Ya me preguntaba cuánto tardarías en aparecer príncipe— escupió lo último Kaze.
Sabes que no me apetece madrugar —comentó como quien no quiere la cosa, desacomodando su hermoso cabello— por cierto en esta vida soy Lucius.
Kaze se carcajeó
—El gran lucero de la mañana—comentó Kaze con ironía.
—Hace mucho que no me llaman así sabes, prefiero ser llamado el príncipe del aire si no te molesta— comentó en tono despectivo—En mi defensa diré que seguir tus pasos ha sido más complicado que otras veces, he tenido que esforzarme el doble —Lucius lo observó con mirada escrutadora—Estoy muy intrigado... ¿Por qué no has lanzado la condena? Sabes que merecen ser condenados—su tono dejaba ver su frustración y reproche.
—Eso a ti no te importa— respondió con un tono implacable.
— ¿Es por ésta chiquilla?
Debby se materializó ante los ojos de Kaze y pudo percibir como el temple de este caía al suelo.
— Siempre sientes debilidad por ella, sabes que no se nos permite ser débiles —la tiro a un lado.
Debby sentía como si con uñas y dientes hubiese escapado de la muerte, ese viaje fue lo más bizarro que había experimentado en su vida, sintió que habían pasado años cayendo dentro del agujero. A su mente aun no venía la explicación de esa experiencia pero estaba atenta escuchando toda la conversación.
—Pensé en matarla —Kaze se tensó—pero me di cuenta que ésta Debby me agrada mucho más que las anteriores, ¿sabes por qué? Porque no tiene una puta idea de nada —su risa se convirtió en carcajada, una carcajada tan siniestra, tan perversa que a Debby le heló la sangre.
—Rompiste las reglas Kaze—le dijo en tono cantarín—interviniste mostrándote a ella. —Su tono fue nuevamente de reproche— Cumple tu misión Azrael—gritó lo que se asemejó a una orden.
Siendo esa orden como una invocación, Azrael llamado Kaze comenzó a recitar el principio del caos, el que estaría a punto de desatarse:
Que las sombras se ciernan sobre este mundo, que la barrera espiritual se rompa, vaciando las fosas del abismo para liberar a los espíritus encarcelados cuyo propósito principal sea atormentar a estos que no apreciaron lo que de buena gana les fue entregado; muerte, ruina y destrucción es su condena.
Debby vio como todo a su alrededor se desdibujaba, algo la envolvió haciendo que despegara los pies del suelo. Ya no estaba en la ciudad, Kaze los había arrastrado a un lugar desconocido, sombras oscuras emergieron del cielo y la tierra, arrasando con todo lo que ensombrecían. La energía estaba descontrolada alrededor de Kaze. Lo observó y este permanecía en trance, todo a su alrededor había formado un caos.
Lucius y ella pululában alrededor de él a una distancia considerable, Debby se encontraba en una esfera de energía creada por Lucius.
Desde su posición vio al mundo replegarse entre sí, sacudirse; parecía que sufría una agonía, vio como el terreno seguía un movimiento ondulatorio. Sería imposible pararse en tierra.
Quiso moverse dentro de la esfera pero algo se lo impedía, la gravedad pesaba tanto sobre sus miembros que el hecho de respirar era toda una hazaña. Observó con terror hacia donde se encontraba Lucius, este mantenía una sonrisa de satisfacción perversa.
—Mi misión aquí ha concluido— fue lo último que escuchó antes de que Lucius fuera abducido por el suelo, unas pequeñas manos como sombras oscuras lo habían hecho. La sonrisa de él resonó en sus oídos aun cuando ya había desaparecido.
—Este es el juicio By —vio como Kaze estaba vuelto hacia ella— todos perecerán.
Inmediatamente aparecimos en la cuidad, el mundo era un caos.
— Debo dar el último golpe— la observó sin expresión alguna. Definitivamente Kaze carecía de sensibilidad, meditó con tristeza e impotencia dándose cuenta que las lágrimas, gritos y suplicas no servirían de nada.
Observó a su alrededor, las personas estaban llenas de pánico, no se explicaban lo que estaba sucediendo ante sus ojos, para ellos el mundo había decidido auto destruirse. Debby tuvo la certeza que ese ángel de la muerte que era el epicentro de todo, solo podía ser contemplado por ella.
Todos observaban alrededor como buscando la causa del desastre, estaban perdidos, como nunca antes.
Volvió su vista hacia Kaze o Azrael como lo había llamado Lucius, se percató que se estaba preparando para algo grande.
—Es tarde By— su mirada perdió la característica frialdad, sintió que esos ojos en llamas acariciaban su ser.
¿By? ¿La había llamado By? ¿Por qué By le sonaba familiar? ¿Por qué esa escena se le antojaba como una vida o vidas ya vividas? El la arrasó con la mirada y ella hizo lo propio, ese era su lugar, esa la situación que tendría que vivir y ese ser parado frente a ella a quien tendría que enfrentar; no lo dudaba.
Su corazón se rompió al dar de lleno con la realidad, se conocían, lo hacían y todos los sucesos vividos que había experimentado la dirigían al mismo lugar: él parado frente a ella diciendo esas trágicas palabras "es tarde By"
¿Cuantas veces habría escuchado esa frase? Quizá nunca lo sabría. Pero ¿que podría hacer para evitarlo? Tendría que haber una respuesta....
De repente sintió como se abrían sus ojos en un sentido metafórico y literal, la respuesta le había sido revelada. En tantos sueños, en tantas pesadillas, en las palabras que escuchó aquella noche "no está en mis planes tan pronto encuentro mi extemporánea uroboros" y en la última antes de caer a lo que creyó era un agujero. ¡Esa era la respuesta! el príncipe del aire, el devastador eterno le había soltado la respuesta... uroboros... la lucha eterna o bien el esfuerzo inútil—lo había leído—sacrificio era la respuesta.
Pudo observar como Kaze se elevaba, sosteniendo un artefacto inmenso en su mano derecha, parecía un catalizador ya que su energía no estaba desperdiga por todos lados como hacía rato, sino concentrada en ese objeto. No supo que la poseyó al interponerse entre dicho objeto —Que desprendió una luz inmensa— y el punto al que estaba dirigido el ataque.
Por su mente solo pasaron los recuerdos con sus padres, su abuela, sus tíos, Fer, sus compañeros de trabajo...los amaba a todos y no podía concebir un mundo en el que no se encontraran ellos, sin sus risas, sin sus abrazos, sin las palabras de aliento y tampoco podría concebir un mundo sin sus peleas porque amaba todo de ellos; tanto lo bueno como lo malo y se sentía querida también.
Algo que le quemó la retina la envolvió, cerró los ojos sintiendo como un estado de paz la embargaba.
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En vísperas de una condena
Truyện NgắnEn un mundo caído la sombra de la esperanza vendrá de la persona menos esperada, cuyo destino para bien o para mal desajustará el estricto equilibrio milenial sostenido. Tres deseos opuestos, dos seres enigmáticos y una lucha de poder desatará el c...