Tú y yo, piénsalo. {Terminada}

Capítulo 3: Su sitio.

No sabía donde sentar a mis 2 chicas, puesto que hoy era el primer día que las estadounidenses venian a mi colegio, y se suponía que tenían que sentarse a mi lado, pero en clase yo estaba sentada al lado de una de mis amigas, Emma.

Emma sabía todo lo que yo sentía por Justin, había sido la primera persona en saberlo, puesto que un día había surgido el tema de los chicos, yo se lo había contado.

Dejé a mis chicas atrás de toda la clase, apoyadas en la pared junto a los percheros, justo detrás de él... De Justin.

Me giré puesto que estaban hablando inglés y habían llegado a España para aprender mi idioma natal, no para hablar el suyo:

-Chicas! En español!.-

-A Laura y a mi no nos gusta el español, es "more easy" el inglés.-

-Me resbala, aquí o español o na-nai de la china.-

-AIAIAIAIAI, está bien, pero sólo un poco de español.-

Vi a Justin haciendo muecas, ya que él tampoco entendía el inglés, puesto que lo hablaban extremadamente rapido.

Me reí de sus caras y él se rió conmigo:

-Cuando tus chicas hablan parece que dicen "akdbsoaixvdnkqoxbsqoivrbkwox".-

-Lo sé JAJAJA me había dado cuenta, escucho eso hasta por las noches.-

-Te acompaño en sentimiento, chica.-

-Graacias.-

-De naada.-

Y entró el jefe de estudios:

-Scarlett, ¿dónde se van a sentar tus chicas?-

-No lo sé, con Emma aquí no se pueden sentar a mi lado...-

-Ya lo tengo! Cámbiate de sitio con Justin, así podrán sentarse a tus respectivos lados.-

-Está bien.-

Miré a Emma y me dijo: "Hoy es tu día de suerte", le dediqué una sonrisa, cogí mis cosas y avanzé hacia donde estaba Justin:

-Cuida bien mi pupitre ¿eh?-

-Tranquilo Justin, pero ese cuento deberías aplicártelo tú, puesto a que te dedicas a pintar las mesas.-

-JAJAJA tú tranquilízate ¿vale?, cuidaré esa mesa como si fuera mía.-

-Eso no me tranquiliza, viendo los tatoos que le has hecho a la tuya.-

-Está bien, está bien, cuidaré esa mesa como si fuera la de el profesor.-

-Asi mejor, gracias.-

-Nada hija nada.-

Llegó mi profesor de matemáticas, y durante toda la clase no tuve otra opción que atender...

                  50 minutos después

Salvados por el timbre, el susodicho sonó y todos nosotros pudimos irnos a casa, pero antes de que se fuera el profesor, se escuchó la voz de Justin diciendo:

-Peter, ¿puedo ir a coger unas cosas a mi pupitre?-

-Claro Justin, ve.-

Justin se acercó y me pidió si podía echarme hacia atrás y así lo hice, pero por lo visto no fue suficiente y él, por no decirme nada, cogió el respaldo de la silla en la que yo estaba sentada y lo movio hacia detrás suavemente, dulcemente, sentí durante nos segundos a sus dedos rozar mi espalda, cogió dos libros, sociales y matemáticas:

-Gracias Scarlett, hasta mañana.-

-Hasta mañana, Justin.-

Y me fui hacia casa con mis 2 chicas estadounidenses con una gran sonrisa trazada en mi rostro, estaba enamorada.