Capitulo 11 - No más pan con mermelada?

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Mily

AAHH! ESTOY EN PROBLEMAS!! ARLING VA A MATARME! NOO, PEOR QUE ESO, NO ME DEJARÁ COMER PAN CON MERMELADA!!

Ya es muy tarde para salir a comprar, Jimin se fue y no puedo ni caminar un metro sin ayuda. Pero Arling tiene que apiadarse de mi, ¿no?
Además puedo chantajearla con decirle a Diana y Lucha que metió a un chico a nuestro apartamento, la molestarían todo el mes, y..no aguantaría con los cachetes rojos tanto tiempo.

Waaa, eso Mily, está vez lo solucionaste. El chantaje funcionará.

Esperen...

¡¿Y si me envió a comprar para tener tiempo libre de quedarse con el chico a solas?!

Naa, Arling es pura e inocente como el espíritu santo. Aunque, quién creería que llegando a casa me encontraría con esa situación.....

*Flashback*

— Jimin! Jimin!

Lo llamé emocionada

— ¿Qué pasa?

— Ven, ya me dió curiosidad

Lo arrastré corriendo, fuera del armario mientras tomaba la manga de su suéter.

— Shhh, no hagas ruido Jimin

Le dije susurrando e indicándole como debíamos de hablar

— Iré a inspeccionar más cerca , ahora todo lo debes susurrar así como yo ¿Okey? Mi vida depende de ello, corrección, nuestra vida...si Arling te ve, también te hará pagar

Dije susurrando, mientras me sacaba los botines y caminaba de puntitas, como podía por mi esguince, a la puerta de la habitación.

Me miró confundido y algo enojado me respondió

— ¡Pero yo soy muy discreto!

Mis palabras causaron una reacción cómica en su cara, ya que arrugó la nariz e hizo una mueca rara con sus labios

— Jimin, hiciste tanto escándalo al entrar que Arling nos escuchó

— ¿Me estás tildando de "Jimin torpe"?, porque eso parece

— Jimin sólo has silencio  — dije riéndome

Jimin susurró algo, bajito, bufando, y dándome la espalda

— Sé que me amas...

— Qué dices?

No había escuchado correctamente

— Eh... que lo siento por destender tu cama

— Bien, bien no te preocupes, ahora demos inicio a la misión ¿Si?

— Ehm...bueno  — dijo algo nervioso

....

Estuvimos tratando de escuchar por un buen rato... pero el sonido no era muy bueno, estábamos algo lejos de la sala y el gran pasaje que separaba ambos cuartos no ayudaba

— Jimin, no escucho nadaaa  — dije jalando de su suéter una y otra vez, de atrás hacia adelante y de adelante hacia atrás, con la cabeza golpeando la puerta una y otra vez, y dando golpesitos dramáticos con mi mano libre.

— Saldremos para oír mejor lo que dicen

¿Qué? Escuche mal o Jimin...

— ¿En serio?  — respondí

— Si, pero ya para, te vas a lastimar

Él tenía razón, estaba sintiendo como un moretón surgía en mi cráneo por estarme golpeando contra la puerta

Can I touch your heart?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora