Algunos amores duelen

La prisión

Entreabro los párpados, y vuelvo a cerrarlos tan rápido que no consigo una imagen nítida de donde estoy. cuanto tiempo llevo así, sin tener fuerzas para levantarme, el cuerpo entero me dolía como si me hubieran dado una paliza, que en parte si me la habías dado.

Una molesta luz me daba en los ojos, me giré a otra dirección y esta vez lentamente pude abrirlos. Vi que estaba tumbado en futón que se encontraba en un tatami con una pared de puertas shoji y el resto de madera, todo desgastado por el tiempo. Me encontraba en una cabaña vieja, lo más probable es que siguiera en el bosque.

Me levante despacio, por mi entumecido cuerpo. Llevaba puesto <solo> un yukata grisáceo... me ha cambiado de ropa...

Una de las puertas shoji se deslizó silenciosamente. Me giré deprisa hacia ti, llevabas una bandeja en las manos, no tenías puesta la capa de akatsuki ni el proyector rayado de Konoha, llevabas como yo un yukata de un tono grisáceo también. Se te veía tranquilo, y con tono amable me dijiste "Buenos días, Sasuke"

Entraste y te acomodaste al lado mío, dejando la bandeja con comida a mi lado "Por fin te has despertado, llevabas 4 dias durmiendo, y pensar que el veneno solo era para dos días"

"Lo sabia" pense.

"Deberías comer y recuperar fuerzas" prosiguio.

Como viste que no me disponía a comer te retiraste, pensando que entonces comeria. Cuando saliste de la habitación, seguí sin tocar la comida, pensaba que quizá también estaria envenenada.

Saque las dos piernas todavia entumecidas del futón y me levanté como pude, decidido a salir de ahí.

Deslice la puerta y me encontré con una fuente, y símbolos Uchiha grabados en las paredes de piedra que conformaban una muralla alrededor del lugar en el que estaba, se parecía demasiado a nuestra antigua casa en Konoha, pero está estaba siendo devorada por la vegetación y las copas de los árboles prácticamente no dejaban que la luz pasase. Seguramente era otro escondite Uchiha. Camine por el suelo de madera apoyando con cautela las suelas de los pies y apoyandome en los postes.

"¿Vas a alguna parte, Sasuke?" Dijiste de la nada, oía tus pasos detrás mía acercándose. "Deberías de regresar y acostarte, todavía estás débil", me tendiste la mano, y sin opción a negarme, ni a huir, ni a atacarte, deje que me ayudaras a llegar a la habitación y meterme en el futón, no podia hacer nada en estas condiciones.

De la bandeja cogiste un plato con sopa y me lo acercaste. Tus ojos me miraron, luego al bol y me lo tendiste. Tenía que tomarmelo, asique lo agarre y me metí a la boca dos cucharadas hasta que me atreví a hablar. "¿Porque me has traído aquí?"