Jinyoung echa la cabeza hacia atrás, dejando escapar un gemido. Se encuentra en el salón de los Choi, sentado en el sofá, con los pantalones y la ropa interior por los tobillos y a Yugyeom, hermano menor de Choi Youngjae, sobre su regazo.
El mayor ha llegado casi una hora antes de lo previsto para poder disfrutar del peliamarillo solo para él.
Eso se ha convertido en costumbre desde hace unos meses, cuando el castaño llegó buscando al mayor de los hermanos para poder desahogarse por todos los problemas que estaba teniendo con Jisoo, su pareja, y quien terminó ofreciéndole consuelo -de una forma que Jinyoung no esperaba- fue Yugyeom.
Las primeras veces el mayor se sentía un auténtico monstruo, no solo por el hecho de estar engañando a su novia, sino además estar haciéndolo con un chico y ni más ni menos que el hermano de uno de sus amigos más cercanos.
El menor empieza a mover las caderas con un vaivén más lento, una vez que sus piernas se cansan de los saltos. Jinyoung aprovecha para volver al cuello del contrario y renovar las marcas que había dejado con anterioridad y que ya casi no se notan. Hasta que llega a una, aparentemente reciente, que está seguro de que no es suya.
Una inexplicable rabia le recorre y se apodera de sus acciones solo de pensar en alguien más tocando al peliamarillo como él lo hace. Una de sus manos -la que no está en la cadera de Yugyeom, acompañando sus movimientos- rodea el miembro desatendido de este y su pulgar va hacia la ranura, oprimiendola justo cuando el menor va a culminar.
-Hyung, por favor -Ruega-. No he incumplido ninguna de las normas, por favor.
El pecho del pequeño se carga de impaciencia y desesperación. Jinyoung le había dicho que si quería que siguieran viéndose no debía ni contárselo a nadie ni dejarle ninguna marca, ¡y no había hecho ninguna de las dos!
Bueno, tal vez si se lo haya contado a alguien, pero Bambam es su mejor amigo y sabe que nunca diría nada.
Jinyoung suelta el agarre y el menor mancha su abdomen segundos después. ¿En qué demonios estaba pensando? Nunca habían declarado ningún tipo de exclusividad así que no tiene derecho a enfadarse y mucho menos a recriminarle nada.
-¿Qué he hecho mal? -Pregunta el pequeño desbordando inocencia, aunque el castaño sabe de sobra que es falsa.
-Nada, Gyeomie, ha sido culpa de hyung.
Pese a saber que Yugyeom es todo menos inocente, el mayor le sigue el juego.
El menor aprovecha para acurrucarse en el pecho del contrario antes de que la libido del castaño deje de estar presente y vuelva a ser el hyung reacio al contacto físico de siempre.
La pantalla del móvil del mayor se ilumina mostrando el nombre de Jisoo junto a un icono verde y uno rojo. Jinyoung se inclina, aún con Yugyeom encima, hasta alcanzarlo y contestar.
El peliamarillo se esconde en el cuello del mayor cuando le oye hablar de forma tan natural con la chica. Le duele. A pesar de saber que Jinyoung solo le quiere para desahogarse sexualmente y a pesar de ser consciente de que él es "el otro", le duele. Quiere ser algo más para su hyung y que no sólo le bese y acaricie cuando lo estén haciendo.
Pero sabe que no puede ser y que él es y será el otro. Que con este hyung no hay nada más que pueda hacer.
-Deberíamos limpiarnos antes de que llegue Youngjae -Dice Jinyoung, una vez que corta la llamada.
Al nombrado probablemente aún le quede tiempo para llegar y Yugyeom lo sabe, pero se limita a asentir e ir al baño de la segunda planta en el que se asea, mientras Jinyoung lo hace en el de abajo.
Le duele y sabe que así es como debe ser.
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Perdón por empezar mil cosas, no puedo evitarlo 😪
Gracias por leer 💞