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No sabe cómo ni porqué, pero cuando el cuarteto de oro pisó el colegio, todas las miradas iban dirigidas hacia ellos, o más bien hacia Maddie, pero estaban de acuerdo en que lo que le pasaba a uno le pasaba a todos, por eso mismo, a pesar de su incomodidad, Millie siguió caminando al lado de sus tres amigos, intentando ignorar al resto. El ser el centro de atención siempre la había incomodado. Odiaba los murmullos, odiaba cuando la gente opinaba y juzgaba sin saber nada de su vida, odiaba que todo el foco esté centrado en ella, y aunque esta vez no estaba centrado en ella precisamente igual sentía como si lo estuviese.
Siempre fue conocida por ser "la amiga de". Madison era linda, talentosa, simpática, amable, bailaba como los dioses, capitana del equipo de porristas y, para su desgracia, popular. La ojiazul era demasiado perfecta para ser real, era todo lo que cualquier chica de allí aspiraba a ser. Sadie, aunque no era tan popular como Maddie, era conocida por su inteligencia, la pelirroja era la número uno de todas las clases, no fallaba siquiera una. Su intelecto podía ser capaz de hacerte sentir insignificante en menos de un minuto, y ni hablar de su manera de relacionarse con la gente, la palabra sociable le quedaba corta.
Sin embargo, Millie no ocupaba ningún rol especial en los estatus de la escuela, al igual que Noah. Ambos eran algo tímidos y reservados. Vivían en su propio mundo y disfrutaban de aquello, no se preocupaban por encajar, ni tampoco les importaba. Preferían quedarse callados en clase a que andar gritando las respuestas cuando el profesor preguntaba algo, preferían quedarse en casa mirando películas antes que ir a las famosas fiestas de la Elite del colegio, preferían pasar desapercibidos cada vez que alguien iniciaba algún rumor o pelea, y definitivamente preferían ignorar los murmullos que estaban escuchando sobre ellos y sus dos amigas mientras caminaban en busca de sus casilleros por aquel largo e interminable pasillo. El hecho de que estas dos fueran bastantes conocidas en el Instituto Winston les había dado algo de reconocimiento propio, pero jamás en exceso, jamás como en estas últimas semanas. Desde que "Dramatic" salió a la luz y publicó un post acerca de Madison y luego uno sobre Sadie, nadie había parado de hablar sobre ellos, la gente sabía que los cuatro eran muy unidos, que nunca se separaban, y si hablaban sobre al menos un integrante del cuarteto terminaban hablando de todos, era así.
"Es la que se acostó con Jaeden"
"¿Ziegler con Lieberher?"
"¡Se dice que está embarazada!"
"¿Creen que vaya a abortar?"
"Para mí es imposible. Maddie jamás estaría con alguien como él."
"Escuché que hicieron un trío con McLaughlin y luego se sumó Sink"
Esas y más eran las cosas que la gente de su alrededor murmuraba al verlos pasar. Aunque ser el centro de atención les molestaba bastante, lo que más les molestaba era que la gente creyera todos esos rumores simplemente porque una estúpida página de internet creada por unos inútiles había publicado datos falsos sobre las personas. Odiaban que los demás se dejaran engañar por lo primero que veían, odiaban que juzgaran a las personas y saltaran a conclusiones sin siquiera preguntar ni tener una mínima idea de lo que estaba sucediendo. Para ellos era algo intolerable, se trataba de una cuestión de moral, simplemente no lo podían soportar.
