ÁNGEL DE UN FUTURO

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Dichosa era la pequeña celebración en una calurosa tarde veraniega, siendo el motivo la titulación del hijo mayor de la familia; Son Gohan por fin cumplió una parte importante de su sueño, aquel que se veía interrumpido en situaciones de peligro, logró graduarse de la universidad con mención honorífica y por su puesto la persona que más lo alentaba en ese sueño se sentía orgullosa.

—Mamá, muchas gracias por los alimentos —dijo satisfecho el joven saiyajin uniendo sus manos en oración y haciendo una pequeña reverencia con la cabeza.

—¿No quieres comer más? —insistió su madre apunto de levantarse de la mesa.

—No mamá, te lo agradezco, pero estoy satisfecho —movía sus manos en negación para evitarle molestias.

—Oh, mi Gohan, me alegra que te hayas graduado al fin, ahora serás un gran investigador —la mujer de vestido carmesí habló con genuina alegría mezclada de orgullo— ¿Tú qué opinas Goku?

—No sabría explicarlo Milk, sólo sé que me siento feliz por Gohan y... orgulloso. Todas esas horas que tu madre te ponía a estudiar riendieron muy buenos frutos. Aunque quiero saber exactamente cómo es tu profesión —contesto lo último dudoso y volvió a probar bocado.

"De verdad que lo estoy, Gohan. Peleador y un muchacho soñador. Lo lograste a pesar de lo que hemos pasado."

—Yo quiero que me enseñes muchas cosas hermano, que me quites dudas sobre algunos temas interesantes —comentó fascinado el joven Goten, el más "pequeño" de los Son.

—Claro hermano, te explicaré lo que sea necesario —sintió que era alagado por su hermano menor. Las palabras de su familia parecían encender su rostro.

El chico se sentía feliz, compartía los mismos sentimientos con ellos, ver sus rostros eufóricos en la ceremonia y lágrimas de alegría en el rostro de su madre. Sin olvidar la reacción de satisfacción del namekiano, este último en especial tuvo una reacción sencilla, mas sin dejar de lado sus emociones por su amigo.

El estruendo de algunos platos rompiéndose, ollas y cacerolas que caían al suelo alertaron a los tres saiyajin; a Milk se le habían caído, su rostro estaba demasiado cálido, las mejillas chapeadas, ojos llorosos y un ligero temblor en su cuerpo.

—Milk —susurró Goku preocupado, se puso de pie y fue a ayudar a su esposa.

Los dos muchachos se levantaron enseguida para recoger los trastos caídos y limpiar el suelo.

—No. Goten, Gohan, dejenlo ahí, yo me haré cargo después —sonreía esforzándose por mantenerse en pie.

—Milk, estas ardiendo en fiebre —cargó a su esposa en brazos hasta llevarla a su recámara donde debía descansar.

—Yo llamaré a un doctor —Goten fue en busca de un teléfono.

Gohan seguía recogiendo los fragmentos de la vajilla rota y limpiaba el piso por los restos de comida sobrante, lo hizo rápidamente y fue a ver a su madre.

El más pequeño llamó al doctor el cual estaría en media hora con ellos, Goku colocó un trapo húmedo en la frente de su esposa, retiró la cinta dorada que sujetaba su cabello para que descansara, lo mismo con zapatos, seguido de su fino vestido de seda con encaje; aquella prenda resultaba incomoda para dormir, la vistió con su pijama de algodón agradable y fresca, por último cubrió su cuerpo con una cobija delgada.

La acción no paró ahí, Goten preparaba un té especial para mamá, Gohan fue en espera del doctor quien no vivía tan lejos, de hecho vivía a unos cuantos kilómetros y Goku se quedó al lado de su esposa manteniendola en observación.

El ángel de un futuro [One-Shot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora