Elena depositaba un ramo de rosas blancas en el césped verde mientras se arrodillaba en él, sus mejillas estaban húmedas, sus ojos rojos e hinchados quienes aún no dejaban brotar algunas lágrimas en silencio solo con un simple recuerdo.
-Hace ya siete años que te has ido de mi lado- comenzó mientras levantaba su mirada a su alrededor, apreciando un poco el ambiente
Ella había creado una tumba especial para Damián, su mejor amigo. Alrededor del lugar habían crecido arbustos de rosas de diferentes colores creando una especie de cerca donde las hadas de diferentes colores paseaban y brillaban sin parar, a los lado del lugar en donde estaba enterrado el cuerpo yacían dos grandes columnas de hielo que con la luz de la luna se tornaba de diferentes colores, mientras que sus armas estaban guardadas dentro de ellas, en la entrada del lugar había un enorme arco de hielo con enredaderas de flores y a los costados dos enormes esculturas de hielo de Damián, el canto mágico del bosque armonizaba a la perfección. Elena realmente le había dedicado su tiempo para honrar la memoria de su mejor amigo, aun así el dolor de su ausencia era fuerte
-Te he extrañado tanto- continuó mientras sus lágrimas salían en silencio -Desearía volver a ver tu sonrisa, sentirte a mi lado. Diste todo por mí y por este reino que incluso pagaste con tu vida por la libertad de ambos reinos. Yo...-
Se vio interrumpida por un extraño chillido, era más como una criatura que iba al ataque que otra cosa. El bosque se calló por completo y las hadas se ocultaron dejando el lugar a oscuras y en un profundo silencio. Elena se levantó para colocarse en posición de ataque, no tenía ni idea de lo que estaba pasando pero sea lo que sea no era nada bueno.
El chillido sonó mucho más cerca y una fuerte brisa pasó sobre su cabeza dejando ver a una sobra de un hombre pasar sobre ella. Caminó con cautela sin perder su posición adaptando sus ojos a la oscuridad dirigiendo la vista en el cielo para observar como más de siete figuras de hombres y mujeres vestidos de negro descendían con una agilidad increíble.
El chillido se repitió justo detrás de ella en todo su oído, provocando que saltase del susto dejando escapar un grito y cayendo al suelo para ver a un joven con la piel más pálida que se haya visto, unos caninos sumamente afilados y unos milímetros más grandes del tamaño normal que dejaba ver en medio de una carcajada, él vestía completamente de negro.
-Descuida no voy a morderte... aun- continuó para soltar otra carcajada
Elena no dudó en arrojarle un rayo de hielo que esquivó sin dificultad. Ella se levantó a gran velocidad para posicionarse en modo de defensa y en menos de un minuto estaba rodeada de siete jóvenes igual a él.
Elena comenzó a atacar congelando todo el lugar pero por desgracia eran mucho más veloces de lo que pensaba por lo que solo logró atrapar a tres en el hielo mientras los otros se dedicaron a volar a su alrededor, mientras se reían y ella lanzaba rayos en todas direcciones sin dejar que la tocasen
-¡¿Qué clase de criaturas son ustedes?!- gritó furiosa para darle a uno y congelarlo en el aire provocando que cayese al suelo sin cuidado alguno
-Valla. Parece que la Reina del Bosque no ha oído de nosotros- habló una joven rubia para tomarla de la muñeca y arrojarla con fuerza contra una de las columnas partiéndola en dos mientras dejaba escapar un quejido de dolor junto al aire acumulado en los pulmones
El golpe fue tan fuerte que la debilitó al instante. Rápidamente la sujetaron de las muñecas y pies para inmovilizarla y aunque intentara usar sus poderes no podía
-Mi dulce reina y mi querida Alma Gemela, no te preocupes que pronto lo sabrás- dijo el joven que la encontró, acercándose a ella olfateando la curvatura de su cuello como si le causara placer -Esquicito- se relamió los labios
De pronto un fuerte aullido de un lobo se escuchó a lo lejos para que todos cambiaran sus rostros a uno de preocupación y rabia.
-Llévensela, de prisa, antes que los lobos nos arruinen la noche- continuó mientras levantaba vuelo
Un aullido mucho más potente y fuerte se escuchó por segunda vez, como si de una manada enorme de lobos se tratase. Lo que sea ya estaban demasiado cerca
-Quédate quieta, esto no te dolerá... demasiado- la tomó por el rostro la rubia mientras le daba un fuerte codazo en la sien dejándola inconsciente y se la llevaran con ellos por los aires

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Luna Sangrienta (La Princesa de Blanco 2)
FantasyHan pasado 7 años desde aquel extraño suceso, ya todo a quedado en el olvido, ya nadie cree en la magia y aquel día solo se convirtió en un extraño sueño, solo hay una persona que está segura de que existen dos mundos completamente distintos, uno do...