Capítulo VII UN VIAJE CON TURBULENCIA

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En otra parte de San Petersburgo, específicamente en un tren de camino a París yacía Vitya, Yuuri y Pichit abordó de éste iniciando un viaje no sólo a París sino hacia la verdad. Pichit le hacía caricias en la panza a Makkachin con su pluma mientras terminaba los pasajes falsos.

-El pulgoso se sienta en la ventana... No jueges con eso y siéntate bien recuerda que eres el Gran Príncipe.

-¿Como sabés tanto de los príncipes y de lo que deben hacer o no?

--Es mi obligación saberlo.

-Ahh.

-Oye Vitya solo quiero ayudarte sabes.

-Yuuri ¿Crees que soy de la realeza?

-Desde luego.

-Entonces deja de darme órdenes.

-Tiene un carácter complicado.

-Odio eso en las personas.

Pichit llevaba un hoja donde anotaba las veces que Vitya y Yuuri ganaban una discusión entre los dos y Vitya hiba muy por delante.

-Oye creo que empezamos mal.

-Estoy de acuerdo (decía Vitya sin apartar la mirada de su libro).

-Esta bien.

-Pero acepto tu disculpa.

-¿Disculpa? Quien se está disculpando... Solo dije que creo...

-Mira ya no digas más quieres, solo conseguirás disgustarme.

-Bien no hablaré, me callare si tú lo hacés.

-Bien me callare.

-Bien.

-Bien.

-Bien.

-¿La echaras de menos?

-Que, tu charla.

-¡No! Rusia.

-No.

-Pero, era tu hogar.

-Es un país donde viví. Hasta ahí.

-Entonces convertirás a París en tu hogar.

-¿Que obsesión tienes con los hogares?

-Bueno en primer lugar es algo que toda persona normal desea y en segundo lugar es algo que tu, tu ¡Agh olvídalo!

Pichit llegaba denuevo a su lugar y encontró a Vitya y Yuuri discutiendo.

-¡Que!

-Bien.

-Oooh que bueno que llegas retiralo de mi vista.

-Ahora que le hiciste.

--¡Que! Fué el.

-Agh que burda conversación.

Vitya salio de hay y se dirigió a otro vagón.

-¿Una inexplicable atracción?

-¡Atracción! Por ese niño malcriado. Estas demente.

-Solo fue una pequeña pregunta.

-¿Atracción? ¡Ridículo!

Los enviados por Georgi los alcanzaron y subieron a el tren y lo rodearon también, el único en percatarse de su presencia fue Makkachin quien les ladrón por la ventana pero su dueño y sus acompañantes estaban ocupados discutiendo como para percatarse de lo que ocurría fuera de el tren.

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