Capítulo siete.

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Me encontraba echado en la cama que pertenecía a Tilde. Desde su muerte no tenia valor para abrir su habitación hasta ese día; parecía que me estaba resignando a vivir lo que me quedara de vida sin ella junto a mí.

Le pedí a Harry que se quedara unas semanas conmigo para tratar de superar mi pésima actitud y él aceptó con la condición de que me llevara mejor con Tequila; acepte solo para no quedarme sumido en mi soledad.
Esa mañana Harry había salido muy temprano, tanto que ni me di cuenta de que lo hizo, así que nuevamente tenía un desayuno muy triste al no ver a nadie frente a mí preguntando que me parecía el día o simplemente haciendo comentarios sobre el café que bebía. Me acostumbre rápidamente a la presencia de Hart, tanto que me inquietaba su salida tan imprevista.

Fui a mi pequeña oficina, cogí el teléfono y marque el numero de la sastrería esperando a que Ginger me contestara. Para mi fortuna así fue.

—Galahad —respondió con seriedad.

—¿sabes algo de Arthur? —le pregunte tratando de ignorar su tono tan provocativo.

—¿además de que se va por tu culpa? No, sólo sé eso —contesto muy molesta. 

—¿mi culpa?, ¿a donde se va?

—pidió ser transferido a Gales y manejar todo desde ahí.
Desde que esta contigo se porta diferente, al principio pensé que serviría para ambos, pero ya veo que no.

—Ginger, ¿en donde esta Harry?

—supongo que en su casa, dejo sus lentes en su oficina y no puedo comunicarme con él.

Colgué el teléfono y me eche a correr a mi coche para después manejar lo mas rápido posible a la casa que Harry había adquirido cuando volvimos.
No tenia ni una idea de porque carajos todo sería mi culpa, pero tenia que averiguarlo y evitarlo. Harry no podía dejarme solo, no por segunda vez.

Llegue a la casa de Hart. Antes de tocar tome todo el aire que pude y después de soltarle me atreví a golpear la puerta. Harry abrió después del segundo golpe; no se veía muy bien.

—Eggsy —dijo cansado —, ¿qué pasa hijo?

—eso quiero, necesitó saber —le dije molesto entrando a su casa.

En la sala había varias cajas marcadas con etiquetas que indicaban lo que contenían.

—era verdad —dije para mi mismo —. Harry, no te puedes ir —dije en un sollozo.

—sí puedo y tengo que hacerlo.

—no... Estas siendo muy egoísta. ¡no puedes dejarme sólo otra vez!

—tú también estas siendo egoísta; piensas en ti pero no te importa lo que yo siento.

—esta bien —moví una caja y me senté sobre ella —, ¿qué siente el agente Galahad?

—frustración y molestia, Eggsy, no puedo seguir aquí.

El tono de voz que utilizaba me demostró que, efectivamente estaba sufriendo. La cuestión es: ¿qué lo hacia sufrir tanto que no pudiera contarme? Se suponía que eramos como padre e hijo, me debería tener confianza.

—eres un cobarde —solté de repente. No tenía idea de que estaba diciendo, solo tenía esperanza de que si le molestaba se quedaría.

—¿crees que fue fácil tomar esa decisión?, no Eggsy, es la decisión mas difícil que he tomado en mi vida.

—¡los problemas no se abandonan! Los problemas se enfrentan hasta destruirlos —dije con todo mi coraje. Harry negó con la cabeza.

—hay cosas que involucran a dos personas, Gary, aunque una de ellas no lo sepa.

—¿quién es?

—tú.

Estaba harto de llorar todos los putos días y de repente Harry me dice que se va por mi maldita culpa. No necesite que me dijera eso para querer echarme a sus brazos y llorar, pero el hacerlo hizo que mis lágrimas solo se apresuraran un poco.

—no, Eggsy, no por favor —dijo casi suplicando al ver que las lágrimas salían de mis ojos.

—¿qué?, ¿no quieres sentir la culpa de que me hiciste llorar durante todo tu viaje? No te preocupes, ya estoy tan acostumbrado que si no lo hago algo le falta a mi día.

—Eggsy, no quiero dejarte, pero debo hacerlo por el bien de ambos.

—¿te han amenazado con matarnos si no te vas? —negó con la cabeza —, ¡entonces no te entiendo! —grite molesto.

—es mejor así.

Me puse de pie comencé a caminar a la salida. Antes de llegar me detuve y vi a Harry.

—si te quieres ir esta bien, jodete junto a los galeses, pero los dos muy bien sabemos que nunca vas a encontrar ahí a alguien que te quiera como yo —retome mi camino a la salida esperando que me detuviera, pero no. No lo hizo.

(...)

—Galahad, tu chica paso la prueba, mañana debes presentarte aquí para...

—sí, Tequila, gracias. Si me disculpas, tengo que reconciliarme con mi cabeza.

Nuevamente echado en la cama que estaba en mi habitación, escuchando canciones tristes para ponerme más triste. No tengo idea de cuando fue la última vez que había hecho eso, pero lo que si sé es que no había pasado mucho tiempo.

Algo que Harry me enseñó es que no me debía deprimir por pequeñeces, pero no estaba deprimido, solo estaba triste y creo que cualquier persona en mi situación estaría igual: Harry era mas que un padre, fue mi maestro, mi compañero, mi jefe, mi amigo... No podía permitir que se fuera.

Me levante de la cama al ritmo de “pumped up kicks” de la banda conocida como “Foster The People.” no tenia idea de que hacia esa canción en mi lista de reproducción para momentos con depresión, pero supongo que su objetivo era levantarme y traer las ganas de iniciar una masacre. Obviamente todo lo que haría se resumía en coger mi chaqueta, subir a mi coche y volver a la casa de Harry.
Hice las dos primeras, pero mi cabeza no me permitía hacer la tercera por el simple hecho de que no quería salir nuevamente de la casa de Hart sabiendo que mis súplicas fueron en vano, pero por otra parte no podía permitir que se fuera sin intentar convencerle. La segunda idea fue mas fuerte, así que pise el acelerador y cuando me di cuenta estaba frente la puerta de Harry nuevamente sin valor suficiente para tocar. Decidí sentarme allí hasta reunirlo, no quería arruinarlo todo otra vez y sabia que lo haría si me presentaba completamente indefenso e inseguro de mí mismo, eso era lo que menos necesitaba que viera Hart, necesitaba que supiera que no lo dejaría huir tan fácilmente, que no dejaría que lo hiciera.
Paso bastante tiempo y no logre juntar ni un poco del valor necesario, llegue a considerar la opción de ponerme de pie y dejar todo por la paz, pero ni siquiera para eso tenia valor.
Era un cobarde tratando de convencer a otro cobarde que dejase de lado su cobardía, una idiotez, ¿no?

It's For You [Hartwin].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora