Ha pasado un mes sin siquiera darme cuenta, un mes en el que he logrado conocer más a los chicos y a todos los demonios que aun los atormentan. Ellos aún no pueden olvidar a esas personas que marcaron sus vidas, a las que les brindaron hermosos días llenos de felicidad pero que de algún modo tuvieron que marcharse. Dylan pasó una semana sin hablar con nosotros, él no podía evitar sentirse culpable por no defenderme la noche en la que nos atacaron, pero he hablado con él y al fin ha vuelto a ser el mismo.
Para celebrar que ya llevo un mes en Nueva Jersey los chicos han decidido que iríamos a una discoteca a la que a ellos siempre van, llamada "La Perdición". El sábado los chicos no se aparecieron, pero la realidad es que ellos también tenían cosas que hacer así que no tenía por qué preocuparme, pero lo que si me pareció raro fue que Evan salió por la mañana y no volvió aparecer durante el día, pero decidí pasar por alto la ausencia de los chicos pues sabía bien que ellos también tenían otras cosas que hacer.
El domingo por la noche los chicos aparecieron en mi casa y después de un rato nos hemos ido directo a "La Perdición", al llegar a la concurrida discoteca los chicos han caminado directamente a la entrada pasando de largo la enorme fila, ellos han saludado al guardia y este nos ha dejado pasar no sin antes escuchar las quejas de los chicos que se encontraban en la fila. Hemos entrado y lo primero que he visto es a un enorme grupo de chicos y chicas moviéndose al ritmo de la música mientras luces de distintos colores viajan de un lado a otro por el enorme lugar y una capa de humo que ha comenzado a salir se esparce por todo el lugar. Evan me ha tomado de la mano y hemos caminado entre la multitud recibiendo algunos que otros empujones. Hemos subido unas escaleras que dan a un segundo piso el cual está mucho más tranquilo y hay un par de mesas, nos sentamos en una mesa cercana al barandal y no he podido evitar repasar el enorme lugar, hay una enorme barra en la que no dejan de pasar trago tras trago, hay algunas parejas besándose apasionadamente en unos enormes sillones negros alejados de todos y chicos empapados de sudor moviendo todo su cuerpo al ritmo de la música.
- Y ¿Qué te parece?- dice Evan a mi lado
- Es genial. Nunca había venido a un lugar como éste- digo alzando un poco la voz para que me escuche por encima de la música
- ¿Enserio? No sabes de lo que te has estado perdiendo
- Sí, ahora lo veo- digo sonriéndole
- Bueno iremos por las bebidas. ¿Quieres que escoja por ti?
- Sí, creo que sería lo mejor, mi experiencia con las bebidas que sirvan aquí no es muy buena que digamos
- Ok hermosa, ahora vuelvo- dice dándome un beso en la mejilla para después irse al lado de Dylan
- ¡Hey Daira! ¿Qué te parece el lugar?- pregunta Arian con una sonrisa en su rostro moviéndose al ritmo de la música
- Es fantástico- tamborileo mis dedos sobre la mesa al ritmo de la música
- Sí que lo es. Los chicos y yo solemos venir casi todos los fines de semana, pero hace algún tiempo que dejamos de venir. Ya extrañaba estar aquí- dice y después de un rato los chicos regresan con las bebidas.
- Daira hemos traído uno shot de tequila, anda prueba- dice Dylan poniendo frente a mí un pequeño vaso, tomo un sorbo y siento como el líquido logra adormecer y al mismo tiempo quemar mi garganta hago una mueca y rio por lo bajo
- No estoy acostumbrada- digo riendo pero tomo el vaso y tomo todo de un solo trago- ¡Ah! Es bueno- hago otra mueca y los chicos ríen al verme
- Pronto te acostumbraras- dice Evan sonriéndome y tomando su bebida. Después de un rato lleno de risas y bromas sin sentido Dylan regresa con más bebidas
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La Apuesta
Teen FictionEl, un chico rudo que creía saldría ganador. No contó con que esa tímida chica podría adueñarse de su corazón. Ella se enamoró de él pensando que era diferente. Pero todo está a punto de cambiar, cuando ella descubra que todo fue parte de una Apues...