Capítulo 23: Día de chicas.

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La clase terminó y me dirigí a las duchas, me encantaba el ballet, pero las clases eran agotadoras.

Además, como yo era la bailarina principal, siempre me exigían el doble o incluso el triple de lo que le exigían a cualquier otro bailarín o bailarina.

Salí de las duchas y me puse unos jeans negros, una camiseta de tirantes Blanca, mis vans negras y ya estaba lista. Me gustaba andar cómoda. Deje mi cabello suelto, si, podría ser sencilla pero tenía que lucir bien, jajaja. Camine por el pasillo de mi academia, me despedí y sali. Acto seguido tome un taxi.

Al fin en casa.

Eran las 7:00 pm, aún podía descansar antes de que Emma llegará a mi casa.

No me dijo cuenta, pero nada más entrar en mi apartamento me tire a mi sofá y me quede dormida plácidamente.

De repente sonó el teléfono, mi teléfono.

Lo cogí, parpadeé un par de veces y conteste:

-¿Si?- Mi voz aún estaba ronca, ¿que más queria?, acababa de despertarme.-

-Chica, estoy llamándote desde hace más de veinte minutos. Llamé a tu apartamento por el intercomunicador, pero ya que no lo cogiste lo intente aquí. Estuve a punto de irme. Ahora mueve tu pequeño trasero y abreme.- Sonaba molesta, pero en el fondo Emma era de esas personas que andan siempre sonrientes por la vida.-

La conocí con tan sólo unos poquitos años, ya ni siquiera me acuerdo, pues fue hace muchísimo tiempo. Nuestras madres son amigas, está chica me conoce de toda la vida, pues ella tiene un año más que yo.

Le cuento todo. Y sea cual sea el secreto ella lo mantiene así, secreto:

-Ya voy, déjame buscar las llaves y bajo a abrirte, ¿de acuerdo?-

-Sólo date prisa.- Note como sonreía a través del teléfono, telepatía de amigas.

Ya dentro de mi piso empezamos a hablar.

Era una linda amistad.

Ella y yo lo sabiamos

Tú y yo, piénsalo. {Terminada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora