— Esto te pasa por imbécil — reclama Jazmín, la prostituta mas buena del estado mientras cura la herida que me dejó el infeliz de Ryan — te dije un millón de veces que no te metieras con ese tipo... — alega mientras pasa un paño mojado sobre la zona.
— Ya te dije que no fue mi culpa — me defiendo, haciendo una mueca de dolor al sentir el desinfectante sobre mi piel.
— ¿Y? ¿Me hiciste caso? No — continúa sin tomarme en cuenta.
— Jazmín tiene toda la razón — la apoya Jack, mientras sostiene un jarro con agua, ayudándole en la tarea.
— ¡¿Cuantas veces les tengo que decir que no fue mi culpa?! — repito frustrado.
— Claro que fue te culpa — exclama la chica, sosteniendo mi cabeza sobre sus piernas — de haberme hecho caso, nada de esto habría pasado. En este mismo momento, estaríamos en una larga y sucia follada, pero no, tenías que hacerlo enojar.
— De no haberlo provocado no tendrías esa puta marca en el rostro — interviene nuevamente Jack.
— De haber cerrado el pico no tendrías quebrado tu puto brazo — le lanzo enfadado.
— De no pasar por su esquina de mierda nada de esto habría pasado — continúa.
— De no haberme acompañado no estarías reclamando — lo miro con rabia.
— Quédate quieto — alega la chica.
— De no haber follado con Sophia no estaríamos hací — dice con aire desafiante.
— ¡¿Te acostaste con la novia de Ryan?! — grita Jazmín sorprendida — ¡Jimmy! ¿Cómo pudiste?.
— ¡¿Tu también?! — me enderezo para poder mirar a ambos.
— ¡Pero Jimmy!...— exalta la chica con enfado y sorpresa.
— ¡No! ¡Ya estoy harto de que todos critiquen lo que hago! — ambos me observan, sin saber que decir.
Jazmín se acerca para seguir en lo que estaba, pero me alejo y le quito el pedazo de trapo bruscamente, haciendo que ella se aleje en modo de defensa. No me gusta ser así con ella, pero tampoco me gusta que me juzguen.
Entro enojado al baño y me miro al espejo. La marca es horrorosa, no logro comprender como la hizo con tanta precisión que atravesó perfectamente mi cara, como si lo hubiera practicado una y otra vez.
Dejo el trapo sobre el lava manos, y continúo mirándome al espejo, tocando la cicatriz, pensando y sabiendo que siempre va ha estar ahí.
— Lo voy a matar — susurro para mí, y hablando muy en serio.
— ¿Te duele? — desvío la mirada hacia esa voz, y veo a Emma (otra prostituta, que trabaja para Jazmín) apoyada sobre el marco de la puerta. Su cabello liso está alborotado, y su maquillaje gastado. El pantalón corto que lleva puesto permite ver gran parte de sus glúteos, y su playera escotada deja ver más allá de lo que debería, lo que me hace pensar que si va a estar así, mejor que no lleve ropa puesta, que sería lo mismo.
— Ya no — respondo, volviendo mi vista al reflejo.
La chica se hacerca, y se detiene a mis espaldas, una vez que su rostro se refleja junto a mí.
— ¿Sabes? Te ves mucho más sexy que antes — comenta, pero no le presto atención, ni siquiera la miro.
— Da igual — finalizo, después de unos segundos, tratando de sentirme mejor — de todas formas, se borrará algún día, ¿no? — digo mirando su reflejo, para verla recargada sobre mi hombro, abrazándome.
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Amo amarte (En proceso)
Teen FictionJimmy es un maldito bastardo, y siempre lo será. Su fama con las mujeres es de primera plana, como también lo es su mala reputación familiar. La vida de este chico lleva una historia, de esas historias que te dejan marcado, y que luego las marcas fo...