Chico Lindo

Futbol Americano

La gente común o más bien, los estudiantes que les gustaba ir a ver los partidos de fútbol en la preparatoria se sentaban en la gradas porque era lo lógico.

Louis se sentaba en el césped, detrás del alambrado. Con una dona de chocolate o a veces sus audífonos.
Ver a Harry jugar era su pasatiempo favorito. Se notaba la pasión y la alegría que metía de lleno en ese deporte.

Louis no lo entendía. Era un juego muy sucio, en el sentido de que parecían toros por atrapar el balón. Caían de golpe, se aventaban, celebraban golpeándose la cabeza entre sí con los cascos puestos.
Era muy rudo a su parecer, pero le gustaba a Harry y Louis le gustaba Harry.

Siempre que terminaban un partido con el equipo contrario y terminaban ganando, se ponía feliz y aplaudía.

-Felicidades Harry -decía para si.

Sus amigos y admiradores de la escuela lo llenaban de gritos y porras.
Las chicas se le abalanzaban entre risas y besos en la mejilla.

Louis quisiera ser una de ellas.
Quisiera tocar a Harry, pero no podía más de la valla que los distanciaba.

Esa noche Louis estaba ahí, como cada partido. Y en un momento Harry volteó a su dirección y lo vio sentado pero lo ignoro.

Louis se sintió mal por eso, pero pensó en que debía concentrarse en el juego.

Esa noche se fue después de que terminara el partido llevándose la victoria. Harry no volvió a mirar a su dirección.