11. Arrepentimiento luego

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No sabía porque estaba conduciendo como loco, literalmente me llamaron diciendo que Zayn necesitaba ayuda urgente. Sin razones.
Después de todo, Zayn es mi amigo y quiero ayudarlo.

Llegué al lugar donde me había dicho ese chico, James. En frente del lugar estaba la iglesia donde mi padre trabajaba.

Entré en el lugar y revisé cada puerta hasta ver a Zayn tirado en el suelo y seguramente James en cuclillas intentando ayudarlo.
Estaba con los ojos bien abiertos, al lado de Zayn había una mancha enorme de sangre. ¿Que mierda había pasado?

- ¿E-esta bien? - logré decir aterrorizado, tartamudeando del miedo y con las manos sudorosas

- Al fin llegaste - dijo el chico al lado de Zayn- es todo tuyo - dijo para levantarse

- Pero espera! Qué quieres que haga con él!? - dije gritando, pero fue en vano ya que se había ido. Me acerque a él, sin una idea de lo que estaba pasando y sin una idea de que hacer. Zayn se movió, se veía en perfecto estado

- ¿Qué pasó? ¿Estás bien? ¿Porque hay tanta sangre? - pregunté desesperado, el estaba tranquilo, me miraba con sus labios entreabiertos y la mirada perdida. Un pestañeo y sus ojos cambiaron de color. Esferas negras brillantes me miraban, cierto brillo pasó por sus ojos, tan rápido que si pestañeabas te lo hubieses perdido

- Estoy... Bien - dijo, su voz sonaba melodiosamente grave. Se levantó y extendió su mano para que yo también lo hiciera.

- Pero, ¿Que te pasó? Hay sangre en todo el suelo Zayn! - dije, su tranquilidad me estaba haciendo exaltar. No sabía que estaba pasando.

Me sonrió y se acercó a mí, sus ojos estaban peligrosamente oscuros y entrecerrados debido a su sonrisa. Yo me hice para atrás y él se siguió acercando. Se acercaba cada vez más y yo estaba nervioso. Caminé un poco más hacia atrás hasta que me choqué con la pared. Se acercó y subió una mano por mi mejilla y con su pulgar acarició mi labio. Toda tensión se desvaneció con ese toque. Con esa mirada. Con ese hombre.

Estábamos cerca. Muy cerca. Estábamos mirándonos a los ojos, fijo. Podía ver qué sus ojos seguían estando rasgados. Hizo una risita y negó suavemente. ¿Sería muy incómodo mirar a sus labios ahora? Mentiría si digo que no quiero probarlos de nuevo, pero mantuve la mirada.

- joder, Liam- dijo y me besó.

Inferno//ZiamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora