Llevaba unas semanas sin dirigirle la palabra a nadie que estuviera dentro de mi casa. Me pasaba horas hablando con mi hermano por telefono, ya no sabia que hacer.
Cogi la guitarra que habia en una esquina de mi habitacion y comencé a tocar:
Seguimos prisioneros de esta torpe noria, un dia tan felices y al otro tan mal, insultos y caricias sin escapatoria, en este triste carrusel, carrusel.
Estaba bien y casi terminada. No lo sabian, pero cantar era mi gran pasión, nunca me habia oida nadie, salvo mi hermano y él siempre ha creido que tenía talento.
En ese momento entró alguien en la habitación.
-No quería entrar sin llamar, pero tienes una voz preciosa, bueno a quien voy a engañar, como tú.
-Nada no importa, muchas gracias por el.cumplido, em bueno por los dos.
-Denada princesa, ¿puedo sentarme?
-Claro,claro
-¿Que estabas tocando?
-Una canción que he compuesto ¿te gusta?
-Me encanta ¿podrías cantar para mi?
-Nunca he cantado delante de nadie
-Porfavor
-Vale
Comence a cantar mientras Dani me observaba con esa mirada tan tierna llena de cariño y amor, ese amor que decía sentir por mi, y que por desgracia para mi, era correspondido.
Al terminar nos quedamos los dos mirandonos a los ojos sin saber que decir
-Oye-Dani rompió el hielo-Lo del beso, lo siento no queria..
-No importa ya lo he olvidado
-¿Amigos?
-Amigos
Y alli nos quedamos, toda la tarde hablando como dos niños pequeños, conociendonos y enamorandonos.