Florencia siempre ha sido el tipo de persona a la que le cuesta un montón conciliar el sueño, y más cuando algo tan grande iba a pasar en tan solo cuestión de horas; pero esta vez era diferente, nunca en su vida había dormido tan tranquila, tan despreocupada. A su lado, Jazmín también dormía como un angelito.
Flor se dio vuelta en la cama para seguir durmiendo un poquito más, pero la luz que entraba por ese ventanal enorme que había en la habitación, le dio directo a los ojos y la descolocó por completo. Por lo general, esto era motivo para que Flor se levante de mal humor y llena de tics. Flor no era muy fan de la luz directo a los ojos a primera hora de la mañana y mucho menos de no poder seguir durmiendo cuando es lo que ella quería, pero hoy no podría importarle menos, porque hoy iba a ser un buen día y ni la luz, ni el reloj que marcaba las 7 am se lo iban a arruinar.
Jazmín seguía durmiendo con una expresión de tranquilidad en su cara que era digna de admirar toda la vida. Flor decidió mirarla, y juraba que se enamoraba un poquito más cada vez que la miraba dormir y la veía tan llena de paz. Flor la miraba y se olvidaba de todo lo malo que alguna vez le pasó o podría pasarle, y así es como se dio cuenta de que esa era la persona que quería mirar todas las mañanas por el resto de su vida.
Jazmín se empezó a mover en la cama hasta que se despertó. "Buen día, hermosa".- fueron las primeras palabras que salieron de la boca de Jazmín, acompañadas con una sonrisa enorme, al ver los ojitos de Flor mirándola con tanta cautela y amor, como quien mira a un bebé cuando está durmiendo. Flor sonrió al escuchar esas palabras, amaba cada una de las veces que Jazmín le decía hermosa, porque sabía que lo decía de verdad y no solo para complacerla. "Buen día, ¿Dormiste bien?".- Flor sabía que Jaz había dormido perfectamente bien, pero quería asegurarse por si acaso. "Nunca dormí mejor, supongo que saber que voy a pasar toda mi vida con vos me hace sentir tranquila. ¿Y vos? ¿Cómo dormiste?".- Contestó Jazmín con los ojitos llenos de brillo, Flor pensó que ni la luz que la había despertado a la mañana brillaba tanto. "Ay, yo igual, dormí re bien, y me siento bien".- A Jazmín no había nada que la hiciera sentir más feliz que escuchar a Flor diciendo que se siente bien. "Me gusta escuchar eso, yo también me siento bien," Jazmín hizo una pausa y miró a Flor a los ojos "vos me hacés sentir bien".- Escasa de palabras, Flor la miró a los ojos y le dio un beso, suave pero intenso a la vez, para demostrarle que ella se sentía de la misma manera. "¿Querés que te haga el desayuno?".- Dijo Flor con cierta emoción, lo cual hizo que Jazmín soltara una risita. "Bueno, pero si me dejás ayudarte".- A Jazmín le encantaba ayudar a Flor en todo, y no porque creyera a Flor incapaz de hacer las cosas por si misma, pero porque amaba compartir actividades con ella.
Las dos se levantaron y se asearon, después de todo, recién se habían despertado y no es lindo desayunar el aliento de alguien a primera hora en la mañana, aunque a ellas no les importaba mucho. Jazmín puso música, completamente ignorando el hecho de que eran casi las 8 de la mañana y probablemente todos sus vecinos estaban durmiendo, y se fueron a la cocina a preparar el desayuno. Cantaban, bailaban y se reían por cada cosa que hacían mientras cocinaban, cualquiera que mirara ese momento sentiría envidia de toda la felicidad y el amor que existía entre ellas. El celular de Flor sonó, arruinando por completo el momento. Flor miró para ver quien era, Virginia. "Hola, Vir ¿pasó algo? creí que no me iban a necesitar en el hotel hoy".- Flor no podía evitar pensar que cada vez que alguna de sus hermanas la llamaba, era porque necesitaban algo de ella o porque se había mandado alguna cagada, y llamaban para retarla. "No, tonta. Llamaba porque hoy te casás y quería desearte mucha suerte. Ya sé que te voy a ver en el juzgado mas tarde, pero igual quería ser la primera en desearte suerte en este día que sé que es tan especial para vos".- Dijo Virginia del otro lado de la linea, con una sonrisa enorme y un poco emotiva a la vez. Virginia siempre había sido como una madre/hermana para Flor, y saber que estaba a solo horas de casarse la ponía un poco sentimental, no podía evitarlo. "Ay Vir, me vas a hacer llorar y es muy temprano. Gracias, te quiero mucho".- En realidad, Flor ya tenía alguna que otra lágrima amenazando con salir, pero eran lágrimas de felicidad, así que estaba todo bien. "Yo también te quiero mucho, te dejo tranquila. Decile a Jazmín que a ella también le deseo mucha suerte".- Flor sonrió y terminó la llamada. Levantó la mirada de su celular y se encontró con los ojitos de Jazmín mirándola atentamente. "¿Todo bien, pichi?"- Dijo Jazmín usando el tono de voz más suave y sutil del mundo. "Sí, todo más que bien. Era Vir, quería desearnos mucha suerte con el casamiento"- Flor miró a Jazmín más rápido que nunca cuando esa palabra salió de su boca. Si bien ambas ya venían pensando desde hace un mes en lo que iba a pasar hoy a la tarde, la llamada de Virginia y esas palabras saliendo de la boca de Flor, las hizo caer en razón y darse cuenta de que por fin, hoy era el día. Flor siempre había soñado con casarse, era uno de sus deseos más grandes desde que era una niña. Siempre soñó con el casamiento perfecto, ella vestida de blanco y la familia ideal. Pero nunca pensó que llegaría a cumplirlo, considerando que su historial romántico no era el mejor de todos y además, venía con una valija llena de problemas, lo cual hacía que Flor creyera que nadie la iba a amar de verdad, hasta que conoció a Jazmín. Jazmín, por otro lado, siempre había sido más libre en ese sentido y nunca había pensado tanto en casarse. La idea del casamiento no le molestaba para nada y de hecho amaba la idea de pasar toda su vida con alguien, pero sabía que eso se podía lograr sin la necesidad de casarse, por lo tanto la idea del casamiento no era algo que le cambiara tanto la vida, hasta que conoció a Flor. "¡Flor, es hoy!"- Esas palabras salieron con toda la emoción del mundo, y lo siguiente que sintió Jazmín fueron los brazos de Flor rodeando su cuerpo y sus labios repetidas veces contra los suyos, Jazmín agarró a Flor de la cintura y la sentó en la mesada. "Te amo, gracias por querer compartir tu vida conmigo".- Dijo Jazmín y miró a Flor directo a los ojos, y Flor juraba que nunca, nadie, la había mirado con tanto amor en toda su vida, y sonrió. "Gracias a vos por quedarte, por demostrarme que merezco un amor tan grande y especial como el que me das vos".- Jazmín no pudo evitar besarla con todas las ganas del mundo, casi parecía que hacía años que no se besaban.
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con vos al fin del mundo | flozmin
Fanfic"Si yo soy para vos y vos sos para mi, no hay manera de perdernos".