Revelaciones

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La tormenta que siguió a la ruptura fue la más oscura y dura que jamás haya experimentado. Cada día, era una batalla interna dentro de mí para encontrar la fuerza de voluntad para seguir adelante y estar bien. Las rupturas nunca fueron fáciles, pero fue mucho más difícil porque vivíamos juntas. Aunque hablé con ella en eventos, cuando estábamos en público. Cuando nadie nos veía no pronuncié palabra. No había hablado con ella en privado en semanas. En el dormitorio hice mi mayor esfuerzo para evitarla, pero no pude esconderme de ella. No pude evitar ver su rostro y recordar lo que teníamos. Fingía que no me importaba, pero cuando me aseguraba que ella no miraba, no perdía la oportunidad de mirarla. Sabía que estaba mal, pero anhelaba verla sonreír. Extrañaba su sonrisa. La extrañaba. Aunque había memorizado la forma en la que sus suaves labios se sentían contra los míos, y la forma en la que sus dedos acariciaban mi piel, no le hacía justicia. Ansiaba su toque. Cuanto más la extrañaba; es cuando más me hacía reflexionar sobre mi decisión. Pero a pesar de la confusión dentro de mí, en el fondo sabía que había tomado la mejor decisión. Si no hubiera terminado con ella, y pretendía que estaba bien, eventualmente la hubiera odiado. Habríamos continuando peleando y nos destruiríamos mutuamente.  Es un componente fundamental de la naturaleza humana cometer errores, pero cometer el mismo error una y otra vez es una elección. Sana eligió lastimarme. Tenía que terminar con ella para protegerme, protegerla y proteger los buenos recuerdos que habíamos construido juntas. 

Hoy no iba a ser diferente. Iba a ser difícil como siempre. La mañana llegó y pasó, y antes de que me diera cuenta ya era hora de nuestra aparición en la alfombra roja. Por lo general, viajaba en la misma camioneta que Sana, y nos sentábamos en la parte trasera en nuestra propia burbuja de amor, jugando y susurrando cosas dulces. Aunque ahora las cosas habían cambiado; estaba en el auto con Chaeyoung, Tzuyu, y Mina, sentada junto a Momo. Después de llegar al lugar, seguimos el protocolo habitual y salimos de manera individual. Mientras esperábamos a que las demás se unieran, no pude evitar notar que Sana no parecía ella, parecía perdida. La miré ansiosamente por el rabillo del ojo, mientras ella se tropezaba con lo que parecía nada. Incluso antes de que mi mente tuviera la oportunidad de recordar que habíamos terminado, mis piernas comenzaron a moverse. Para cuando reaccione ya esta junto a ella. Mi mano naturalmente se acercó a la de ella y cuando nuestras manos se encontraron, instantáneamente me arrepentí. Ella me miró con una sonrisa triste, eso había roto mi corazón una vez más. Su expresión de dolor no fue por su tropiezo, sino por lo que yo le había hecho. Tan sólo con su mirada pude darme cuenta del dolor que había en su corazón, y no pude evitar estremecerme. En lugar de ayudar a Sana, me quedé quieta, mientras mis pensamientos se volvían un caos total y mis sentimientos chocaban. Momo, quien había estado de pie a mi lado, intervino y ayudó a Sana en mi lugar. Derrotada retrocedí detrás de ella, mientras contenía mis lágrimas. "Esta bien." Susurró Momo, mientras apretaba mi mano en apoyo. No me sentía nada bien, pero tenía que seguir siendo profesional. Fue uno de los muchos inconvenientes de ser una celebridad. No importaba mis sentimientos, sin importar las circunstancias, siempre tenía que permanecer brillante y alegre. Sonreí con fuerza, mientras un grupo de fotógrafos procedían a cegarme con sus flashes. Gritaban direcciones como si yo fuera un animal en el circo. Para ellos era simplemente un tema de muchos de esa noche, solo una foto que agregaría otro dígito a sus cheques de pago. No les importaba mi comodidad, sino que se preocupaban por sus propias agendas. Odiaba los eventos de alfombra roja. Sin embargo, terminó sin problemas, excepto por la vergonzosa caída de Sana y mi pánico casi autodestructivo.  

...


Había sido un pesado día de practica de baile, y para cuando regresamos al dormitorio, todas estábamos cansadas. Nos dolían nuestros cuerpos y nuestros músculos, y nuestras mentes estaban cansadas. Todas nos sentamos sin cuidado en la sala, mientras devorábamos nuestra cena tardía. Había tenido cuidado de no sentarme a lado de Sana, pero de alguna manera terminó sentada frente a mí. Fue horrible, ya que casi era imposible no verla en mí línea de visión. Y en los breves momentos en que nuestros ojos se encontraron, ella trataba de seducirme. Intente llamar la atención de Chaeyoung con señas para que pudiera ayudarme, pero estaba demasiado inmersa en la televisión como para notar mis gritos de ayuda. Me retorcía inquieta mientras intentaba  trazar mi sutil escape. A medida que pasaba el tiempo, mi ansiedad creció y me esforcé para hacer contacto visual con las demás miembros, pero ninguna me prestó atención. A excepción de una, Momo, quien estaba felizmente disfrutando su jokbal. Una vez que se dio cuenta de mi angustia, ella inmediatamente asintió en mi dirección. "Dahyun, he terminado de comer. ¿Quieres que te haga las uñas ahora?" Momo preguntó de la nada, ofreciéndose a salvarme. 

Takane no hana  (高嶺の花)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora