Charlotte Moore

30 3 0
                                    

Creo que antes de contarte  el desenlace de mi historia seria justo que te contara como inicio

Yo antes vivía en Washintog, DC  era feliz ahí, tenia los mejores amigos, él mejor hermano molestoso mayor, la mejor abuela de todas y la casa más genial de todas. Mis padres habían sido los mejores mientras los tuve, lastimosamente ellos murieron en un accidente aéreo un día cuando era pequeña y mi hermano Jack apenas tenia 17 quedamos a  cargo de mi abuela. Fue difícil para ambos seguir adelante fueron años llenos de dolor, noches sin dormir, duros turnos dobles o triples de trabajo, demasiados problemas escolares, una que otra semana sin pisar la casa, todo eso sufrió mi hermano para poder mantener la pequeña familia estable. Yo me esforcé sacando becas escolares y tratar de bajar el precio de cada libro e inscripción que saliera. 

Pero ¿Pueden creer que aun así yo era feliz? Yo aun era feliz teniendo a mi hermano y abuela a mi lado y nada podría sacarme de mi felicidad, bueno eso creí hasta que fue un día mi hermano llego con la noticia de que fue ascendido, la paga fue el triple de mejor que la otra y el lugar era cinco  veces más famoso y  mejor que su antiguo estudio fotográfico. 

  Yo aun recuerdo mi gran rostro de felicidad al oír eso y como me emocione e alegría al pensar   que lo vería mas tiempo y que seria tal como antes, pero me  llego la noticia como balde de agua. Nos debíamos mudar a Minnesota. Teníamos dos semanas para irnos y durante una semana y media me negué rotundamente, hasta que mi abuela me dijo algo que quito mis dudas. 

"Los cambios son buenos a como tu los ves, si tu empiezas mal u sigues viendo todo mal nunca seras feliz y trataras de regresar, pero si aceptas que el cambio al principio sera malo más te acostumbraras y aceptaras ambos lugares" 

Decidí hacerle caso y me despedí de mis mejores amigos de toda la vida  y de ella  para subír al avión que me llevaría a mi ruina por un breve tiempo o eso esperaba. 

Minnesota era frío aun en verano y la chaqueta que tenia no ayudaba mucho. 

Mi nueva casa era grande, mucho, aunque se veía pequeña ante una que estaba a un lado, no era una mansión debo aclarar. 

- ¿Te gusta? - recuerdo que pregunto eso Jack con su cabello revuelto - Fue la mas barata que encontré y la mejor para  que ambos tengamos el espacio que queramos  y la única que estaba en renta en este pueblo - aclaró con una sonrisa emocionada 

- ¿Estas seguro que fue barata? Se ve realmente cara - cuestione siguiéndole a la entrada 

- Muy seguro y ahora que la veo en persona si luce cara - dice haciendo una mueca metiendo las cajas 

La casa era aun más hermosa por dentro, aun podía recordar el aroma de la pintura fresca de aquel lugar. Recuerdo lo grandes que se me hicieron las escaleras para ir a mi nueva habitación; mi cuarto fue el mas grande de la casa, era lo que me merecía después de irnos a un lugar que no conocía y donde hacia mucho frío. 

Las paredes blancas me daban tanta tristeza extrañaba mis paredes pintadas de lila con luces colgadas sobre mi cama, mis suaves sabanas azul obscuro con puntos blancos y mis esponjosas almohadas blancas. Suspire derrotada dejando mi mochila y aquella mediana caja en el suelo de la recamara sacando de mi mochila aquella foto de mi familia poniéndola en el buró.

Sonreí inconcientemente al ver la foto de todos nosotros en Disneylandia,  solo habíamos  ido una vez y había sido complicado. 

Acomode lo mejor que pude mi cuarto para que se sintiera más hogareño como antes, como si nunca me hubiera ido como si aún estuviera en Washington y está solo fuera una semana más de vacaciones. Era extraño hacerlo claramente.  Acomode mi ropa en las cajoneras y en mi armario lo mejor que pude.  Para cuando el ruido de abajo ceso decidí bajar,  tenía hambre y Jack seguramente igual,  tome mi celular y fui a la sala a buscar uno de esos libros donde los números de todo el pueblo están. 

Abri las paginas búscame en la P por Pizza y buscando también en las páginas más gruesas donde estaban los anuncios encontrando uno marcando aquel número,  a mitad de mi llamada se oyó un golpe en la puerta. 

— ¡Jack!  — grite para que fuera él oyendo sus pasos acelerados bajando la escalera

Pedí la pizza en lo que él hablaba con aquellas personas, colgué agradeciendo antes de eso y fui a lo que era el comedor. 

— Pedí pizza llegará en unos minutos — dije con una sonrisa

— Y yo conseguí comida para mañana o la cena — dijo con una sonrisa señalando los cuatro toppers que estaban en la mesa de madera

— Yummy — dije con una sonrisa haciendo reír a mi hermano

Si él estaba yo podría acostumbrarme fácil a todo, podía hacer que el no sientiera que lo odiaba por todo, claramente no era asi,  está ves estábamos solo el y yo sin aboo ni papá o mamá, solo Jack y la  Charlotte como una pequeña familia.

SILENCEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora