Capitulo 7

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- Esperen yo no me voy a mover de aquí hasta que no me digan a donde vamos

- Mira cariño confórmate con saber que tú y tus abuelos ya no pueden vivir aquí, además te recuerdo que tú misma tomaste la decisión de no ser enrollada en todo esto de los negocios-menciona mi madre-

- Oye, sé que tome la decisión de no estar en todo esto, pero merezco estar informada si mi vida corre riesgo

- Está bien, te acuerdas del grupo Gold

- Sí, como no voy a acordarme de ellos, es el grupo de Andre, además él y yo fuimos grandes amigos hasta que tomo el mando del grupo

- Bueno, pues creo que no fue buena idea que tu fueras tan gran amiga de él, porque ahora le puso precio a tu cabeza, es decir; Andre quiere casarse contigo ya sea a las buenas o a las malas-menciona mi padre

- De que estas hablando el no sería capaz de hacerme eso, él fue mi gran amigo, el me prometió que respetaría el hecho de que yo no compartiera su pensamiento respecto a el negocio

- Hija lamento decirte que eso cambio, ahora tendrás que irte a vivir con unos amigos, tus abuelos irán a vivir donde la hermana de tu madre

- Y yo porque no puedo ir con los abuelos

- Porque sería muy lógico cariño irán a buscarte exactamente a donde se encuentren tus abuelos, así que alista tus maletas y nos vamos, en el camino te explicaremos el resto- menciona mi madre-

Decido tomar mis maletas y comenzar a empacar todo, cuando termino, decido darme un tiempo para mí misma, después de todo la abuela y el abuelo tardaran bastante en empacar sus cosas, me senté en el sofá que daba cerca de la ventana y me sumergí en mis pensamientos, cuando éramos pequeños y Andre se había convertido en mi amigo.

Era el festival anual que organizaban los grupos de la mafia me encontraba en mi puesto de trabajo vendiendo algodones de azúcar aunque a decir verdad me los comía casi todos tenía 11 años, díganme a que niño no le gustan los algodones de azúcar, estaba allí disfrutando de mi tercer algodón de azúcar cuando un niño llego a sentarse al lado mío

- oye que sepa los algodones de azúcar son para venderlos no para que tú te los comas

- Y a ti que te importa si me los como o no, acaso eres el dueño del puesto

- No pe...

- No, si no es tuyo no tienes razón alguna para andar protestando, así que si me permites tengo que continuar trabajando

- Oye, tampoco es para que te pongas furiosa conmigo, yo simplemente quería hablar contigo, por cierto me llamo Andre Timberg

- Esta bien, yo me llamo Alisson Pearson

Desde ese momento recuerdo que nos hicimos muy amigos el venia en ocasiones a mi casa a jugar, tiempo después lo cambiaron de colegio para que pudiera estudiar conmigo, éramos inseparables, el me defendía de las porristas, y yo a el de los luchadores, o eso hasta que entro a clases de artes marciales conmigo, pero eso fue cambiando con el tiempo, cuando Andre cumplió sus 15 años, su padre lo saco del colegio y comenzó a prepararlo para entrar en el negocio, a los dos años su padre murió y nunca más volví a saber de él, nunca volvió a escribirme y si nos encontrábamos de casualidad prefería ignorarme.

¡No comprendo por qué quiere ahora que me case con el si hasta el momento parecía que me detestaba!

- ¡ Alisson nos vamos!

- ¡Ya voy mamá!

Una vez abajo, guardo mis maletas en el auto de mi papá, me despido de mis abuelos y subo al auto, mi madre llevara a mis abuelos, y mi padre me levara a mí, en el camino él me explica que tendré guardaespaldas mientras termino la escuela, además me dice que la familia que me cuidara además de ser amigos de mis padres son socios de él, así que ellos también me cuidaran, al llegar puedo ver una gran mansión, puedo ver que en el frente tiene un jardín muy bonito, realmente me agrada la casa.

Bajo mis maletas del auto, mi padre me ayuda a llevar algunas y toca el timbre de la mansión, luego de unos minutos aparece una señora de aproximadamente 50 años, tiene cara muy gentil

- Hola, tú debes ser Alisson, pasa cariño

- Hola, muchas gracias, permiso

La mujer también saluda a mi padre, cuando entramos nos dirige a la sala allí se encuentran una mujer y un hombre bastante guapos y con rasgos gentiles, luego de unos minutos baja una niña de más o menos 6 años la cual me abraza rápidamente por las piernas, mientras me encontraba riendo por la situación, aparece quien menos me lo pensaba, me mira con una sonrisa socarrona

- No puede ser....

No soy la típica cenicienta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora