O3 - Investigador Min YoonGi.

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Min YoonGi era un chico algo misterioso, casi nunca decía lo que pensaba o escuchaba de rebote porque sabía que si lo hacía la cagaría. Este caso como por ejemplo.

YoonGi no sabía si decirles a todos quién era el afortunado y que NO era un ella, era un él, específicamente JungKook, o decirles a esos dos bastardos menores que lo que hacen es un error, golpearlos, apoyarlos y pedirles perdón —Acabando con una parte muy preciada de el, su estilo, su swag—, seguir en el punto que estaba junto a los demás contra TaeHyung y hacerse idiota de el embarazo de JungKook o simplemente quedar en el aire, sin uno ni el otro. Todos sabían que lo único que quería era solo dormir.

En ese instante, solo hacia como si nada, actuando como siempre. Odiando a todos en el mundo con todo incluído pero lo que en realidad hacia era observar con recelo a la pareja de los menores del grupo.

Estaban ensimismados en su mundo de love-love, rosas y gestos cariñosos que no haría ni aunque le pagarán la mayor cantidad de dinero en el mundo, le daba algo de mucho asco -que en realidad era vergüenza ocultada torpemente-, no era para nada su estilo. Tampoco lo era el acechar pero...

—Seguro que el bebé que tanto dice TaeHyung ni siquiera es de el. Probablemente estuvo con una cual— —El rencor tal vez, algo más, hablaba por los chicos. Los entendía, entendía el sentimiento de traición hacia TaeHyung por hacer algo —que ellos consideraban— tan irresponsable, el sentimiento que todos se arruinará y terminará, pero también sabía lo que se sentía que tirarán encima tuyo café caliente, lo único que diría con una mirada es un "te lo merecías" a Nam.

— Se me resbaló— habló casualmente JungKook con la taza de YoonGi en la mano, en la que antes había café hirviendo, volviendo con TaeHyung entrando nuevamente en su mundo murmurando palabras inaudibles para él pero sabía que probablemente eran de las cosas que de tan solo pensarlas se le revuelve el estómago y le daban ganas de vomitar. Definitivamente el romance no era para él.

Aún no sabía el CÓMO DEMONIOS JungKook había quedado en esa... condición, por lo que, después de acabar con todas las rutinas del día en la empresa, cuando ya estaban en hogar, dulce hogar y aprovechando que TaeHyung y JungKook seguían igual o peor de melosos que en la mañana -Por algo le decían el milagro de la vida, ¿No?- se dirigió sigilosamente a su habitación.

Y diablos, se sentía como un maldito espía, como esos que aparecen en las películas y que si los descubren de su misión "secreta" el mundo que estaba en peligro (en la película) será destruido.

YoonGi Bond, como el mismo se había apodado, se deslizó por el piso, imaginando rayos láser que lo partirían a la mitad o que activarían una alerta sobre su misión al Pentágono, y si, que acabaría el mundo. Tanteó la mano sobre un escritorio donde había un frasco de fragancia ambiental, lo tiró donde estaban los supuestos láseres y cuando verifico que no había nada se levantó, limpió sus ropas y empezó a caminar normalmente aunque escupiendo algo de pelusa del piso. Ew.

Con guantes de látex comprados especialmente para la ocasión cerró la puerta sin dejar sus huellas dactilares que pudieran delatarlo y lo llevarán a la cárcel por... después podría inventar una razón para ir a una.

Llegó hasta los cajones de TaeHyung. Ropa, juguetes, de los otros juguetes, celulares para JungKook, dibujitos Japoneses pero nada de papeles de un médico.

Esperen, si esto era como una película, el papel debería estar en un lugar buen escondido como en una película. El peluche de conejito en la cama de Tae. Se lanzó a el peluche de felpa y empezó a destrozarlo, dando con el papel, YoonGi siendo sincero no esperaba tener la razón.

—Paciente, Jeon JungKook. Bla, bla, bla. Bla, bla, bla— dio vuelta a la página y siguiente buscando lo inbuscable —. ¡Bingo! Embarazo masculino... - Okay, eso no se lo esperaba.

Iba a seguir leyendo cuando la puerta del cuarto se abrió de una patada, dejando que dos pares de ojos lo mirarán fijamente, y el como miraba los exámenes médicos.

—...— Se quedó en silencio en busca de alguna escusa — Se lo que creen, pero no es lo que creen.— Eso no sirve en este caso, idiota.

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Omma JungKook | MpregDonde viven las historias. Descúbrelo ahora