Nunca pasó por su mente pasar meses y meses en el hospital junto a una camilla; esperando a que él despertará. Por lo menos esa era su esperanza, que una vez más pudieran entablar una conversación o bromear como era su costumbre.
Algo llamó su atención; en todo el tiempo que llevaba ahí no lo había visto, quizá la madre de Baek lo dejó en la mesita que se encontraba junto a la camilla; era el regalo que le dio a su mejor amigo el día de su cumpleaños: un reproductor mp3.
La curiosidad no se hizo esperar y extendió su brazo hasta alcanzar el aparatito, lo prendió y verificó si había música grabada, probablemente la mamá de Baek pensó que algunas melodías al ser escuchadas por su hijo lo ayudarían a despertar.
Cuando pulso play a la pista no. 1 se quedó boquiabierto al escuchar lo que estaba grabado.
¡Definitivamente era difícil de creer!
