Si algo amaba de vivir en la capital era la escuela, como en cualquier película de moda que pudieras imaginar claramente yo era la chica popular con amigos por doquier y de quien todos estaban encantados, junto a mis dos "cómplices" John ( mi típico chico gay que era mas perra que nadie en el mundo) y Joanna (una chica que jamas me decía que no) o por lo menos asi fue siempre, nadie supo de la muerte de mis padres porque yo no lo permití, nadie se entero de todo lo que sufría la chica mas popular. Para la gente pude ser demasiadas cosas una perra, diva, hija de papi y hasta una rompecorazones, pero jamas me pudieron llamar Puta ni Fácil, ni una chica de fiestas. Jamas salia de mi casa ya que las fiestas no eran lo mio prefería quedarme a estudiar o leer.
Pero aquí en minessota nadie me conoce, deje de ser la chica popular a ser una nueva sin amigos. Las clases en algún punto debían iniciar aunque al parecer en Minessota empezaban un mes después que en Washington, por primera ves en mi vida no sentí que necesitara destacar, simplemente ya no queria ser "alguien" y solo ser yo, no quiero escuchar mi nombre en los pasillos ni que alguien quiera inventar un rumor sobre lo que me esta pasando.
-Que te vaya bien pequeña- Jack me sonrio desde el asiento del condutor
-Sabes, pudiste no traerme- Tome mi mochila y le sonreí - Pero gracias- le di un beso en la mejilla y le revolví el cabello
Baje del auto y camine hacia la puerta principal llena de chicos, ignorándolos me dirigí a la dirección donde me darían mis libros y número de casillero. Camine hacia mi casillero topandome con cualquier tipo de personas. Algunos me miraban, otros quizás no les interesaba nada de mi; podría ser por ser nueva o por venir en color amarillo, si tal vez eso era no algo necesario de especificar y del porque verle lo malo, pero me gustaba venir con un color levemente alegre cuando todos están hundidos en su miseria, podría estar deprimida, pero jamás me iría mal arreglada.
414N era mi casillero de un azul rey que tal ves seria hermoso cuando recién era pintado, una franja blanca horizontal a la mitad de este y abajo otra franja color guindo con la garra de un oso en medio de estas, una escuela aparentemente muy orgullosa de su mascota. Los osos de Edina.
Dure un rato tratando de poner la combinación que el pequeño papelito blanco decía, pero ya en el creo yo decimo intento supuso o estaba incorrecta o esta cosa vieja se había atascada.
- Tienes que darle un pequeño empujón - dice el chico a lado mio quien por casualidad ya tenia la puerta de su casillero - deja que yo lo haga- se acerco a donde yo estaba, di unos pasos para atras y deje que hiciera lo que tuviera que hacer
Dio un golpe en la parte de arriba otro en la parte de en medio y lo movió un poco hasta ya abrirlo sonriéndome de forma egocéntrica.
- Ya quedo...
-Charlotte Moore- me acerque al casillero y comence a guardar los libros- Gracias, soy nueva aquí y fue muy amable de tu parte...
-Dylan Lee y no tienes nada que agradecer- me regaló una sonrisa la cual para mí parecer es la mejor sonrisa que he visto en mi vida.
Busque mi libro y libreta de filosofía para dirigirme a la primera clase del día, aquel chico castaño de ojos del mismo color que la miel de abeja me seguia por el pasillo y se disponia a hablar conmigo
-Y bien Cha, ¿Y como fue que una citadina de la capital llego a Edina?- quito mis libros y camino al lado mio como si supiera a donde me dirigia, acomode el moño de mi vestido y mi chaqueta de mezclilla
- ¿Como sabes que soy de la capital?- llegamos a una puerta que daba hacia un especie de patio y sobre ella decia Aula 99 Filosofia, ( Las clases en minessota van a se bastante interesantes)
-Es un lugar pequeño, en este pueblo todos nos conocemos nos llevemos bien o no, lo mas interesante que a pasado en meses a sido la llegada de ustedes a la unica casa rentable del pueblo y que los vikingos le ganaron a los cuervos de Baltimore, Todo el mundo te conoce por la unica razon de no ser de aqui y por no salir de tu casa en en por lo menos 2 semanas
