Me levanté cuando escuché que alguien tocaba la puerta.
-Voy...
Busque la camiseta de Brad y mis bragas, me las coloque rápidamente y abrí la puerta
Estaba Rebeca, mirándome de nuevo de arriba a abajo, no sabia que lo notaba? Oh claro que si lo sabia
-El almuerzo esta listo
A quien le importa?
-Bajaré en un momento, tengo que arreglarme un poco
Señale mi facha.
-Claro, seguro
Cerré la puerta en cuanto se fue y mordi mi dedo mientras observaba a Brad dormir plácidamente, mi vida había pasado de ser una mierda a ser la vida que cualquiera desearía, exceptuando, claro, lo de la mafia rusa.
Este hombre me había salvado de un final trágico en algún prostíbulo de Estrasburgo y aunque luego creí que me odiaba. Hace unos días me confirmó que nunca lo hizo, que simplemente tuvo que alejarse de mi. Y ahora se que no lo hará, porque me ama y yo lo amo.
Salí de mis pensamientos cuando estiro su brazo para buscarme a traves de la cama, reprimi una risa. Me moví lentamente hasta su lado de la cama y me acerque a su oído
-Que buscas?
Abrió los ojos y sin poder evitarlo me tomo y me puso de nuevo en la cama.
-Porque te fuiste?
-La pesada de Rebeca llamo a la puerta.
-Que quería?
-Decirnos que ya el almuerzo esta listo.
-Le dijiste que no bajaríamos?
-No, porque le diría eso?
-Porque tu prometido acaba de levantarse ansioso por estar sobre ti, dentro de ti. Porque quiere que te corras diciendo su nombre y que sientas lo mucho que te ama
Esas palabras me aceleraron el pulso.
-No sabia que tendía un prometido tan...goloso
Levante mis cejas diveetidamente
-No sabe cuanto futura señora Beumont
Se puso de nuevo sobre mi, Tentándome de nuevo.
-Brad tenemos que ir
-No, no tenemos
Mordía mi cuello y besaba mi clavícula
-Necesito que esta Rebeca me quiera un poco
Comenzó a reír
-Necesito bañarme Brad
-Okay, se levantó y tendió su mano hacia mi
-Que haces?
-Te quieres bañar? Okay, nos ducharemos juntos
Salimos casi treinta minutos después de la habitación y fuimos hasta el comedor.
-Ya les caliento el almuerzo, señores
-Gracias Rebeca
Nos sentamos uno al lado del otro con las manos tomadas, sobre la mesa.
-Cuando quisieras que fuera la boda?
-Cuando todo esto acabe, cuando pueda salir a un parque y sepa que nada malo puede pasarme.
La tristeza inundó mi vista
-Yo me encargare de que eso pase pronto, no veo la hora de que lleves mi apellido.
Lo mire y sonreí.
-Te amo
Ya podía decírselo porque sabia que lo sentía. Nos unimos en un beso que Rebeca interrumpió con un carraspido
-Su almuerzo
Nos sirvio, Un filete de no se que pescado con una suculenta ensalada bañada en aceite balsámico y pan de maíz.
-Delicioso
-Esta noche iremos a comer la mejor pizza del mundo.
Terminamos y nos preparamos para salir al pueblo. Tomamos el jeep y nos pusimos en marcha.
-Cariño, porque no hemos visto mas trabajadores que Rebeca.
-Me encanta cuando me llamas: cariño
Me sonrojé
-Y si, también me lo pregunté.
Su teléfono celular comenzó a sonar. Soltó mi mano para poder hablar yo me dedique a mirar el azul mar a mi derecha
-Hola?
-Que tal Caroline
-En Roma
-Pensaba volver el domingo
-Por?
-Llama a Antoine
-Imposible...
-Y Louise?
-Cierto, cierto. Tendré que volver verdad?
Voltee a verlo. Mierda no quiero que se vaya, no aun
-Mañana entonces, cambia la cita. Vale, adiós.
-Te vas?
-Así es, Antoine mi asistente esta incapacitado por una gripe y Louise tuvo recién a su bebé así que tendré que ir yo a un congreso en Ginebra.
apretó mi mano
-Bueno
-Eso es todo lo que tienes para decir?
Negué con la cabeza
-Okay
El resto del viaje estuvo callado, me recriminé por mi infantil actuación pero el me prometió una semana conmigo. Pero debía entender su trbajao verdad? Y mas si quería pasar mi vida con el, puse mi mano sobre la suya en la palanca de cambios.
-Lo siento
-No tienes por que
No me miro, jamas dejo la vista de la carretera
-Es que pensé que estarías aquí toda la semana
No me respondió, así que quite mi mano de la suya y las puse en mi regazo
-No hagas eso
Lo mire confundida
-Deja tu mano con la mía
-Oh..
La puse de nuevo sobre la suya
-Actué como una niña, lo siento mucho.
-Se que te desilucione, pero conoces mi trabajo. Me lleva de un lado a otro.
-Lo se, perdón
-No tienes porque disculparte, te recompensaré
-No tienes que hacerlo, sabes que siempre te esperaré aquí o donde esté.
-Aun lo haré lo sabe no? Señorita Petrovska?
-Le conozco muy bien señor senador.Tome su mano y la besé.
-Comimos en una trattoria frente al mar, bebimos vino de camino a casa a orilla de la carretera e hicimos el amor en la camioneta hasta que un par de vigilantes nos llamaron la atención. Continuamos en la casa y al día siguiente Brad se marchó dejandome con Rebeca la amargada. Esto haría mi estadía muy larga.
ESTÁS LEYENDO
Sin nombre (NO terminada)
RomanceEsta es la historia de Evangeline o Danika Petrovska, su nombre depende de quien la llame o en la situación que se encuentre. Su vida como huérfana y cara prostituta la ha llevado a París donde ha logrado mantener el "equilibrio" en su vida gracias...