Eso de escribir sobre ti era un vicio de otros tiempos, que habíame dejado vacía, nostálgica y enamorada. Sin embargo volví a caer, caí en el abismo de quererte, disfrute la caída pensando en ti y me golpeé con tu indiferencia e inocencia.
Porque de querer sé yo, mas no se no hacerlo, como tu.
Que acabada mi vida amorosa me parto en la desesperación y tu, sin tenerla, te encoges de hombros.
Como me gustaría aprender eso de ti, pero aprendí más. Pues aprendí el sentimiento de un corazón roto por el rechazo de la inmadurez.
Y he de pensar de nuevo en la marca de tu sonrisa, marca que me marca y no me deja olvidarte.
He también de soñarte con aquellos ojos grandes, sinceros.
Siempre ví mas en ellos de lo que buscabas mostrarme. Siempre ví amor que no disponías a darme.
He de encajarme una a una tus palabras amistosas, disfrutando cada puñalada, cada gota transparente de mi sangre.
Embriagame de rechazos y sutiles gestos.
Y si no me quieres y no me querrás jamás, dejadme creerlo y guardarte en secreto mi amor, y algo más.
ESTÁS LEYENDO
Poesía espontanea.
PoesíaVivimos en un mundo en donde apreciamos más él tiempo que tenemos de vida, que a la misma.
