Me siento cansado. Tan cansado que me cuesta mantener los ojos abiertos. Ya no puedo seguir preocupándome por estos dos imbéciles. Que se vayan al demonio. Mírenlos, o mejor, no lo hagan, por favor, sólo me causarían más pesar. Comiendo del mismo plato y con el mismo tenedor, intercambiando discretamente sus babas. Nauseabundo. Estamos en la cafetería del hotel, a plena vista, sin siquiera tener un privado. Me parece un completo descaro que se comporten así ¿Qué no comprenden quiénes somos? ¿No les importa ser vistos? Desde nuestra mesa, a cinco metros detrás de la de ellos, le doy una mirada preocupada a Ringo, sentado a mi lado, pero poco parece importarle. Vaya pues, al menos a mí sí me importa.
Poco me falta para gritarles: "Consíganse un cuarto, maricones". Pero, de hecho, ellos tienen uno, justo al lado del mío y de Rings. Como en cada tour. Esto implica que no sólo debo mirarlos durante el día y fingir que nada sucede. En las noches mi imaginación gira y gira, creando imágenes horrendas de lo que puede estar sucediendo en el cuarto contiguo, y provocándome nauseas que no me dejan descansar.
Ni hablar de tocar a su puerta. Siempre trato de evitar confrontaciones cuando la feliz pareja está en su luna de miel. Desearía que siempre fuera posible. Pero a veces no lo es. Anoche, por ejemplo, un viento anormalmente frío e intenso comenzó a soplar en la cuidad (anormal para los pocos días que llevamos aquí). Al salir de la ducha, y a pesar de la cantidad de toallas sobre mi cabeza, el frío se coló y pronto comencé a estornudar de manera incontrolable, era claro qué si no deseaba enfermarme en la gira y vivir el infierno a manos de Epstein, no podía permitirme dormir con el cabello húmedo, siendo mi única opción pedirle a Paul su pesada secadora de cabello.
Al tocar la puerta de la habitación de al lado, Paul me recibió sonriendo, una bata de baño abierta le caía por los hombros y de la cintura para abajo usaba uno de sus millones de pares de boxers ceñidos; mientras que John por su parte, estaba sentado sobre una de las camas individuales, sólo usando sus boxers, mucho más holgados que los de su novia, y me saludó con un movimiento de su mano. Ambos estaban de palpable buen humor.
― Servicio a la habitación― Dije a manera de saludo.
―Vuelva más tarde― Respondió Paul, cerrando la puerta dos segundos antes de volver a abrirla y apuntarme con el dedo como acusando: "te lo creíste".
― ¡Váyase a la mierda! ―Gritó John desde atrás. Esto hizo reír a Paul. Como siempre, ante cualquier bufonada de John. Tuve que rodar los ojos con cansancio.
― ¿Qué te trae por aquí Georgie? ―Habló Paul, dejándome pasar a la habitación.
― ¿Me prestas tu secadora? Hace frío y no logro secarme en cabello―. Le respondí. A decir verdad, quería irme lo más pronto posible. Me sentía sumamente incómodo siendo el mal tercio, en especial cuando ambos estaban paseando en ropa interior. Sería diferente si Ringo estuviese aquí o si estuvieran haciendo música, pero en esta ocasión, pude ver que incluso sus guitarras estaban olvidadas en un rincón; y no pude evitar pensar lo cerca que estaban de iniciar algo más íntimo. Además, quizá a causa de mi paranoia, sentía un olor almizclero y una atmósfera densa, justo como la que deja el sexo.
Claro, tómala―. Respondió Paul, señalando al tocador con un movimiento de cabeza. Luego se retiró, hasta llegar a la cama de John y se sentó a un lado de él. Cuando alcancé el aparato, noté que seguía conectado a la toma de corriente, y estaba caliente; acababan de usarlo, quizá se habían duchado juntos. La imagen me estremeció.
Mi ansiedad se incrementaba cada segundo que permanecía en la habitación, esperando que el aparato se enfriase, y el espejo frente a mí, que mostraba el reflejo de los tórtolos idiotas detrás, no hacía más que empeorarla. John se encontraba tirando de la bata de Paul, mendigando su atención, como siempre; y Paul lo ignoraba con una sonrisa y mirándolo solamente de reojo. Súbitamente, una exclamación sofocada se escuchó en la habitación e instintivamente viré para descubrir el origen del sonido. El estómago me cayó de inmediato hasta los pies. Descubrí a Paul tendido sobre la cama, retorciéndose y con la cara roja de risa, mientras John, tendido sobre él, metía sus manos dentro de su bata. Yo estaba paralizado. Mis ojos, que no podían siquiera parpadear, observaron con terror como Paul pasaba de golpear a John en un intento de liberarse, a sostener firmemente sus brazos como aceptando su cercanía; mientras John por se había separado un poco de Paul para dejarlo respirar, y había colocado sus manos en el colchón a ambos lados de su cabeza.
Pensé que nada peor podía pasarme, pero entonces, algo aún más horrible sucedió, John me miró, me miró a los ojos y por Dios que me enseñó los dientes, cual perro protegiendo su alimento. Asustado, busqué la mirada de Paul para pedirle que me ayudara, pero él no hizo más que desviar su rostro, mostrándome que aprobaba la actitud de John y que yo debía marcharme.
Los maldije a los dos en silencio y con torpeza tomé la secadora, aún caliente, y me apresuré hasta llegar a la puerta. En un único atisbo de valor grité:
― ¡Hasta mañana! ― Y salí de ese infierno.
Y ahora aquí estoy, batallando por mantener los ojos abiertos, pues la escena de anoche apenas me ha dejado dormir. Y es que no sólo resulta asqueroso que dos de mis amigos estén jodiéndose por el trasero, ojalá eso fuera todo, pero habrá consecuencias cuando esto salga a la luz. Y sólo considerar que ambos podrían terminar muertos por esta estupidez me hace temblar. Después de todo, no sé que sería de mi vida si esos dos no estuvieran más conmigo.
Un bostezo se me escapa y apoyo mi cabeza en la mesa, creo que ahora podría dormir unas horas.
―Vete a dormir George― Me regaña Ringo y deja sobre la mesa la llave de nuestra habitación. Por una vez lo obedezco y me levanto dispuesto a irme ― No es tú asunto, ellos saben bien lo que hacen―. Agrega al final. Le respondo con un gruñido y asiento la cabeza. La verdad es que no quiero más que creerle.
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Finalmente les traigo algo nuevo, disculpen que sea tan corto y que me haya tomado tanto tiempo, espero les guste.
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George está preocupado (Mclennon)
RomancePaul y John tienen una relación y George siente que carga con la peor parte. Oneshot que aborda un episodio de la relación McLennon desde el punto de vista de George.