Lost stars (sam winchester y tu) COMPLETADA

Nueva Vida (Especial De Navidad)

Recogí mi bolso del escritorio de donde trabajaba y emprendí la vuelta a casa, el atardecer acompañaba mi andar despidiéndose finalmente para pintar aquel cielo de unas tonalidades rosadas y violáceas. Me detuve a comprar algunas cosas para la cena junto a un arreglo de narcisos para dejar en el florero que Adam me había regalado. Hacía ya un año y medio que aquel chico me había encontrado en la calle donde casi muero por un estúpido auto siendo desde ese momento inseparables, se convirtió en mi mejor amigo, mi confidente y casi en un hermano, su madre había fallecido y su padre lo había abandonado cuando era pequeño, yo que simplemente estaba sola en el mundo hallé una familia en él, realmente cuando comenzaba a pensarlo era como si alguien lo hubiese enviado para acompañarme en mi soledad.

-Creí que jamás llegarías.- cuando crucé la puerta un aroma inundo mi olfato y olía delicioso

-Hice tu plato favorito.- camino hacia la cocina donde Adam tiene en su mano una cuchara que desprende vapor

-Creí que yo cocinaría hoy, incluso compré cosas.- lo observo frunciendo el ceño

-Quería sorprenderte.- revoleo mi mirada y me dirijo al refrigerador guardando las compras y tomando una botella de cerveza

-¿Quieres una?- Adam asiente estirando su mano hacia mi

-¿Qué quieres ver esta noche?

Camino hacia mi habitación y gritando le respondo -¡Dijiste que me sorprenderías!- tomo algunas cosas para ir a ducharme cuando oigo a Adam hablando por lo bajo

-Sí... sabía que dirías eso.- sonrío para mis adentros entrando al baño.

Eran las 3 a.m. y mi compañero de noche se había entregado completamente al sueño, lo cubrí con una manta para que no sintiera frío e hice mi camino a la cocina por un vaso de agua. La ventana daba hacia el bosque que había detrás de casa, éste estaba iluminado por la luna y la nieve que cubría casi todo el lugar, me detuve a reparar en lo bello que se veía este escenario cuando algo llamo mi atención, fuera habían huellas que parecían de un canino, la idea de un perro rondando en aquel frio me apretujo el pecho así que con valentía y cubriéndome con un gran suéter salí a aquel gélido ambiente. Intente llamarlo pero nada, silbé, aplaudí pero nada aún, tomé la linterna de mi celular pero no hallaba signos del animal. Me introduje un poco más en el bosque buscando por él hasta llegar a la casa contigua donde una pareja de jóvenes vivía. Llame a la puerta pero nadie contestó, las luces estaban prendidas asique no temí molestar a esa hora de la noche, pero nada, puro silencio. En el momento en el que reparé en el gruñido era demasiado tarde, una bestia del tamaño de la puerta me hizo caer en el segundo que salió corriendo por ésta, mi brazo dolía pero aun así me levanté ignorando a la bola de pelos de 2 metros que había corrido sobre mí. Entré a la casa llamando por mis vecinos pero no había respuestas, tomé el teléfono que había sobre una mesa y llame al 911. Cuando llegaron ya había hallado a la pareja completamente descuartizada en la habitación de arriba. Había pasado todo el resto de la noche respondiendo preguntas y estaba exhausta asique decidí dormir un poco, llamé al trabajo para explicar mi ausencia y

simplemente me desplomé en la cama. Pero mi cabeza no podía ponerle alto a la sensación que me inundó en el momento que contemple los cuerpos. Era conocida, fue como si estas cosas fueran comunes para mí ¿y esa maldita bola de pelos? Qué demonios. Escuché sonar la puerta de la habitación cuando Adam entró.

-¿Puedo hablar contigo un momento?- asentí sentándome en la cama, eran las 8 a.m. y de verdad quería descansar pero al ver la expresión seria de mi amigo decidí no postergar la siguiente charla.

-¿Es por lo sucedido?-

-Lamento no haber estado ahí para ti, realmente no debí quedarme dormido ayer.-