EL JUEGO

02

La brisa del aire quitaba el cabello del rostro de la joven castaña, su piel era morena como el azúcar, sus ojos color miel, ante la vista de varios no era atractiva, y a pesar de estar al tanto de ello,  se sentía especial, única, no le importaba lo que los demás pensaran de ella, por lo que pasar la vida sola no le asustaba, todo lo contrario, le emocionaba "Cuando tenga 25 seré libre, iré a donde quiera y nadie me dirá que hacer" era lo que se repetía desde los 15 años cuando su madre paso a una mejor vida.

-Sarabi- una mujer delgada con ojos negros se acercó con una cazuela entre las manos- No creas que por ser tu cumpleaños no harás los quehaceres de la casa

-Si señora- Sarabi se puso de pie y comenzó a caminar hacia el interior de la casa

La casa era pequeña, un solo piso, la entrada te daba vista al comedor, a la cicina y a una de las 3 habitaciones de la casa.
Desde que la madre de Sarabi falleció, su padre no perdió tiempo y dos meses después volvió a casarse con una mujer que presumía dar una mejor vida a su familia; a pesar de ser cierto, al padre no le importo dejar de prestar atención a Sarambi y a su hermano menor Daren. Daren era muy parecido a Sarambi, sin embargo ella era idéntica a su madre, cosa que le daba un coraje enorme a la "madrastra de ambos" Pasando los meses su madrastra se embarazo, dando a luz a una pequeña de nombre "Kenia". La mas pequeña se llevaba muy bien con Daren, sin embargo su madre le enseñó muy bien que Sarambi no era su hermana, sino la persona que se encargaba de los quehaceres del hogar.

-No hay papas... Necesito dinero para ir al mercado-Sarambi se acercó a su madrastra quien aún tenia un pedazo de tomate en los dientes.

-Hace un par de días fuiste al mercado, te debía sobrar dinero y aún así llegaste sin dinero y con pocos vegetales

-Las personas sufren de hambre, conseguir comida estos días es mas difícil de lo habitual ...

-Creés que me interesa- La mujer se levantó - Tu única tarea en esta casa es preparar la comida y tener todo listo y me parece que no puedes hacer ni eso- La mujer le dio una bofetada, haciendo que la joven de tés morena callera- No se que harás pero le diré a tu padre que estas malgastando el dinero

-Tengo pruebas que no es así, el dinero que me da no es suficiente...

La mujer dejó hablando a la joven, Daren se acerco ofreciéndole un pañuelo

-No te preocupes, prepara otra cosa que no necesite papas...

-No es eso Daren... no es la primera vez en la semana que lo hace, y lo único que hace es decirle a padre que la maltrato...

-Hacerse la victima- Daren le ofrece una mano a la joven quien humildemente la acepta-Si, es insoportable y lo peor de todo es que ella esta creando una mini ella pensando que me casare con ella

-Te prom... no... te juro, que en cuando tengamos la oportunidad tu y yo nos iremos de aquí, iremos a un lugar donde nadie nos diga que hacer y no estemos obligados a escuchar a nadie más que el gobierno...

-¿Pero a donde iremos Sarabi? Nuestro estado es de los más afectados, no tenemos como irnos...- el joven hace un gesto haciendo señal de dinero- Además nadie quiere pagar a un empleado, prefieren venderlo ellos mismos

-Como te lo dije... en cuanto tengamos la oportunidad lo haremos

Los dos jóvenes asintieron, pasó el tiempo y el padre de los tres hijos estaba en la habitación hablando con la mujer que se hacia pasar una maltratada victima.

El hombre se desespero y fue directamente a la cocina donde estaba la mayor, al estar cerca de ella la tomó del brazo y la lanzo hacia la "lavandería"

-El día que aprendas a respetar a tus mayores volverás a salir, por el momento no saldrás hasta que tu madre lo diga

-¡Ella no es mi madre!- Sarabi gritó con todas sus fuerzas a tal grado que el hombre dio un paso atrás y al asimilar lo ocurrido, lanzó un golpe hacia el ojo derecho de la joven.

-¡Ella es tu madre! Te guste o no ella siempre lo será
El hombre cerró la puerta de la habitación, dejando a una joven llorando en la oscuridad.