Annya Smith. ©

Capítulo 7.

Cuando los veo me quedo blanca al igual que ellos. Ésto no puede ser verdad...

Veo cómo mi madre se lleva las manos a la boca y se va de allí rápidamente agarrando del brazo a mi padre.

Cómo comprenderéis mi actuación hoy es pésima.

-¿Qué coño te está pasando, Annya?- Me dice Mario a grito pelado.

-Lo siento.-Le digo y me voy corriendo derecha a la parada de bus. Cuando saco el móvil para llamarles veo que tengo varios WhatsApp de Pablo (Los cuales en este momento es obvio que ignoro) y uno de mi madre.

-Mamá: Estamos en tu casa, espero que tengas una buena explicación del porqué mentiste.

Para rematar creo que tienen una copia de la llave de mi piso, así que espero no haberme dejado ningún rastro de hombre o cualquier tipo de droga.

Hasta que llego al comedor las piernas me tiemblan como a un corderito recién nacido.

-Me parece cojonudo lo que has hecho.¿No te da vergüenza?- Me grita mi padre.

-Jaime, tampoco es cuestión de exagerar. -Dice mi madre intentando apaciguar.- Nos ha jodido mucho encontrarte bailando delante de toda esa gente baboseando. Pensábamos que sólo eras camar...- Comenta mi madre con mejores maneras de las que me esperaba y el timbre la interrumpe.

Abro y es Paula. Me sorprende bastante su visita.

-Vengo a ayudarte. Creo que tus padres se merecen una explicación.- Me dice y la verdad, me extraña bastante.

-Hola, soy Paula, encantada. Miren, siento mucho lo que han tenido que ver, a ningún padre le hace ilusión ver así a su hijo aunque esté trabajando. Soy una de las jefas del local y como amiga de Annya le pedí porfavor que nos echara una mano ya que nos ha fallado la plantilla de...bailarines.- Dice y sigo flipando. Creo que ninguna de mis amigas de toda la vida habría hecho eso por mi.

-Sólo esperamos que cuando empieces a trabajar de lo tuyo dejes esto. Ya hablaremos.- Dice mi madre, nos despedimos y se van.

-OMG. Me has salvado el culo.- Le digo a Paula casi de rodillas.

-Se les pasará, te lo aseguro. He vivido experiencias parecidas y peores. Tengo que volver a trabajar, será mejor que tú ni no vayas ya.- Dice y se marcha.

Vaya tela, en mi vida me habría imaginado que me pasara ésto.

Me duermo y ya cuando me levanto es el día siguiente.

-Bueno días muerto viviente.- Me dice Carla.

-Hola.- Le digo y como estaba claro, nota que me pasa algo y le cuenta lo de mis padres.

-El caso es que de repente desaparecisteis la de los tatuajes y tú y ni si quiera Cristian nos dió explicaciónes. Pensé que te estaba empotrándo duro contra el muro.- Dice y le hago burla. Qué graciosilla es.

Cómo sé que Paula hoy no trabaja y sé dónde vive, decido pasar al McDonald's a comprar la cena y darle una mini sorpresa. Sé que aquí está un poquito sola y yo... también me siento así ahora mismo.

Dos horas más tarde llego a su casa y cuando me abre aparece con una sábana blanca cubriendo su cuerpo y el pelo despeinado.

-Hola guapa, qué sorpresa, pasa al comedor.- Su casa no está nada mal. Sus pintas son de acabar de echar un buen polvazo. ¿Pero...con quién?

5 minutos más tarde un chaval bastante atractivo me dice con voz muy rural:

-Buenas morena, soy Antolín, encantado.-

-Es un amigo del pueblo que viene de vez en cuando.- Dice ésta ya vestida.

Cenamos los 3 y por lo que parece él quiere algo más que un simple revolcón con ella. Al ratito Paula me acerca a mi casa.

-Buenas días, le llamo de la empresa en la que tiene que hacer las prácticas.- Me despierta un hombre cincuentón llamándome por teléfono.

-Si, dígame.- Le contesto.

-Estás teniendo unos problemillas con el papeleo por lo que de momento tendrá que empezar más tarde.- Oh no, lo que me faltaba ya...
De nuevo entro en profunda depresión.

Al día siguiente a la hora de trabajar les explico a Mario y a Cristian los ocurrido y parece que lo entienden.

-Qué no se vuelva a repetir.- Me dice Mario.

Le escribo a Paula que no ha venido a trabajar y supongo que estará en el teatro.

Cuando vuelvo en bus veo una notificación y un chico con una sola foto en su perfil me habla.

Marcos: ¡Hola! Si te apetece hablar escríbeme a este número. 6283930017.

Lo ignoro. Paso de hablar con nadie ahora mismo.

Por la noche llamo a mis amigas y quedamos para charlar en mi casa. La verdad es que consiguen animarme un poquito.

Sobre las 12 reviso todas mis redes sociales y decido hablarle al chaval. Me aburro demasiado.