Capítulo 2: Gracias por estar para mí.

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¡¿Qué?!
¡¿Eso fue todo?! ¡No es cierto!
Si, soy yo, Izuku, aún recuerdo que había ocurrido eso, mal por mi, de todas formas, hemos dicho que diría cosas, la cosa es que si me dolió la caída, cuando pasó, no sabía cómo reaccionar, fue tan rápido que ni me di cuenta que había pasado. Aún recuerdo que después de eso...
Espera, tengo que redactarlo para que ustedes los lean ¿Cierto? De todos modos, aquí vamos de nuevo, creo que aquí es cuando perdí mi dinero, ahora estoy triste, ya sabrán por que.

Seguimos, Izuku Midoriya, fuera.

-Reconozco esa voz. -él intentó pararse, pero le fue denegado, de pronto ella apareció.

-No hagas eso. -le dijo. -estás malherido, me acabas de salvar la vida, así que me toca de hacerlo de la misma forma, bueno, es claro, no todo lo que ocurrió puede ser saldado por unas vendas. -mientras ella cubría con vendas la zona adolorida, él interrogó.

-¿Por qué haces esto? Solo fue una simple torcedura, nada que se puede arreglar intentando volver a caminar.

-Si lo haces, estropearás más tu tobillo. Es lo mejor ¿No crees? -empieza a mirar a los ojos ella con una sonrisa a Izuku. De un segundo a otro, el chico se cae acostado en el cemento.

-¿Sabes? -llamó la atención de Momo. -Tienes unos ojos lindos. -lo dijo sin ningún problema, con una sonrisa además, lo que sin darse cuenta había provocado, unos destellos, y rubor de las mejillas de ella. -¿Sucede algo? -volvió a empinarse. -¿Por qué dejaste de vendarme?

-¿Lo dejé? Lo siento. Solo que me había llamado la atención la forma en cómo te dirigiste hacia mi, nadie me había dicho de tal forma.

-¿No es raro? Lo tienes, unos ¡Asombrosos! Perdón... ¡Bellos ojos! -una risa provenía de el, ambos empezaban a reír. Después de unos minutos todo había acabado.

-Listo ¿Podrás caminar con esto?

-No te preocupes, mi madre es auxiliar en enfermería, ella me podría quizá darme un desinflamatorio o algo así, no hay que preocuparse en ese asunto. Lo mejor dicho, ya está la bienvenida a la vuelta de la esquina, es mejor encargarse de esto antes que sea tarde.

-Lo dejaré a los de grados superiores, les explicaré que por falta de responsabilidad de ellos de dejarnos esto, saliste lesionado. -con un puchero miró al chico. -no me gustó que estés lastimado, Izuku. -seriamente lo dijo.

-Tampoco me gustó que sin usar apropiadamente el equipo de seguridad, hayas caído desde aquella altura.

Un sonido de un automóvil empezó a emitirse.

-Es mi madre, me tengo que irme. -pero sin antes de eso. -adios. -le había dado un beso en la mejilla y con una sonrisa y un pequeño "Tee-Hee", se alejaba del chico.

Sin importar a él, solo quedó sonrojado, dirigiéndose a su hogar, un día más había acabado, como todo había sido planeado, el día de bienvenida había llegado, parte de los profesores encargado de la preparatoria, director además, daba reconocimiento de un año más del ciclo escolar. Representando al grupo, Tenya Iida daba el discurso de agradecimiento.

Así mismo, 1 hora con 30 minutos se habían pasado. Los alumnos en sus respectivas aulas, la salida a sus hogares había sido adelantada, no había oportunidad de hablar a alguien que el mismo Izuku quería entablar una charla.

El día siguiente, día festivo, todo había ocurrido mal para el ¿Destino? Era lo que el mismo pensaba, en todo caso, era algo ilógico pensar que el universo le alineaba toda opción para que él no hablara con ella.

Esa chica era...

Ochako Uraraka

¿Por qué precisamente ella?

Solo quiero saberlo, dímelo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora