La Apuesta

Capitulo 17

Daira

Ya ha pasado un mes desde que estoy en la preparatoria Levent y claro las chicas más cotillas no tardaron nada en intentar acercarse a mí y obtener su valiosa información, pero como no lograron nada, como resultado obtuve la atención de todos ya que de la noche a la mañana me convertí en una chica con antecedentes de ser problemática, aquella a la que expulsaban a cada rato, la que pasaba de fiesta en fiesta y a la cual sus padres nunca toman en cuenta y que por esa razón me transfirieron aquí, esa fue la historia que crearon de mi esas malditas y como todo en esta vida se paga ellas también obtuvieron su merecido y es que nadie se mete conmigo, ellas no saben todo por lo que he pasado así que las he amenazado frente a toda la escuela diciendo que si vuelven a inventar otra estúpida historia yo me encargare de callarlas pero no hablando pacíficamente, no, las callare a golpes y esto ha funcionado pues no han vuelto a inventar nada y cuando pasan a mi lado solo agachan la cabeza, y al parecer ahora todo mundo me tiene miedo y es que el hecho de que la chica nueva llegue y amenace a las chismosas de la escuela, las cuales nadie había podido callar por más que lo intentaban es algo a lo que temer y me alegro pues así sabrán que no deben meterse conmigo sino las pagaran muy caro.

(...)

Viernes ha llegado al fin, estoy acostada en mi cama cuando escucho un grito fuera de la casa

- ¿Qué mierda? – me levanto y camino hacia mi ventada que da justo a la venta del cuarto de Evan, me asomo pero no veo a nadie - ¿Hola? – Digo pero nadie responde, veo algo moverse entre los arbustos - ¿Quién anda ahí? – tomo mi pantufla dispuesta a usarla como arma, alguien sale y logro ver una silueta

- ¡Daira, soy yo Evan! Baja la pantufla

- Evan que carajo haces ahí, ¿Tú has sido el que ha gritado?

- Sí, he sido yo

- ¿Y por qué lo has hecho? ¿Estás bien?

- Sí, estoy bien solo que me ha asustado este pequeño – alza sus manos y algo se mueve en ellas pero no distingo que es

- ¿Qué es eso? No logro verlo

- Es un gato, iba a verte pero cuando he salido a saltado sobre mí, me he llevado el susto de mi vida – empiezo a carcajearme – No es gracioso Daira, ha salido de la nada y me ha atacado

- Pe-Perdón es solo qu-que te ha asustado un gato – digo entrecortadamente por la falta de aire

- ¡No le tengo miedo a un gato! Solo que se me ha aventado y yo estaba con la guardia baja, nunca pensé que me atacarían al salir de mi casa

- Oh, es-está bien ya no me re-reiré más – El frunce el ceño – Ya, ya – alzo mis manos - Dices que me venias a ver ¿A pasado algo?

- Lo que pasa es que Seth te ha mandado un recado, bueno una invitación

- ¿Invitación? – el asiente – Pasa, ahora voy – bajo corriendo las escaleras y abro la puerta – Pasa – digo saludándolo con un beso en la mejilla, miro sus manos y encuentro a un pequeño gato gris que me mira curioso con sus enormes y hermosos ojos azules – Hola – hablo y acerco mi mano con miedo a que pueda atacarme pero no lo hace y acaricio su pequeña cabeza mientras el ronronea

- Le gustas – dice Evan mirándome, alza al gato y lo pone frente a su cara - ¿Y a mí porque me has atacado he? – El gato lo mira y mueve sus patitas lo que hace que se vea tierno – ¿Usas tu ternura para evitar que te regañe? – lo mira fijamente y el gato comienza a ronronear – Pues déjame decirte que está funcionando, eres bueno en evitar un castigo – lo baja y el gato rápidamente comienza a correr por toda la casa, caminamos hacia el sofá y nos sentamos - ¿No esta Alejandro?