Redención

Último aliento

En tal deplorable estado se encontraba, aquel caballero aclamado por la multitud años atrás,
ahora se encontraba frente al rostro de la muerte, su última aventura…Aquella aventura lo llevo a aquel estado, solo el fulgor de su corazón lo mantenía en pie, fue en ese momento cuando recordó su promesa aquella promesa que lo llevo a la gloria.

Hace ya muchos años, un caballero se revelo contra el dragón de hielo, aquel dragón que controlaba a su antojo el ritmo de vida del ser humano en una llanura de la vieja tierra media, aquel caballero por el amor de su vida juro derrotar al dragón. Tras años de interminable preparación llego a la guarida del dragón, sus camaradas yacían en el suelo, en agonía se encontraba su
cuerpo. Fue en ese momento cuando una imagen llego a su mente su pueblo era casi libre solo
faltaba matar aquel dragón.
Se arrodillo...No para pedir clemencia, si no que para pedir un último esfuerzo a su cuerpo, ante sus ojos un ser que nunca había visto en su vida, llego ante él y el tiempo se detuvo, con una triste mirada dijo: “dime lo que deseas y te será concedido”, no lo dudo y pidió prestado el poder necesario para poder derrotar aquel dragón que la vida le estaba por arrebatar. Aquel ser rio para sí mismo y dijo: concedido, si no me ofrendas la cabeza de ese dragón tu pueblo sufrirá tormentos nunca escritos,
aquel misterioso ser toco su cabeza y desapareció…
En ese momento un calor recorrió todo su cuerpo, se sentía como en sus años de gloria pero algo era distinto, frente a él una espada de fuego brillaba como las mismas llamas del infierno, tomo su espada y escudo, se plantó frente al dragón quien al observar su nueva fuerza, esbozó
una sonrisa y dijo tu nunca te cansas de desafiarme verdad?, antes de que el caballero contestara, su enigmático aliado salió de las tinieblas y dijo; “Aquel que oso desafiar el poder de las llamas del infierno con su frio invernal, debe pagar el precio y la peor humillación…. Ser vencido por un simple humano”. Miro con desprecio al caballero, pero algo dentro de su corazón se hacía cada
vez más escandaloso, aquel grito esa alarma, hace siglos que no sentía esa sensación, trato de serenarse, pero su corazón no callaba. Antes de que la duda llenara su determinado corazón ataco…. A duras penas repelió el ataque de aquel dragón que con su magnitud sus golpes se hacían lentos pero mortíferos, se desato una gran batalla… Al ver que su oponente era digno de corazón y espíritu el
dragón dijo “conocerás mi verdadera fuerza y una forma muy familiar”, se elevó al cielo y brillando
más que el sol, un caballero de armadura celeste descendió, y dijo; “ante mí el humano más
valiente que he visto desde ya hace mucho, rindo mis honores presentándome ante ti caballero, “soy cero absoluto” el guardián de esta
tierra. Pero mi corazón desea tener el placer se saber tu nombre antes de tu muerte?”. Sin creer lo que sus ojos
tenían en frente, aquel caballero respondió “soy Tool el sanguinario, acalambrado por muchos y odiado por la misma cantidad  y he venido solo con la misión de destruirte para que mi pueblo sea libre”.
ojos de aquel dragón brillaron como el frio hielo del invierno, y se lanzó a la batalla, su espada de hielo y su escudo del mismo material, arremetieron contra Tool, no dudo en ningún momento la lucha fue encarnizada y muy difícil, pero aquel caballero en su corazón no
albergaba duda alguna, a diferencia de cero, su duda de hacía más y más grande a cada segundo
de la batalla. Basto solo un gesto el tercer involucrado aquel sin nombre, su sonrisa logro quebrar
la concentración de aquel dragón y la estocada casi mortal llego, callo en el suelo con la espada de
Tool en su cuello, miro los ojos de su oponente y bajo su cabeza, en ese momento el misterioso observador, pasó a ser parte de la batalla posándose frente a Cero, “ha pasado demasiado tiempo cero, tu reino ha
acabado es hora de que mi reino inicie”,dicho esto y en un solo movimiento, decapitó a cero.

La victoria lo había segado, aquel misterioso personaje que su poder puso a su disposición, se
había ido y entre susurros dijo:” gracias, ahora podre reinar y el caos colmara cada metro de este
mundo” ...
Yacía en el suelo exhausto, cuando del cuerpo del dragón salió un pequeño dragoncito, no más
grande que un perro, lo miro y dijo; “insensato, sabes porque soy el guardián?”, el miro atónito, y
entre titubeos respondió “para atormentar este mundo”, “ja, eres solo un ignorante más, tu sed de venganza ha despertado al emperador del séptimo círculo del infierno, Darvidus el coleccionista  siempre anhelo tener de mascotas a humanos vivos y tú ahora le has quitado lo único que lo detenía…. yo”. Su cuerpo se
sintió pesado callo de rodillas al suelo, toda su vida se acaba de derrumbar, sin pensar tomo aquel
poder, pero eso traería peores calvarios para su tierra. Miro a cero y dijo “Sé que mi sed de
venganza me ha segado, y así como los protegí de ti los protegeré de él”, cero rio para sí mismo y
dijo “he visto tu corazón y tu alma, solo por eso te concederé algo que la tierra media no ha visto
desde ya cuatro siglos, tomo su brazo y mordió con fuerza la sangre fluía fuera de aquel brazo de
niño, bebe y seremos uno. El sin pensar bebió la sangre del dragón, ya no solo fue aquel
embriagador poder, sino que también una inmensa sabiduría le recorría. Desde ese momento su
vida ya no le pertenecía, había ascendido a un plano imposible para el hombre, el inicio de una
gran batalla se avecina y él debía volver rápido a su pueblo.