Su manera de hablar tan sensual hacía que sus palabras me alteraran más de lo que ya estaba. Estaba segura de que en la posición en la que me encontraba en ese momento él era capaz de secuestrarme, es decir, es un lobo del cual no se sabe quién controla a quien si ellos a su lobo o sus lobos a ellos y para que fuera peor él era el Alpha de una manada bastante poderosa.
-Vendrás conmigo mi hermosa Mate y mi Luna- estás palabras las dijo suave y dulce
Su voz no me importaba sino lo que dijo. No lo permitiría, no dejaría que me llevara a ninguna parte. Coloqué mi cuerpo a una temperatura tan caliente que incluso empecé a humear
-¿Qué estás haciendo?- aflojó el agarre un poco y empezó a sudar como loco mientras se retorcía un poco pero aun así no me soltaba
Aproveché el que aflojó el agarre para mover un poco el cuchillo y hacer que lo tocara en el brazo, su fuerza disminuyó al instante. De pronto me soltó y se dejó caer al suelo con una parte de su espalda ensangrentada para ver a Alan con el puñal de plata en la mano
-No vuelvas a tocarla lobezno- le amenazó para que terminara de caer inconsciente -Eliana ¿se encuentra bien?- me habló preocupado acercándose
-No te acerques- le advertí rápidamente para yo regresar a mi temperatura normal. Él me miró extrañado y con pasos lentos se acercó -Ya tranquilo, ahora sí. Solo no quería que terminaras como pollo rostizado- le dije más relajada y soltando una pequeña risa para que sonriera con gracia ante mi comentario
-¿Qué ha pasado?- me preguntó para que saliéramos de allí
Él quería matar al lobo pero por alguna razón que no le encontraba lógica lo detuve y él aceptó. Algo en mi loca cabeza decía que podía servir de utilidad si seguía con vida
-Un problema con el lobo. Por cierto, gracias- comenté y él me sonrió -Conseguí la fecha exacta para la batalla final- le comenté mientras caminábamos de vuelta al árbol
Preparamos los caballos, era hora de partir, la extraña conversación con el lobo me terminó de aclarar las dudas y mi teoría se volvió real.
-Sé que lograste deducir todo lo que ocurre así que te pido que confíes en mí y dime lo que sucede realmente- me dijo casi en suplica mientras avanzábamos con los caballos por el bosque
-Quisiera hacerlo pero el bosque no es un lugar seguro. Tanto los lobos como los vampiros tienen un buen sentido de la audición y estaría en juego nuestra victoria- le comenté y él me comprendió
El viaje fue tranquilo a pesar de todo, estábamos alerta por cualquier situación pero se sentía un poco de paz. Tal vez no era el momento pero me sentía completa, como si nada me faltase, era como si realmente este fuese mi hogar. La compañía de Alan era bastante grata, conversamos de cosas sin importancia como las cosas que le gustaba al otro, algunos mitos que yo había estudiado, criaturas que aún no sabía si eran reales o no.
Duramos dos días deambulando por el bosque tratando de llegar al campamento de Daniel, me extrañaba tanta paz o tanto silencio, desde el incidente con el lobo no nos habíamos encontrado a nada o nadie en particular más que los animales comunes del bosque como ardillas, conejos, serpientes, zorros, aves, ciervos.
Me encantaba sentir el aire libre y Alan era una gran compañía, lograba sacarme una sonrisa con frecuencia con alguna ocurrencia o una pequeña broma. Nos detuvimos en un pequeño riachuelo, los árboles se veían más vivos en ese lugar que en todo el bosque. Alimentamos a los caballos con las frutas de los árboles, comimos nosotros y tomamos agua del riachuelo no sin que me arrojara un poco con una pequeña risa traviesa y yo se lo devolviera mientras nos sentábamos en la orilla.
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Luna Sangrienta (La Princesa de Blanco 2)
FantasíaHan pasado 7 años desde aquel extraño suceso, ya todo a quedado en el olvido, ya nadie cree en la magia y aquel día solo se convirtió en un extraño sueño, solo hay una persona que está segura de que existen dos mundos completamente distintos, uno do...