Estaba dentro, tan dentro.
y cuando llegamos, cerré la puerta tras de mí y ella me miró, con aquellos inmensos ojos cafés que si los veías a su primer despertar de la mañana, su oscuridad noctura se despierta y es como tomar un chocolate caliente antes de dormir.
Su expresión de tanta confusión me descolocaba, así que le regale una sonrisa y me acerque mientras que ella, como queriendo que pasara, retrocedía.
y mis manos se posaban en su vestido.
"no."
¿no?¿me iba a decir que no, después de insinuarse de esa forma?
"lo hago por nosotras, cariño..".
Y sus manos ahora inmovilizadas, sus labios empezaron a moverse
y mi mano libre deshaciéndome de su vestido.
"Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre..."
¿estaba rezando?¿pidiéndole a Dios?
mis dedos se deslizaron y ella cayó y empezó a sollozar.
"te has vuelto estúpida con esos amigos tuyos.."
seguí tocando y besando todo lo que pude, escuchando sus suspiros y sollozos, extendiendo sus suaves y palos muslos, rodeando sus piernas en mi cintura, dejándose hacer.
" sabía que te gustaría, amor...eres tan cálida"
ella quedaba en silencio y yo solo tomé todo.
pero no era suficiente, no lo era
no lo era
aún no
no cuando al fin era mía para siempre
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Wendy
Random"¿Me juras,que no me destrozaras, Emily?" "Juro que mis intenciones son buenas, Juro que nunca te fallare, Lo juro, Wendy" ----------------- Nota de la autora: no tiene nada que ver con la saga de "ultimo segundo" esta es una historia a parte.