivamente no soportaba la idea de TaeHyung siendo infeliz a su lado, de verdad no, por eso armó un plan junto con la ayuda de Jimin y Hoseok. Ambos sabían de la existencia de su pequeño, pero sin tener idea de que este era un híbrido, porque Jungkook aún no tenía la confianza suficiente al momento de decir que era uno de ellos. Tenía miedo de que las personas menos indicadas supieran de la existencia de su pequeño, y además no quería que Jimin o Hoseok estuvieran detrás de él como un perro persigue su cola.

TaeHyung era sólo de él. De nadie más.

La idea o el plan consistía en ir a la feria que se estaba recién instalando en la ciudad, comprarle un peluche del tamaño de él mismo y subir en distintos juegos. Jungkook estaba decidido a plantar una hermosa sonrisa en los labios del chico.

Taehyung estaba decorando en ese momento galletas que el mismo había hecho, les hacía caritas felices e intentaba que la pasta de colores no se escapara hacia los lados. Se veia totalmente hermoso con su lengua afuera y tocando su labio superior con la misma, demostrando lo concentrado que estaba. El pelinegro sólo tenía ganas de ir hacia allí y besar su labios de forma suave para mostrarle lo mucho que importaba.

-Te están quedando hermosos -murmuró detrás de él sonriendo cuando TaeHyung se sobresalto por su cercanía.

-¿Tu crees, kookie? -pregunto con una sonrisa adorable, que sólo hizo que a Jungkook le gustara más.

-Si, me gusta ese -apoyo su cabeza en el hombro de TaeHyung, sosteniendo su cadera con ambas manos y dando leves caricias sobre estas.

-Kookie, ese eres tú -solto un risita cuando escucho un exclamación indignada detrás de él-. Lo siento, quedaste un poco... Mmm, horrendo.

-Oye, soy hermoso incluso en esa galleta que de seguro debe estar deliciosa -beso el cuello del híbrido ocasionando que este empezará a ronronear cuál gatito con una caricia-. Me gusta cuándo haces eso.

-¿Q-que cosa? -pregunto tomando la pasta de color azul para hacer un lindo sombrero de copa a su galleta.

-Uhm... -murmuró besando debajo de su oreja, dejando un camino de besos hacia el cuello del híbrido. Se deleitó nuevamente escuchando el ronroneo de TaeHyung-. Ese sonido, pequeño.

-N-no puedo evitarlo -suspiro llevándose a la boca una de las galletas que había hecho primero. Parte de la pasta quedó sobre su labio incitando a Jungkook. Poco se resistió cuando su híbrido se dio la vuelta y lo miro con esos ojos que tanto le gustaban; se inclinó sobre su rostro besando sus labios de forma delicada y pausada, pasando su lengua lentamente sobre la Mancha de color sobre su suave labio. Taehyung jadeo cuando sintió aquella acción, pero lo peor ocurrió cuando pensó que su corazón se iba a salir por el beso que se profundizó. El pobre chico tuvo que sostenerse de los brazos de Jungkook para no desmayarse en ese mismo momento, el pelinegro se dio cuenta del estado en el que se encontraba TaeHyung por lo que no dudo en acelerar un poco más el ritmo de aquel contacto que a ambos los tenía delirando.

Se separaron cuando el aire empezó a faltar en el organismo de ambos. Jungkook observó complacido el sonrojo de TaeHyung y el híbrido observó con curiosidad la sonrisa que tiraba de los labios de Jungkook. -¿Por que sonríes, Kookie?

-Tenia razón, sabe delicioso -murmuró dejando un casto beso en la boca de TaeHyung entreabierta por la confusión.
...

Sí, tenia razón. Le encantaba ver esa sonrisa tan deslumbrante que TaeHyung tenía en ese preciso momento adornando sus labios. Ambos se encontraban en la feria de la ciudad, habían varias atracciones y TaeHyung se mostraba temeroso a subirse en la mayoría de ellas.

El pelinegro se encontraba un poco frustrado también, ¿por que? Simple, su híbrido -su pequeño- se encontraba abrazando con ambas manos su gran peluche de conejito y eso le fastidiaba de una manera enorme. Se suponía que TaeHyung debería darle la mano y pasear como la "pareja" que eran, además muchas miradas se encontraban enfocadas sobre su hermoso acompañante quien sin saberlo sonreía y hacia soniditos que solo provocaba ternura en cada persona que lo veía.

-TaeTae -Jungkook murmuro haciendolo parar sólo para darle un beso suave en frente de todas esas personas mal educadas-. No me gusta como te miran esas personas.

Casi gruño cuando vio a un par de personas -chicos- ahogar una exclamación de tristeza, TaeHyung quien aún se encontraba sin saber que demonios sucedía se sonrojo debajo del gorro afelpado y la bufanda de color marrón que Kookie le había dado, sólo para que el olor de él estuviera impregnado en todo su cuerpo.

-¿K-kookie? Nadie me esta mirando -murmuro con una sonrisa encantadora, que sólo hizo a Jungkook soltar un queja por lo adorable que se veía.

-Claro que sí, te miran como si fueras su presa -dijo recorriendo su alrededor fijándose en el grupo de chicos que los miraban afirmados desde una pared color rojiza-. Y eres mío, no quiero que lo hagan.

-Ignoralos -murmuro besando la punta de su nariz con cariño, demostrando que él solo estaba para su lindo Kookie-. Yo solo quiero estar contigo, ¿Esta bien?

-Esta bien -respondió dándole un casto beso en sus labios.

Jungkook esta vez no dudo al momento de tomar su delicada mano y entrelazar sus dedos con cariño. Sonrió cuando su pequeño grito con clara emoción, Jungkook miro hacia donde apuntaba y sintió que la comida que había ingerido hace poco se devolvía con solo observar la atracción.

-¡Quiero subir a esa, Kookie! -grito con emoción tirando de la mano de Jungkook, se posicionaron en la fila y esperaron a que al fin pudieran entregar los feos boletos color amarillo pálido.

Ambos caminaron hasta entrar a las cabinas de la rueda de la fortuna, él híbrido se encontraba emocionado, mientras Jungkook rezaba para no ponerse mas pálido de lo que estaba.

-¿Te dan miedo las alturas, kookie? -preguntó un tanto preocupado por el estado en el que se encontraba su amo.

-Un poco sí -dijo abrochandose el cinturón de seguridad con las manos temblorosas. TaeHyung al ver eso puso sus manos sobre las suyas y las beso con cuidado logrando que Jungkook soltara un suspiro lleno de cariño.

-Debiste decirme, ahora no podremos bajar -murmuro con un puchero que fue besado inmediatamente por el mayor.

-No te pongas triste -beso su rostro repetidas veces, haciendo que el híbrido riera por las cosquillas que le causaban.

Además hará aún mejor la sorpresa.

...
Holaaaa:)
¡El libro ya llego a 300 leídas!
Estoy tan tan, pero taaaan feliz(≧∇≦)/
Mucho amor para ustedes, querido lectorxs♡

My Little Hybrid»KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora