¡Lxs amo! No saben cuanto. En serio estoy muy agradecida de todos ustedes. Prometí no llorar;-; Ya son 3,12k de vistas y ¡ahh! No puedo estar más feliz, estoy tratando de hacer lo mejor para que ustedes disfruten y pues no se esta haciendo fácil debido a mi "bloqueo creativo", no sé como seguir la historia desde el punto en el que quedé. Espero que eso se arregle rápido, porque no saben las ansias que tengo de que lean todo lo que se viene -carita malvada-. Lean hasta el final -si quieren- Hay unas imágenes que encontré en Twitter hace tiempo y ahora que las veo, se parece bastante a lo que escribí, sólo que Jungkook es pasivo ahí:v Como sea, disfruten pequeños saltamontes.
¿Alguna vez han sentido esa sensación tan placentera que se activa sólo cuando estás con la persona que amas? ¿Esa que es como un cosquilleo? Aquella que te ataca mientras lo ves sonreír, mientras lo abrazas y lo llenas de mimos, y besitos que lo hacen reír de manera adorable, ¿no? ¿sí? Bueno, Jungkook sabe de esa sensación, sentimiento, como quieran llamarlo.
Todos los días desde que Taehyung llegó a su vida ha sido así. No puede parar de tocar su piel y atacar sus labios a besos, aquellos que producen tantos sonrojos y sonrisas bobas, pero llenas de un amor tan puro como las miradas que ambos le dan al otro cuando piensan que están lo suficiente distraídos como para no darse cuenta.
Podría decirse que aquellos sentimientos fueron desarrollados en tan poco tiempo para ser reales, sin embargo no se necesita estar con una persona años antes de saber que es la indicada para compartir la vida y lo que sigue después de la muerte. Jungkook pensaba a diario cuando observaba aquella carita tan hermosa y delicada mientras dormía, y se alejaba de todos esos problemas que lo rodeaban, que no podía ser más afortunado de tener a su lado a un ser tan perfecto en todos los sentidos.
Sabía que eran pensamientos precipitados, pero no podía pensar en un futuro sin su bello híbrido, aquel que con timidez besaba sus labios cuando se sentía apartado, aquel que con sólo su presencia iluminaba la fea oscuridad que acompañaba a Jungkook.
Por eso, cuando pensaba que no estaba siendo lo suficiente bueno para su pequeño, lo llenaba de palabras lindas y tantos "Te amo" como podía. No era algo que le costaba, es más, se podría decir que aquellas oraciones tan cursis salían de lo mas profundo de su alma.
A veces cuando no veía a su novio en un largo periodo de tiempo sentía que algo faltaba, algo que era tan indispensable, tanto como el aire que respiraba. Necesitaba de sus abrazos y de su colita enrollandose en su cintura mientras lo cargaba en su pequeño apartamento, sólo para mantenerlo lo más cerca posible de su calidez. Algo como lo que sucedía en ese momento; el pelinegro tenía al híbrido apretado entre sus brazos, besando su rostro con delicadeza.
-¡Ah! K-kookie, quiero malvaviscos -murmuró siendo besado en sus labios varias veces castamente.
-Luego -beso sus párpados ganándose un pequeño grito de protesta por parte de Taehyung-. Quédate quieto.
-Pero, Kookie -un puchero apareció en sus labios haciendo sonreir al mayor-. Tengo hambre, vamos a comer ¿si?
-Yo también tengo hambre.
-¿Ah si? -murmuró riendo por las cosquillas que la respiración de Jungkook le provocaban en el cuello-. Entonces vamos a comer, ¿Qué estamos esperando? -intento liberarse de los brazos del pelinegro, sin embargo le fue imposible.
-No, yo tengo hambre de t... -fue interrumpido por la mano del híbrido sobre sus labios. No iba a dejar que terminará esa oración porque siempre que la decía, el caí rendido por sus caricias.
-Eh, Kookie -murmuró besando la punta de su nariz-. No digas eso, es injusto -bajo sus orejitas mientras apretaba las mejillas de Jungkook.
-No es injusto. Es la verdad, bebé -habló con la voz distorsionada debido al apretón que tenía Taehyung sobre su nariz.
-Mmm, ¿Qué tal si... -murmuró jugando con el cabello de Jungkook-. ¡Ya sé! Te doy muchos besitos después de comer malvaviscos.
-No.
-¿Por que? ¿Ya no te gustan mis besitos? -murmuró un tanto decepcionado. Si no le podía dar besitos, ¿qué más podría hacer?
-No, me encantan. Es sólo que yo puedo darte muchos besitos ahora -respondió acariciando la espalda del híbrido ganándose un pequeño ronroneo.
-Mmm, eres malvado -murmuró Taehyung dejándose acariciar por las suaves manos del mayor-. ¡Aish! Esta bien, puedo esperará u-un poco más.
-Lo sabía -beso el cuello del híbrido extasiandose por el aroma que desprendía y de los ronroneos suaves que el menor producía.
-Pero no te acostumbres, Kookie -murmuró suavemente suspirando por todo aquello que le hacia sentir el el pelinegro con sólo acariciar su piel.
-Muy tarde.
Y es que sí, Taehyung era, es y será el mundo, no, el universo completo de Jungkook. Con todos esos berrinches, con esos besos robados y aquellos momentos tan hermosos que lo único que hacen es hacer suspirar de amor a ambos.
No podían evitarlo, ¿pero que más da?, de todas formas ninguno de los dos quiere terminar la hermosa historia de amor que recién esta comenzando.
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