EL ENCANTO DE LAS SIRENAS

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Esa noche pude dormir bien, no había nada de frío estaba tan calmado todo que fue imposible de rendirme al sueño.

Al despertar el día siguiente lo que vi me asombro demasiado, había una fogata y un exquisito olor a pescado cocido , y estaba el, él y su hermosa sonrisa viéndome, al verme despierto borro su sonrisa y lo primero que dijo me gusto tanto que desearía que me lo dijera todos los días.

-buenos días !- extendió el pescado cocido hacia mi, y sonriendo nuevamente dijo- tu desayuno, no sé si te guste pero es todo lo que pude encontrar.

Como decirle que no a él, que? Que estaba diciendo? Por qué no buscaba yo mi propia comida, no era una dama para esperar la comida en la cama, tenía q cazarla yo mismo.

-no gracias, tú lo atrapaste cómelo tu!, yo voy a comer otra cosa.

-yo tengo muchos más!, o es q no te gusta este pescado?.

-no, no me gusta- tenía que dejar de ser amable con un extraño, si , me había ayudado pero no tenía toda mi confianza aún y estaba tratando de descubrir por qué él era tan extraño, que era lo que ocultaba- voy a buscar alguna planta que se pueda comer.

-espera ! Voy contigo !

Que más podía decirle?, tuvo que seguirme

Encontré varias plantas que podía obtener comida de ellas, como el coco, la papaya, patatas y otras legumbres.
Corte un poco nada más para mí y para que el probara por qué al parecer pescado era lo que siempre había comido.

-esto sabrá bueno?- me preguntó con una inocencia que me hizo temblar el corazón

-si es muy delicioso- le dije refiriéndome a la papaya.

Era un momento íntimo se podría decir solo éramos el y yo, comiendo silenciosamente, y a mi mente solo vino la historia que me contó el día antes y en mi mente arme un plan para hacer q terminara de contarme.

-y tus padres como eran!- tenía q empezar a emocionarlo para luego al solo me soltara la información que yo necesitara.

Vi su mirada que se apago y la bajó tratando de evitarme, y ahí me di cuenta q toque un punto débil en el y no debía haber hecho eso .

-disculpa no quis- el no me dejó terminar

-eran buenas personas, muy amables, respetuosas, honestas, nunca pudimos irnos de aquí por el amor a nuestros ansestros, un amor que desde pequeño nos inculcan.

Ahora entendía en parte por qué no se había querido ir de ahí el era el último de la descendencia y quería morir posiblemente junto a sus ansestros.

Regresé chamas !!
"Se da la vuelta para que las chanclas no le den en la cara"

Disculpen es que no tenía celular!

:'v el rico siempre humillando al pobre
Pero ahora me eran más seguido por acá otra veZ!!!

Hasta mañana!!!!

O más tarde!

Ud deciden